Mari Paz Díaz. César Santos González es un joven onubense de 24 años que hace seis finalizó los estudios de Bachillerato en el Instituto de Calañas, su pueblo natal, tras lo cual se marchó al IES Don Bosco de Valverde para estudiar Educación Infantil. En este centro valverdeño pudo confirmar que su auténtica vocación era la docencia de los más pequeños. «Era el momento de pensar en mi futuro, de ver a qué me gustaría dedicarme en la vida. Y, en este ciclo en Valverde, comenzó a crecer esa vocación. Por eso, cuando acabé este periodo, quería seguir aprendiendo», nos cuenta César. Debido a estas inquietudes, en el año 2014 comenzó el Grado de Magisterio en Educación Infantil, correspondiente a la edad de entre 3 a 6 años. Una carrera que le marcó y llenó de satisfacciones, siendo consciente de que es una profesión que necesita de una formación continua.
Para César, uno de los momentos más bonitos de sus estudios universitarios se produjo en los dos últimos años de la carrera, cuando realizó sus prácticas en el Colegio Santo Ángel de la Guarda de Huelva, centro en el que, según afirma, «adquirí muchos conocimientos que fueron llevados a la práctica. El entusiasmo y la dedicación del profesorado eran inigualables, lo que aumentaba la motivación de innovar y de realizar proyectos de trabajo».
Este joven calañés recuerda especialmente cómo dedicó mucho tiempo a intervenir con una alumna con autismo, una experiencia que le llevó a interesarse por este tipo de trastornos. Una experiencia que le llevó, incluso, a realizar el Master Universitario de Educación Especial, que sigue cursando en la actualidad. Un posgrado que le está llenando de satisfacciones, puesto que, no sólo le está permitiendo completar su formación, sino que espera continuar con el tema tratado en su Trabajo Fin de Grado, con el que ha obtenido un reconocimiento a su esfuerzo y entusiasmo, dado que ha sido premiado por la Cátedra Aguas de Huelva, tal y como nos cuenta en profundidad en esta entrevista.
-César, ¿por qué te decantaste por la carrera de Educación Infantil?
-Desde pequeño me gustaba jugar a ser maestro. Siempre sentí que era mi verdadera vocación. La sensación que se experimenta al ver los progresos de los estudiantes, y cómo se interesan en aprender más sobre un tema, es muy gratificante. Diariamente se ven los frutos del trabajo. Para mí, pensar en moldear un futuro, generando un impacto en el alumnado que les ayudará a percibir el mundo que les rodea, es lo que me hace seguir siempre en esta profesión.
-Acabas recibir el reconocimiento de la Cátedra Aguas de Huelva. ¿Cómo te has sentido con este premio?
-Este reconocimiento se centra en la concesión de una serie de premios para Trabajos Fin de Grado (TFG) y Fin de Máster (TFM) que se centran en la innovación social como herramienta de responsabilidad y fomento de nuevas fórmulas de progreso social, apostando por las ideas de los jóvenes estudiantes. Por este motivo, el hecho de haber sido reconocido con el tercer premio en la categoría de TFG ha sido un placer. Me he sentido muy agradecido al saber que mi trabajo ha sido galardonado, que con él se puede contribuir a la innovación social, sobre todo, con el alumnado con autismo.
-El título de la investigación premiada es ‘El autismo y las Nuevas Tecnologías’. ¿Por qué elegiste este tema?
-Lo elegí porque son dos temas que me llaman la atención. Por un lado, me ha gustado mucho la investigación sobre el autismo con un fin educativo y terapéutico, unido, por otro lado, al uso de las Nuevas Tecnologías, favoreciendo la inclusión en el aula.
-¿Cuál ha sido el objeto de estudio de la misma?
–El trastorno del espectro autista en la infancia. Y, más concretamente, expongo la intervención llevada a cabo con una alumna con autismo mediante el diseño de una actividad para pizarras digitales.
-¿Cuáles son las principales conclusiones de la investigación?
-Las Nuevas Tecnologías invaden nuestras vidas, así como las aulas escolares. Por ello, creo que deberían fomentarse su uso entre el alumnado con Necesidades Educativas Especiales y, en concreto, con autismo. De la misma forma, también es fundamental que las aulas de Educación Infantil estén dotadas de pizarras digitales. Los centros apuestan mucho por la integración y la inclusión verdadera, y cada vez se nota más en la mentalidad del profesorado y en la implicación del mismo con el alumnado con necesidades educativas especiales. Sin embargo, sigue existiendo un escaso conocimiento por parte del profesorado en la intervención con el alumnado con autismo. El uso de las nuevas tecnologías produce una notable mejora en este alumnado, por lo que considero que deben aprovecharse.
-¿Qué aplicaciones o utilidad tiene este tema?
–Este tema tiene un carácter pedagógico, suponiendo una mejora en el diseño y en la intervención educativa con el alumnado con autismo.
-¿Quién ha dirigido este trabajo?
-La periodista, educadora social y profesora en la Universidad de Huelva Paloma Contreras, que ha demostrado un enorme interés durante toda la realización del trabajo.
-¿Qué han valorado de tu trabajo a la hora de reconocerlo?
–El hecho de concienciar a la sociedad sobre la importancia de las Nuevas Tecnologías en la intervención con niños y niñas con autismo, así como la progresión e innovación de estos recursos electrónicos para la mejora del desarrollo íntegro de estos pequeños. Estas características son las que provocado el ser uno de los trabajos ganadores. Una línea que conserva un carácter humanitario, pedagógico e innovador en el progreso hacia la mejora terapéutica del autismo.
-¿Tienes previsto publicarlo o ponerlo en práctica?
-Tengo previsto continuar en esta línea de actuación a través de mi trabajo de fin de máster. Me gustaría seguir avanzando en el mundo del autismo, aprovechando los recursos electrónicos que actualmente invaden nuestras vidas.
-¿Qué estás haciendo en la actualidad?
-Actualmente estoy estudiando el Máster de Educación Especial en la Universidad de Huelva, además de tener la vista puesta en las próximas oposiciones al cuerpo de Maestros.
-¿Tienes algún otro proyecto para el futuro?
-En un futuro sí que me gustaría llevar a cabo una estimulación temprana, envuelta en la sensorialidad que generan los recursos electrónicos o nuevas tecnologías.
-¿Algún mensaje a los jóvenes universitarios onubenses?
-Siempre hay que tener en mente la idea de avanzar y dar lo mejor de nosotros. La mejor recompensa es ver el fruto de los resultados. Debemos apostar por nuestro potencial y confiar en nosotros mismos. Además, por último, me gustaría agradecer a la Cátedra de Aguas de Huelva por seguir apostando por el trabajo de los jóvenes.