Mari Paz Díaz. Los medios de comunicación de todo el país se han hecho eco esta semana de la iniciativa de la Real Academia de la Lengua (RAE) de actualizar su Diccionario de la Lengua e incluir en la definición de «sexo débil» una marca de uso que indicará que ésta se utiliza «con intención despectiva o discriminatoria«. En cuanto al término «sexo fuerte» aparecerá otra marca, con la indicación de que se usa «en sentido irónico». Es decir, el término seguirá en el diccionario, pero incluyendo ese matiz, «dado que su uso está documentado», según ha explicado la propia RAE.
En la actualidad, en el Diccionario, en la definición que encontramos del término «sexo» aparece la expresión «sexo débil» como «conjunto de las mujeres» y en la de «sexo fuerte», «conjunto de los hombres». Una expresión que hunde sus raíces en el siglo XVIII, en el año 1790, cuando fue utilizado por primera vez por Leandro Fernández de Moratín, pero que, claramente, se encuentra muy lejos de la visión actual de la sociedad en pleno siglo XXI. Y muy distante, como puede comprobarse, de todas las actuaciones que se llevan a cabo en nuestra sociedad a favor de la igualdad de género.
Sin embargo, la cuestión parecía haber pasado desapercibida. Al menos hasta ahora. Y ha sido precisamente una joven de Huelva, Sara Flores Romero, ex alumna del IES Diego de Guzmán y Quesada y estudiante de Marketing e Investigación de Mercados y Turismo en la Universidad de Cádiz, la que ha llamó la atención sobre este hecho. Lo hizo en 2016 a través de la plataforma change.org, donde solicitaba que la RAE eliminara la definición de ‘sexo débil’ como «conjunto de las mujeres» por considerarlo un signo de machismo más.
En concreto, con el título de ‘RAE: la mujer no es el sexo débil #Yonosoyelsexodébil’, Sara esgrime en su petición que «es increíble que en los tiempos que corren se sigan permitiendo estos machismos y más en una institución tan importante como es «La Real Academia Española» que dice «velar por el buen uso de la lengua española». Creo que son definiciones que no deberían existir por el mero hecho de que seamos mujeres u hombres. Como mujer que soy es normal que me sienta ofendida y también pienso que es una gran ofensa para todas las mujeres y para todas las que han luchado por que hoy en día tengamos derechos. En pleno 2017 me parece vergonzoso que todavía queden mentes tan cerradas».
Es cierto que la RAE ha manifestado que esta revisión que realiza de la definición de «sexo débil» es «ajena» a la campaña de Sara Flores. Sin embargo, está claro que la iniciativa de la onubense ha sido fundamental en esta consideración. Sobre todo, dada la enorme repercusión que la campaña ha tenido, no sólo en esta plataforma, donde ha conseguido, por el momento, más de 177.600 firmas, sino que, además, hay numerosos colectivos que se han ido sumando a esta reivindicación.
De todas formas, Sara Flores considera que «esta propuesta la tenía pensada la RAE antes de iniciar mi campaña en Change.org, pero creo que mi propuesta sí ha incidido para que llegue a tomar esa decisión, así que, aunque sea insuficiente, estoy muy contenta de que, al menos, añadan la marca de uso». Una reflexión a la que la joven de Huelva añade que «pienso que no es la respuesta que, ni yo, ni las personas que han apoyado la campaña, esperábamos. Queremos conseguir que se elimine por completo esta definición».
Para Flores Romero, «la RAE se excusa en que recoge los usos de las palabras y que éstas no están ahí por capricho. Sin embargo, aunque esta palabra haya podido ser usada por diferentes escritores a lo largo de la historia, ya está en desuso y, además, su definición es errónea. Para conseguir una sociedad menos machista, primero, debemos mantener una mente abierta al cambio. Y, con pequeñas cosas como éstas, son por las que se empiezan». Por todo ello, Sara piensa seguir con su campaña de recogida de firmas.
Recordemos que la idea de lanzar esta petición por change.org le surgió en su día «al ver una captura de una chica en Instagram, en la que salían estas definiciones. Lo primero que hice fue comprobar que era cierto. Ante mi asombro se lo comenté a mis amigas que se quedaron igual de perplejas que yo. Entonces les dije que ahí no se podía quedar la cosa y que iniciaría un change.org», según comentaba entonces Sara a HBN. Lo que no se esperaba la onubense es que el tema tuviera tanta repercusión, aunque «es una alegría ver cómo la gente se vuelca».
Y, de hecho, en su día, la RAE se puso en contacto con la joven estudiante y comentó que pondrían solución al tema, añadiendo una nota a estas acepciones, especificando que se usan en tono despectivo. Sin embargo, esa media a Sara le pareció «insuficiente, tanto para mí como para todas las mujeres y hombres en general. Espero que la eliminen por completo».
Tanto es así, que Flores ha añadido a su petición la siguiente reflexión: «Como sabéis, la RAE me ha dado una respuesta que no es la esperada. Esta respuesta es seguir dejando la definición, pero ponerle una marca para que se sepa que se utiliza para «uso despectivo». Por eso quiero que juntos sigamos compartiendo y haciendo que esto no pare porque los de la RAE no ponen de su parte. Es increíble la cantidad de machismo que hay en la RAE como estos que seguro que no os dejaran indiferentes: Hombre de la calle: persona normal y corriente. Mujer de la calle: prostituta. Hombre mundano: no existe. Mujer mundana: prostituta. Hombre público: hombre que tiene presencia e influjo en la vida social. Mujer pública: prostituta. Hombre de partido: no existe. Mujer de partido: prostituta. Creo que basta YA! de tanto machismo. Por eso os animo a que sigáis apoyando está petición y que no decaiga. Con muy poquito como veis se consiguen cosas y juntos podemos conseguirlo«.
Al respecto, la RAE ha recordado que en el enlace www.rae.es/formulario/unidrae, cualquier hispanohablante puede enviar sus propuestas para que se modifique, anule o añada un término. La nueva edición escrita del Diccionario de la Lengua, que saldrá en los próximos años, será la primera digital y tendrá un profundo carácter panhispánico.
Con ello, se pone de manifiesto que todavía queda mucho camino por recorrer, pero este gesto de la RAE, sin duda, es un avance en la adaptación del lenguaje a la igualdad de géneros. Y todo gracias a una propuesta de una joven estudiante de Huelva, que continuará luchando porque su reivindicación se haga efectiva por completo. Enhorabuena Sara.