C. Botello / Lepe. Año nuevo, vida nueva. Ese dicho tan popular lo está sabiendo aprovechar el San Roque de Lepe que, en lo que va de 2018, no ha perdido y ha sumado ya tres triunfos y tres empates, que le han llevado a estar de nuevo con serias opciones de reengancharse en la pelea por el ascenso.
Un 4-0 concluyente en un partido más que solvente ante el Atlético Espeleño viene a dejar patente que el San Roque parece que, de nuevo, va en serio, y aunque el terreno que tiene que recuperar es amplio, sus resultados y, sobre todo, las sensaciones que emana, dan pie a pensar con cierto optimismo en que aquello de que ‘impossible is nothing’ también es verdad.
La puesta en escena no pudo ser más prometedora para las huestes de Antonio Rueda. Porque repitió el mismo comienzo que en partido anteriores, frente al Utrera y al Sevilla C, pero aportó algo más: puntería. En esta ocasión no hubo que esperar hasta el segundo periodo para que el mejor fútbol del San Roque tuviera reflejo en el marcador.
Sólo 10 minutos fue la demora del San Roque en hacer el 1-0. Fue a raiz de un saque de esquina botado por Manu Ramírez, que cedió a Camacho, y éste le devolvió la pelota al goleador aurinegro para que, con un disparo muy duro y por bajo, hiciera imposible cualquier atisbo de reacción por parte del portero que sorprendió al portero Adrián, a la postre uno de los más entonados de su equipo, y artífice de que la goleada se quedara en ese 4-0.
Ese gol tan tempranero -e inesperado- dio aplomo al equipo de Lepe, pero que fue mal empleado, pues aunque siguió dominando, apareció algún detalle de relajación de los que pudo sacar fruto el Atlético Espeleño. Una falta botada por Mario, que salió fuera; y un disparo de Adriano, que encontró la oportuna réplica del meta Puncho, encendieron al luz de alarma en el cuadro de casa.
Estando ya ojo avizor, de nuevo el San Roque volvió a la carga, y en los últimos compases del primer periodo volvió a retomar el mando de las operaciones. Pudo hacer el 2-0 en una jugada de Louis Robles, pero el meta Adrián estuvo certero. No pudo hacer ya nada, a un minuto del intervalo, en un disparo de Fran Lepe, que ese sí significó el segundo tanto aurinegro.
Los dos equipos salieron con ganas en el segundo tiempo. Las dos porterías pasaron sus apuros, pero siempre dio la impresión que el San Roque tenía más, mucho más. Así, Manu Ramírez volvió a encontrarse con el portero cordobés en un remate muy claro.
Curioso, pero fue con el partido ya languideciendo cuando llegaron más goles. El tercero del San Roque fue tras un error de la zaga del Espeleño que, Sergio Rodríguez, atento, supo aprovechar. Y el cuarto, ya en los estertores, llevó la firma de Higor Rocha, que de penalti estableció el resultado que ya iba a ser definitivo: 4-0.
Con él, el San Roque abre otra vez la puerta de la esperanza. Y ahora hay motivo más que justificado para pensar en que es posible. Porque ahora tiene juego y resultados.
SAN ROQUE: Puncho; Fran Lepe, Rafa Álvarez, Álex Roser, Fran Ávila; Tore; Manu Ramírez (Gonzalo, 75′), Camacho (Jojo, 64′), Sergio Rodríguez, Louis Robles (Teté, 71′); Higor Rocha.
ATLÉTICO ESPELEÑO: Adrián; Ángel, Óscar, Osuna, Germán; Juanito, Mario; Sergio García, Diego (Adriano, 16′) (Loren, desc.), Labra (Alfonso, 75′); Guti.
Árbitro: Aleksandar Jovanovic (colegio de Sevilla). Mostró la tarjeta amarilla a los locales Rafa Álvarez y Manu Ramírez; y a los visitantes Guti y Mario.
Goles: 1-0 (10′) Manu Ramírez. 2-0 (44′) Fran Lepe. 3-0 (66′) Sergio Rodríguez. 4-0 (86′) Higor Rocha, de penalti.
Incidencias: Partido correspondiente a la 25ª jornada en el grupo X de la Tercera División jugado en el Ciudad de Lepe. Algo más de medio millar de aficionados en las gradas.