Redacción. Arropado por todos los hermanos mayores de las hermandades de penitencia valverdeñas: Rafael Rodríguez, presidente de la Hermandad de los Blancos; Manuel Romero, presidente de la Hermandad de los Negros; y Ricardo Sánchez Calderay, presidente de la Hermandad de la Borriquita; el alcalde de Valverde del Camino, Manolo Cayuela; el párroco de la localidad, Servando Pedrero; el sargento de la Comandancia de Huelva; y el presentador del acto, su amigo y hermano honorífico de la Borriquita, el conocido tallista Elías Rodríguez Picón, ha pronunciado el XLII pregón de la Semana Santa 2018 de Valverde del Camino, Julián Vizcaíno.
Con gran devoción y visiblemente emocionado, el cofrade valverdeño, Teniente Hermano Mayor de la valverdeña Hermandad de la Borriquita, ha pronunciado un original pregón, que bajo el título ‘El tiempo vivido’, ha dado a la música cofrade un gran protagonismo.
Así, acompañando las sentidas palabras de Vizcaíno mientras narraba sus vivencias, el público presente en el Puerta del Andévalo ha tenido la suerte de oír la maestría con la que la Banda Municipal de Música ha interpretado diferentes marchas clásicas. Igualmente, con una espectacular entrada, la banda de CC y TT Rosario y Victoria de Sevilla ha tocado diferentes piezas, entre las que ha destacado la marcha ‘Del Barrio al cielo’, composición creada especialmente para la Hermandad de la Borriquita y que se ha estrenado en este acto.
Por otro lado, el pregonero ha contado junto a él en el escenario con la presencia de Vero Silverio, una de las mejores saeteras del panorama cofrade actual que ha asombrado a todos con su talento, su voz y su interpretación a la hora de cantar. También el artista valverdeño Fernando Romero, pianista de reconocido prestigio, ha querido formar parte de este pregón musical y ha participado interpretando diferentes piezas musicales.
Todo este repertorio, sumado a las vivencias narradas por Vizcaíno ha dado como resultado un sentido pregón que el autor ha terminado haciendo un llamamiento a los cofrades para que “os mezcléis en las Hermandades y os convirtáis en el activo humano que las nutra y que las haga grande”.