Mari Paz Díaz. Con 29 años, Marcos García Vaquero ha logrado triunfar en el difícil mundo de la música al entrar a formar parte de la Orquesta Sinfónica de Madrid. Un premio a toda una trayectoria unido a su trompeta. Nacido en Huelva, aunque ha residido desde siempre en Aljaraque, este onubense comenzó a estudiar trompeta desde niño, puesto que, con tan sólo ocho años, entró en la Escuela Municipal de Música de Punta Umbría, lugar al que asegura que le debe «toda mi carrera como trompetista. Gran culpa de ello lo tuvo mi primer profesor y tutor Francisco Escobar, quién me guio hasta los 18 años cuando me fui a estudiar fuera de Huelva».
Su siguiente paso fue matricularse en 2007 en el Conservatorio Profesional de Música de Huelva y, después, en el Grado Superior del Conservatorio Manuel Castillo de Sevilla con Antonio Ureña. Y, dos años más tarde, realizó un cambio de expediente para continuar en el centro superior del País Vasco Musikene. Tal y como nos cuenta, «fue allí donde tuve la suerte de conocer a otra gran persona, músico y trompetista, como fue Luis González Marti. Su manera de entender la trompeta hizo que mejorara muchísimo y cambiara mi perspectiva de futuro. A día de hoy, sigo acordándome de él cada día que cojo la trompeta por todo lo aprendido en sus clases».
La carrera la finalizó en San Sebastián en el año 2012, cuando se marchó a Berlín para continuar su formación en la Musikhochschule Hanns Eisler de Berlín, una de las mejores escuelas para jóvenes músicos en la actualidad. En la capital alemana tuvo la oportunidad de trabajar con los profesores Rainer Auerbach, William Forman y Martin Wagemann, personas que enfocaron su carrera al repertorio orquestal para que pudiera conseguir un trabajo como trompetista de orquesta. En total, Marcos estuvo en Berlín durante cinco años, hasta que, en septiembre de este año, consiguió el puesto de ayuda de solista en la Orquesta Sinfónica de Madrid y titular del Teatro Real.
Todo un logro, que ha sido posible gracias a esta formación, pero también por su colaboración como trompetista invitado en importantes orquestas y proyectos, tales como Gustav Mahler Young Orchestra, Pacific Music Festival, Orquesta Nacional de España, Deutsche Oper Berlin, Staatkapelle Berlin, Orquesta de Cadaqués, entre muchas otras… Para Marcos, «allí aprendí gran parte del trabajo que tenía que llevar a cabo para poder alcanzar el sueño de conseguir una plaza en alguna orquesta profesional». Además, fue primer premio en el concurso patrocinado por Yamaha de la asociación de trompetistas ‘Alnafir’ en 2008. Experiencias todas ellas que le han permitido triunfar en el mundo de la música, tal y como nos cuenta en esta entrevista.
-Marcos, ¿cómo surge tu interés por la música?
–El interés comienza gracias a mis padres, que me inculcaron el valor de la música haciendo cantidad de esfuerzos para que pudiera continuar con esta formación. La Escuela de Música de Punta Umbría y su banda Municipal, con todos sus proyectos, despertaron en mí esa ilusión por la música que fue en crescendo cada año.
-¿Por qué la trompeta?
–Todo fue gracias a mi profesor y trompetista Francisco Escobar, que era el director de la Banda de Punta Umbría y, a su vez, mi profesor en el Conservatorio de Huelva.
-Ahora acabas de entrar en la Orquesta Sinfónica de Madrid. ¿Qué ha supuesto para ti?
-Ha supuesto muchas cosas en mi vida. Desde hace mucho tiempo ha sido una ilusión y un sueño hecho realidad. Viniendo de nuestra humilde Huelva, donde la música clásica por desgracia no es de sus platos fuertes, se hace algo más complicado hacerte a la idea de que algún día podría vivir tocando la trompeta, ya que no lo ves en tu día a día y si se pudiera ver, estaba tan lejos… Poco a poco, la vida te va ofreciendo personas, ocasiones, unos padres que apostaron a cada momento y un sinfín de señales que fui organizando y luchando hasta poder conseguir el sueño. Sabía que, hoy por hoy, y tal y cómo está el país culturalmente hablando, era muy difícil poder conseguir un puesto así en España, por lo que tenía mi idea hecha a vivir de por vida en el extranjero. Este puesto me ha dado la oportunidad de volver a mi país, pudiendo demostrar todo lo aprendido, más aún siendo en la capital y en un lugar tan emblemático como el Teatro Real.
-¿Ha sido muy difícil lograrlo?
–La competencia actual para un puesto así es tremenda. Son muchos los chavales que acaban la carrera cada año y las oportunidades que se ofertan son escasas. En España, el nivel ha cambiado mucho en estos últimos tiempos, puesto que los jóvenes hemos salido fuera para conocer culturas donde la música clásica está a un nivel impresionante, conociendo los mejores profesores de cada especialidad y empapándonos de música día a día, escuchando las mejores orquestas del mundo. La preparación para alcanzar un puesto así no es de días ni de meses, sino de años. Pienso que uno va formando su objetivo, poco a poco, trabajando duramente cada día. Normalmente, antes de conseguir un puesto así, uno ha pasado por varias oposiciones, conociéndose así mismo en momentos de extrema tensión. Esos han sido para mí los momentos más interesantes, donde me he ido conociendo más y más sabiendo los puntos débiles a trabajar. Sabía que la oposición para el puesto en la Orquesta Sinfónica de Madrid era muy difícil. Había más de 125 solicitudes para ese puesto, de los cuales alrededor de 50 aspirantes nos presentamos el día de la audición. La audición duró casi 10 horas desde que comenzó la primera fase. Y, aguantar la concentración tanto tiempo, requiere de una preparación especial y de años, sabiendo en cada momento cómo controlar tu mente para dar el 100% en cada fase.
-¿Qué proyectos se abren ante a ti a partir de ahora?
-Formo parte de la plantilla de la Orquesta Titular del Teatro Real, donde tenemos una programación anual en dicho Teatro. Llevamos a cabo un total de diez producciones de ópera cada año en el Teatro, aparte de ballets, recitales con solistas internacionales y un ciclo de diez conciertos sinfónicos en el Auditorio Nacional. La orquesta tiene una gran actividad y, de momento, mi ocupación plena quedará en todos los proyectos a llevar a cabo con la orquesta.
-¿Cuál tu balance de la experiencia en estos primeros meses?
-El balance es muy positivo en todos los aspectos. Musicalmente, es una formación que cuenta con músicos increíbles y estar rodeado de ellos cada día hace que siga aprendiendo y mejorando. Además, la vida me ha cambiado por completo. He vuelto a mi país con todo lo que ello requiere, vivo al lado del teatro, he vuelto a las costumbres españolas mejorando mucho la calidad de vida, simplemente observando el cielo azul cada día, con esa bola amarilla que en Alemania no se asomaba mucho (risas).
-¿Qué países has visitado como músico?
-Gracias a todos los proyectos para jóvenes músicos y de las invitaciones por parte de las orquestas con sus respectivas giras, he podido visitar países como Japón, Corea del Sur, China, EEUU, México, Rusia, Marruecos, Noruega y prácticamente todos los países europeos.
-De los lugares que has tocado, ¿alguno que recuerdes de forma especial?
-Nunca olvidaré las grandes salas de conciertos, no sólo por su grandiosidad, si no por todo el palmarés que por allí había pasado. En especial, me quedo con Musikverein de Viena y la sala de Concertgebouw de Amsterdam, tocando con GMJO, el Suntury Concert Hall de Tokio, tocando con la orquesta del Festival del Pacífico y cómo no, Philharmonie de Berlín, tocando con varias orquestas berlinesas.
-¿Tienes alguna otra idea para el futuro?
-De momento, me gusta pensar en el presente, disfrutar como trompetista en la Orquesta Sinfónica de Madrid y, quizás, en un futuro, poder compartir mis experiencias y aprendizaje impartiendo clases, pero siempre manteniéndome en activo tocando en la orquesta.
-¿Algo que te gustaría conseguir?
-De momento, he conseguido el que hasta ahora había sido realmente mi sueño. Siempre habrá oportunidades de opositar para grandes orquestas a nivel mundial. Veremos si algún día me atrevo a intentarlo, aunque el haber llegado aquí, ya me hace sentir bastante afortunado.
-A nivel personal, ¿qué es lo que más echas de menos de Huelva?
-Huelva siempre ha sido, es y será mi ciudad. Siempre la llevo presente esté donde esté y mantengo muy buena y constante relación. Hoy en día, la comunicación es tan fácil, que hace que no pierda esa unión. No falto a ninguna de sus tradiciones, siempre tengo el frigo hasta arriba de sus productos, todos de allí, pero lo que sí echo mucho en falta es el día a día de su gente y los paseos por la playa, que si estuviera allí serían a diario.
-¿Qué ha supuesto para ti el Conservatorio de Huelva?
-El Conservatorio de Huelva ha sido mi principio, mi infancia, mis amigos, mis profesores. Realmente, estoy ahora escribiendo esto gracias a todo lo aprendido en ese centro.
-¿Algún mensaje final a los onubenses?
–Simplemente, quería animar a todos los chavales que comienzan sus estudios musicales en Huelva, que sigan con ilusión su día a día, que luchen por lo que realmente quieren, esté o no relacionado a la música, y, sobre todo, que abran sus mentes a salir y viajar para conocer otras culturas, profesores, etcétera… Sabemos que por la situación geográfica que nos encontramos, estamos un poco apartados de los grandes centros musicales, pero Madrid está a 3 horas y media en tren y Berlín a 6 horas en total, sumando tren y avión. Es muy importante en la música, empaparse de otras culturas y ver cómo funciona lo mismo que uno hace en otros países. En Huelva hay un gran talento innato que necesita salir para ser explotado como merece, musicalmente hablando y relacionado con la música clásica. Evidentemente, si me quiero dedicar al flamenco, lo mejor es formarse en nuestra ciudad, pero siempre con el espíritu de conocer otras culturas para enriquecer aún más la nuestra y valorar de dónde venimos.
2 comentarios en «Marcos García Vaquero, un trompetista onubense en la Orquesta Sinfónica de Madrid»
Grande marcos!!grandísima persona!!y esa cercanía te hace ser además de un pedazo de musico,buena gente a rabiar!!un gran abrazo!!
buenas s,me gustaria poder oirla ,hay algun enlace?tengo un aparato d sonido muy bueno,y ver como se escucha ese instrumento