Rosa Mora. «Mi madre me recuerda que cuando tenía 3 ó 4 años, mucho antes de saber leer, ya sabía identificar el artista o cantante con sólo ver la cinta de cassette, y eso que eran unas 50 diferentes. Aquellos eran mis juguetes más preciados en mi infancia«, nos cuenta Alberto García González. Una anécdota con la que el onubense deja clara que su vinculación con la música hunde sus raíces en su más pronta niñez.
En relación a su formación instrumental, el primero en conquistarle fue el piano, seduciéndole también posteriormente la guitarra flamenca. Teniendo clara su vocación, llegado el momento de decantarse por unos u otros estudios, Alberto García no sorprendió a su entorno más cercano al optar por Magisterio en la Especialidad de Educación Musical, y es que la docencia es otra de sus pasiones. Una profesión que, reconoce, tiene la suerte de ejercer desde hace seis años en su localidad natal, Niebla, donde es monitor de un taller de guitarra flamenca y piano. «Una experiencia muy enriquecedora ya que conjuga lo docente con lo musical y en la cual aprendo muchísimo día a día», señala Alberto García.
Con dos trabajos discográficos en el mercado: ‘Siempre libre’ y ‘Efecto secundario’, el onubense, que trabaja ya en su siguiente álbum, compagina sus proyectos personales con las actuaciones junto al grupo ‘Del Juré’, con compañeros de Alosno, y como acordeonista en ‘Los esquileros’ de Niebla. Huelva Buenas Noticias ha conversado con Alberto García González.
– De tener que definirte, ¿Cómo lo harías?
– Me defino como un eterno enamorado de la música. Es algo tan etéreo, tan delicado, tan inmenso que no alcanzo a definirla en su esplendor. Desde que me despierto día a día está presente en mí hora tras hora. Me defino como cantautor y, en general, como músico, una palabra la cual trato de cuidar con muchísimo cariño, esfuerzo, vida y dedicación.
– ¿Cómo recuerdas tus inicios musicales?
– Pese a ser un melómano empedernido desde que tengo uso de memoria no es hasta los 13 años que empiezo a tener experiencias con instrumentos. Empecé a tocar el piano de la mano de mi gran amigo y músico iliplense Andrés Bernal. Recuerdo aquellos veranos las horas y las horas pegado a ese mítico teclado Casio que todos hemos tenido por casa sacando melodías a diestro y siniestro de las canciones de la época, y con la ayuda de Andrés empecé a armonizarlas con acordes. Dos años más tarde, con 15 años, me tropecé con otra de mis pasiones, la guitarra flamenca; fui autodidacta durante muchos años, hasta que hace 5 años conocí a mi gran amigo y músico Felipe Chaparro, un músico mayúsculo que me ayudó a formarme a niveles más avanzados y refinados en lo que se refiere a técnica, armonía y acompañamiento de la guitarra.
– Tocas varios instrumentos, ¿No es así?
– Como ya he comentado, mis dos instrumentos son el piano y la guitarra, los quiero a los dos por igual, son como la prolongación de mis manos para expresarme sin palabras. También toco desde hace 15 años el acordeón en el mítico grupo de Campanilleros -‘Esquileros’ como se les denomina tradicionalmente en Niebla-, que ha celebrado su centenario estas pasadas Navidades. Tengo inquietud por experimentar con nuevos instrumentos en el futuro, me llaman la atención el violín, la batería, el bajo… Las ganas por seguir aprendiendo me acompañarán siempre, si no nada de esta aventura tendría sentido.
– Como cantautor compones tus propias canciones, ¿Qué te inspira?
– Buscar la inspiración es complicado a veces y, muy fácil, en ocasiones. No podemos elegir un momento concreto para que te visiten las musas. Cuando éstas me llaman hay muchísimas cosas que me inspiran. Desde los lugares que me rodean; pienso que vivimos en un paraíso cargado de luz y belleza, los sentimientos como el amor, desamor, pasión, nostalgia, alegría… las propias vivencias, temas de problemática social, en definitiva, no me cierro a incluir en mis letras cualquier temática que pueda despertar un sentimiento y una reflexión en alguien. Es mi intención al menos cuando las escribo. Trato de cargarlas con un mensaje.
– Le has cantado a Niebla en alguna ocasión, ¿No es así?
– El track 9 que cerraba mi segundo trabajo fue una canción a Niebla y a todo lo que ella significa para mí. Suscribo aquí el estribillo como muestra:
“Reina de las mil batallas
la que tiene el corazón tallado en piedra
junto a tus murallas va la luna y sueña
niña dormida, soy tu centinela
por eso te pido, ay mi Niebla despierta…
Y en cada puesta de sol
se bañan las murallas de una luz dorada
que ilumina el alma de todos tus hijos
mueren por ti aunque pasen mil siglos
serán protegidos por tu Virgen del Pino”
Aunque suene a tópico, estoy enamorado de mi pueblo y de su belleza e historia. Animo a todos los que están leyendo estas líneas que se precien a visitarlo para quedar embelesados con cada una de nuestras piedras milenarias.
– Acumulas una extensa trayectoria como músico, ¿Qué destacarías?
– Destacar por encima de todo el disfrute y la inyección de vida que me ha dado la música para formarme globalmente como persona. Si tengo que nombrar en concreto cosas a destacar citaré mis dos trabajos discográficos. El primero de ellos se tituló ‘Siempre libre’ (2014), título homónimo a la canción que le dediqué a mi buen amigo Eleuterio Sánchez y a su figura de ‘El Lute’, figura de gran importancia en la historia de nuestro país. El segundo de ellos lo titulé ‘Efecto secundario’ (2016) en el cual pude valorar una evolución en cuanto a composición, arreglo musical y fue un paso para avanzar y madurar como músico y como compositor.
– Además eres docente, ¿Es algo que te satisfaga?
– Es una vocación, me encanta el mundo de la enseñanza y lo tuve claro desde el principio. Enseñar es aprender también. He tenido la suerte en estos más de cinco años de tener alumnos de todas las edades; el factor humano es muy importante y enriquecedor. Está siendo una experiencia muy bonita.
– Pronto podremos escuchar tu siguiente disco, ¿Qué puedes adelantarnos?
– Estamos inmersos en la preparación de los temas, en su estructuración y arreglos para meternos pronto en estudio y darle forma para poder grabarlos y trabajarlos en toda su amplitud. Aún me quedan por componer algunos más pero ya va caminando este nuevo proyecto en el cual no me marco una fecha exacta; cuando la manzana esté madura caerá del árbol por su propio peso. En él vamos a encontrar nuevas sonoridades de corte y perfil más actual y trataré de dar un paso más al frente con respecto al anterior. Todo ello conlleva un trabajo minucioso y exhaustivo. He tenido un año de descanso espiritual en cuanto a lo de componer se refiere y ya tocaba, voy a dejarme el alma en este proyecto y a tratar de plasmar todo lo aprendido en los últimos tiempos con toda la ilusión del mundo.
– ¿Dista mucho de tus anteriores trabajos?
– Mi primer trabajo fue más bien una maqueta en la cual grabé mis primeros temas compuestos. En el segundo los arreglos fueron más elaborados artesanalmente de la mano de mi mencionado amigo Felipe Chaparro. En este trabajo vamos a tratar de dar un salto con respecto a los anteriores, los cuales tomaré como trampolín de aprendizaje y como base para avanzar. Los arreglos musicales serán más formales y contaré con un gran equipo de músicos que darán forma y vida a todo lo que vaya saliendo de mi puño y letra.
– ¿Quiénes son tus referentes musicales?
– Escucho muchísima música desde siempre, principalmente del panorama español. Valoro y me gustan muchísimos artistas, pero tengo tres referentes muy sólidos que me han servido como influencia e inspiración para hacer mi música. El primero de ellos, el grupo de rock andaluz Triana el cual escucho desde niño. Este grupo rompió moldes en el panorama musical español desde finales de los 70. Luego de más mayor me fascinó la música de Manolo García, un cantautor impresionante que también ha marcado muchísimo en nuestra música desde los 80 con El Último de la Fila y en su etapa en solitario, de hecho tengo comprada la entrada para su concierto del 7 de julio de este año en Huelva (Foro de La Rábida). Y, por último, nuestro paisano Manuel Carrasco, un artista brutal. Tuve la suerte de verlo en concierto el año pasado y desde entonces no he parado de escucharlo y de indagar toda su discografía y se ha convertido en un espejo en el que mirarme en lo musical y en lo personal en cuanto a superación y trabajo. Me encantaría conocerlo algún día y hacerle llegar mis trabajos y mi forma de hacer música.
– Más allá de la preparación del disco, ¿Algún otro proyectos en mente?
– Desde hace un par de años trabajo los fines de semana como músico en diversos grupos y orquestas. Principalmente como pianista, también como guitarrista y cantante en ocasiones. Formo parte de un grupo llamado ‘Del Juré’ con cuatro amigos y compañeros del pueblo de Alosno. Con ellos he tenido la suerte de hacer muchísimas actuaciones por toda la provincia de Huelva, otras provincias de Andalucía e incluso otras Comunidades amenizando todo tipo de eventos. Trabajo esporádicamente con otros muchos grupos que cuentan con mis servicios musicales, un aliciente también para abrir un abanico amplio en cuanto a la expansión de la música que hago. Tengo en mente también poner a pie de escenario mi nuevo trabajo cuando salga a la luz. Como podéis leer no hay día que desconecte una hora seguida de la música… la música es vida y está presente en cada uno de nosotros como una dimensión vital tal como el comer y el dormir.
-¿Cuáles son tus aspiraciones?
– Seguir creciendo como músico y persona a todos los niveles en todos los aspectos y los ámbitos que he nombrado a lo largo de toda la presente entrevista. Tengo muchísima ilusión en este proyecto. En los dos trabajos anteriores tuve ciertas limitaciones a la hora de hacer llegar mi música a más gente. En el primer trabajo pude distribuir 350 copias y en el segundo pude llegar a distribuir unas 650 copias. En este nuevo trabajo trataré de explotar más el ámbito cibernético en cuanto a Internet, redes sociales, plataformas digitales, etcétera. Todo ello con el fin de llegar a cuanta más gente mejor y compartir mi forma de hacer música. No me marco una meta concreta, la mayor de ellas es disfrutar y seguir trabajando rodeado de melodías. Siempre tendré comprado un boleto de la lotería de la ilusión, toca seguir viviendo y seguir poniendo música a mis días. Gracias a la vida y gracias a la música, hermanas gemelas ambas para mí.