Redacción. La intensa tarde literaria se inició con la bienvenida a cargo del tte. de alcalde del Ayuntamiento de Moguer Angel Gorostidi, procediéndose a continuación a la presentación de la Pieza del Mes compuesta en esta ocasión por numerosos objetos y documentos relacionados con el hermano mayor de Juan Ramón, Eustaquio Jiménez, que se custodian en los fondos de la Fundación.
El director de la casa-museo Antonio Ramírez y la investigadora Rocío Bejarano explicaron el contenido de la Pieza compuesta por fotografías de Eustaquio con su hijo “Juanito Ramón” o con el propio poeta, cartas manuscritas, recortes de prensa de la época con artículos del personaje, envases de productos como perfumes o jabones que fueron comercializados por el mayor de los Jiménez y diseños gráficos de botellas de su firma de licores, interesantes elementos que pueden ser admirados en la vitrina expositora que preside la entrada a la casa-museo. Entre estos objetos destaca un sello de metal con empuñadura de marfil labrado y la firma de Eustaquio Jiménez que ha sido donado recientemente a la Fundación por la comunidad de herederos del Nobel que preside Carmen Hdez-Pinzón.
Ya en el salón de actos de la casa-museo se realizaron las presentaciones literarias, que se iniciaron con las palabras de la concejala de Cultura de Moguer, Lourdes Garrido, quien agradeció a los autores “sus magníficos trabajos que muestran una vez más el compromiso y el cariño que tanto José Luís Gozálvez como Rocío Fernández-Berrocal tienen por la figura de nuestro Nobel y por su obra”.
En cuanto al contenido de las publicaciones, “La Ilusión Fracasada. Eustaquio Jiménez y Moguer. 1879-1942” es una reivindicación de la figura del hermano mayor de Juan Ramón que realiza Gozálvez mostrándonos a un hombre íntegro, de gran formación cultural e inquietudes sociales, al que le tocó vivir una de las épocas más duras de la historia de Moguer como fue la del declive de la viticultura motivada por la plaga de filoxera que a partir de 1906 sumió a la población hasta entonces pujante, en una verdadera ruina económica ante la inacción de los políticos de la época. Eustaquio fue un gran defensor de la vinculación americana de Moguer, y luchó por revertir esta situación impulsando proyectos como el dragado del Tinto y el arreglo del puerto de Moguer, o la apertura de un nuevo ferrocarril hasta La Rábida a través de Moguer y Palos, lo que le enfrentó con Burgos y Mazo y buena parte de los líderes de la capital, que se oponían a estas reivindicaciones. Repartió tierras municipales para ayudar a la multitud de desempleados que trajo la crisis y creó una Estación Agrícola para luchar contra el mildiu y estudiar nuevos cultivos que sustituyesen a los viñedos, aunque tanto esfuerzo y tanta ilusión no pudieron frenar el deterioro de la economía y la sociedad moguereña.
La segunda obra presentada ayer fue el libro de Juan Ramón titulado “Historias”, editado por la gran especialista en la figura del Nobel Rocío Fernández Berrocal. Los poemas de esta obra fueron escritos en Moguer entre 1909 y 1912 y en ellos Juan Ramón se manifiesta, como ya hiciera en Platero, como un gran observador de la realidad y la naturaleza humana.
El poeta corrigió el libro en 1921 y algunos de sus textos formaron parte de sucesivas antologías, pero otros quedaron inéditos. Ahora tenemos la oportunidad de disfrutarlos todos gracias a la colaboración de la responsable del legado del poeta Carmen Hdez-Pinzón , recuperando veintisiete poemas inéditos procedentes de la Sala Zenobia-JRJ de la Universidad de Puerto Rico. El libro incluye además un pormenorizado estudio de Rocío Fernández y un cuaderno gráfico con fotos y facsímiles de los manuscritos de la obra, que se divide en cuatro secciones: «Historias para niños sin corazón», «Otras marinas de ensueño», «La niña muerta» (dedicada a una sobrina que falleció con sólo 26 meses) y «El tren lejano».