S. D. “Uno de los nuestros”… se va. Uno de los capitanes del Recreativo de Huelva, Antonio Domínguez, ha puesto punto final -en sus palabras latió siempre el deseo de que fuera un simple punto y seguido- a sus 15 años en el club de fútbol más antiguo de España, una vez que como confirmó la propia entidad, se había llegado a un acuerdo para la rescisión del contrato que unía a ambas partes.
Técnicos, club, familiares, empleados, compañeros, afición y amigos, que siempre estuvieron con él y le ayudaron, fueron los principales protagonistas de la carta de despedida del canterano, que tuvo que interrumpir varias veces por sus lágrimas, y que leyó ante los medios, algunos amigos, dos compañeros del equipo y sus familiares en la sala de prensa del Nuevo Colombino.
Tras la presentación de Jesús Pulido, consejero del Decano, Domínguez comenzó la lectura de su carta, en la que primeramente confesó que era “un día duro para mí”, “ya que se acaba una etapa muy importante en mi vida… mis días como jugador del Recreativo de Huelva llegan a su fin”. “Me cuesta mucho hacerme a la idea que no volverá a pisar el césped del Nuevo Colombino con la elástica del Recre. Pero la situación actual me obliga a tener que emprender nuevos retos por mucho que me duela e irme de este gran e histórico club”, dijo.
Habló de lo que había supuesto ser jugador del Recre, y los sacrificios que tuvo que hacer para cumplir su sueño: “Llegué al Recre siendo alevín, pasé por todas las categorías, siempre luchando por mi sueño, llegar a debutar con el primer equipo para llegar a la cima. A veces tienes que cambiar el recorrido, y así lo hice. Salí cedido a la Olímpica Valverdeña, club al que siempre estará agradecido, porque me acogió con los brazos abiertos, y pude devolver su confianza sacando lo mejor de mí a base de goles y sacrificio. Felizmente aquella experiencia me ayudó para volver al Recre más fuerte. Primero jugué con el filial, y después pude cumplir mis sueños y debutar con el primer equipo”.
Repasó, ya en el capítulo de agradecimientos, a aquellos que han estado con él, codo con codo, en su periplo como albiazul. En primer lugar a los entrenadores: “He vivido muchas alegrías con esta camiseta, y aunque he pasado por momentos difíciles, todo ello me ha servido para aprender y avanzar. Ahora es el momento de decir adiós. Pero antes quiero acordarme de los entrenadores que me han marcado y que sin sus lecciones difícilmente podría haber llegado a donde estoy.
Gracias a Juan Palma, por la fe que tuviste conmigo en el filial, y que me llevó a subir al primer equipo; a Sergi Barjuán por hacerme debutar con el primer equipo; a José Luis Oltra por subirme al primer equipo en Segunda A y ser uno más de la plantilla; por último gracias a Pavón y a David Torrejón por darme su confianza viniendo de un año que no jugué la primera vuelta. Sin el apoyo de todos ellos no hubiera llegado a donde estoy, me enseñaron a superar los obstáculos y a aprender de mis errores”.
“También estoy muy agradecido a mis compañeros, especialmente con los que he compartido vestuario en los últimos años, con vosotros he vivido momentos únicos, aunque también difíciles, pero sobre todo he aprendido a no rendirme y sacar adelante cualquier situación por difícil que sea. Os echaré de menos”, continuó.
Domínguez también tuvo palabras para su representantes -“desde que empezamos a trabajar todo fue más fácil”- y, por supuesto, en uno de los momentos en los que le superó la emoción, a su familia: “Y como no, dar las gracias a mi familia, mi suegro, mi padre, mi hermana, mis amigos, mis cuñadas, mi mujer Vicky y mis dos hijos que han aguantan todo lo que sea, y que han sido un pilar básico en mi vida. Sin olvidarme de mis abuelos, gracias a abuelo Antonio y María, porque sólo yo sé lo que nos habéis ayudado, yeya… tú estás arriba, y desde el cielo sé que estás orgullosa de mí”.
Se acordó de las personas que hacen posible el día a día de la entidad, sus empleados: “Personas que son tan fundamentales en el día a día del club. En primer lugar al cuerpo médico, encabezado por Rodolfo Ortiz y Paco Antonio, a Pablo mi amigo nutricionista, a los fisios, al delegado Manolo Pedraza, al gran Cheche, te quiero Cheche tío, a Farruquito, y acordarme de un utillero que ya no está en el Recre, Perico.
En segundo lugar a todos aquellos trabajadores que han sufrido directamente el mal momento del club, que se han dejado el alma para que pueda seguir adelante.
También a la junta directiva, encabezada por Manolo Zambrano, al director deportivo Toledano, y a la persona que gestiona la parcela deportiva, Juanma López, gracias por comprenderme y facilitarme la salida”.
“Es momento de poner punto final a mi etapa como recreativista, toca emprender nuevos retos en busca de minutos para seguir con mi carrera futbolística, eso sí en mi horizonte siempre estará el Recre, el club de mis amores y al que espero regresar algún día. El club ha comprendido mi situación y la salida ha sido acordada y beneficiosa para ambas partes. Yo podré seguir evolucionando como jugador, y el club no saldrá perjudicado económicamente por mi marcha”, prosiguió.
La afición fue el epílogo de la despedida de Antonio Domínguez: “Mis últimas palabras van dirigidas a la afición, la que siempre estuvo con el equipo. Gracias a vosotros el club sigue con vida, demostráis en cada partido que el Recre es especial, que es un sentimiento que se lleva muy, muy adentro. Siempre recibí vuestro calor desde la grada. Mis latidos siempre serán recreativistas, como capitán que he sido, presumiré de haber formado parte de esta gran familia y del club más antiguo del pais, y no tengan ninguna duda que he defendido, defiendo y defenderé el club de mi vida, del que ahora me voy, pero que estoy seguro que algún día volveré. El Decano pronto volverá a donde se merece, muchas gracias y mucha suerte”.