Rosa Mora. La Real Academia de la Lengua Española (RAE) define el término ‘estuario‘ como: «desembocadura de un de un río caudaloso en el mar, cuyos lados van apartándose en el sentido de la corriente, y por la influencia de las mareas en la unión de las aguas fluviales con las marítimas». Ese matiz, el de influencia, mezcla… fue determinante para que este nuevo grupo onubense tomara el vocablo como propio, ya que es precisamente la combinación, la amalgama de sonidos, estilos y géneros lo más representativo de Estuaria.
La grabación de su primer trabajo discográfico, que llevará por nombre ‘El teatro de mi vida’, es el proyecto más ambicioso en el que se encuentran trabajando en estos momentos. Un álbum que esperan ya muchos de los seguidores de este grupo, que van incrementándose en número desde que Estuaria se diera a conocer en marzo de 2016.
Huelva Buenas Noticas ha tenido la oportunidad de conversar con Julia de la Torre, Andrea Pallero Garrido, Rocío Valladolid Báñez, Garik Roudavoc y Pablo Fernández del Pozo, quienes nos adelantan que este sábado 25 de noviembre actuarán en la plaza del Ayuntamiento de Huelva, a las 19.00 horas, en el marco del ‘Fair Saturday Huelva’.
– ¿Cómo nace Estuaria?
– Estuaria nace de un grupo de amigos y conocidos. Un buen día a Julia, nuestra vocalista, le ofrecieron cantar en un concurso musical comarcal, ella en un principio no pensaba presentarse, pero se acercó a casa de Rocío, guitarrista, y se lo comentó. Fue Rocío quien le dio el empujón que Julia necesitaba para dar el paso, y además le propuso comentarles la idea a su amiga Andrea, violinista y a su amigo Pablo, percusionista, para que así todos juntos se presentaran al concurso -Garik, nuestro flautista, se incorporaría más tarde-. Teníamos una semana de margen. Como requisito, el concurso pedía que cada participante presentara el vídeo de una canción, como íbamos a por todas, decidimos ir a un estudio de grabación para presentar la canción con la mayor calidad posible. El tiempo se nos echaba encima y no encontrábamos a nadie que en tan poco tiempo nos pudiera grabar un videoclip, por lo que nos echamos a valientes y con nuestra propia cámara grabamos imágenes de la grabación del tema. Sin apenas vernos, debido a la distancia a la que vivimos, cada cual fue poniendo su granito de arena en la canción. El resultado nos sorprendió a todos porque nos quedó una canción muy fresca y sencilla, pero a la vez cercana y que transmitía emoción ‘Nos Debemos’. En pocos días teníamos vídeo y canción listos, sólo nos faltaba un nombre para el grupo. Enviamos la canción al concurso, que constaba de dos partes: una primera votación on-line, en la que podía votar cualquier persona, y una segunda parte que consistía en una gala en la que había que interpretar la canción en directo.
Nada más hacer públicos los vídeos de todos los participantes de los pueblos del Condado de Huelva, nuestro vídeo comenzó a destacar. En apenas dos días recibió unas 14.000 visitas. Muchas personas comenzaron a votar por nosotros y, a pesar del alto nivel del resto de participantes, nos hicimos con el primer puesto de las votaciones on-line. Pasado el tiempo llegó el día de la gala, nos presentamos en el teatro de Villalba con nuestros nervios, una cesta de mimbre, unas flores de lavanda, libros y velas para ambientar nuestra actuación, la idea era recrear un salón muy acogedor. Nuestra actuación fue muy aplaudida, incluso hubo gente en el público que coreaba el estribillo de ‘Nos Debemos’, lo que nos llevó en volandas para conseguir el primer premio que recibimos con mucha ilusión. En un principio no teníamos idea de continuar como grupo, ni comenzar un nuevo proyecto musical, pero ganar el concurso nos hizo ver que lo que hacíamos, además de gustarnos a nosotros también gustaba a mucha gente. Recibimos el apoyo de personas de muchas partes del mundo, pero sobre todo de la gente de Almonte, a todos ellos les queremos agradecer su apoyo desde aquí.
– ¿Por qué ese nombre, Estuaria?
– Cuando comenzamos a prepararnos para el directo de la gala, nuestros ensayos se alternaban entre la desembocadura del Río Guadiana y la del Río Guadalquivir, entre Ayamonte y Almonte. No sabemos si alguna vez le habéis puesto nombre a algo, pero a nosotros nos resultó difícil. Nos parecía que en el nombre de nuestra formación debían de verse reflejadas la mezcla de gustos y estilos musicales de todos, un nombre con el que sentirnos representados. Después de una buena comida y con una buena taza de café entre manos hicimos una lluvia de ideas, salieron nombres muy divertidos, pero en cuanto alguien dijo Estuaria lo tuvimos claro. Por encarnar los estuarios en los que vivimos, en femenino, y por ser además el nombre de Huelva en la época romana ‘Onuba Aestuaria’.
– De definiros como grupo, ¿Cómo lo haríais?
– Estuario es donde acaba el río y empieza el mar, es donde se mezclan las aguas. Estuaria es donde muere el silencio y nacen los sonidos, es donde se mezclan las culturas. Música de autor con matices flamencos y celtas. Julia y Rocío componen sus propias canciones desde hace años, Andrea y Garik llevan la música celta arraigada y Pablo es el ritmo en el flamenco.
– ¿Géneros musicales con los que os sentís más identificados?
– A modo particular, y algunos en general, estos son los géneros musicales que nos han llegado y nos han ayudado a ser los músicos que hoy somos: música clásica, andina, cantautores/as, klezmer, folk europeo, tradicional rusa, celta, medieval y flamenco.
– ¿Temas propios o versiones?
– En un principio, recién ganado el concurso, nos llovieron las ofertas para tocar en distintos lugares, pero nos encontramos con el inconveniente de que tan sólo teníamos una canción preparada, por lo que tuvimos que rechazarlas. Tan pronto como nuestros trabajos nos lo permitieron nos pusimos manos a la obra en la elaboración de más canciones propias y en versiones que nos parecieron interesantes. Nuestras primeras actuaciones fueron de media hora aproximadamente, siempre dejábamos al público con ganas de más. Actualmente disponemos de un repertorio de doce canciones de las cuales cinco son propias. Una de ellas ‘El Teatro de mi Vida’ compuesta por Julia dará nombre a nuestra criatura, nuestro futuro disco.
– ¿Qué deseáis transmitir en el público?
– Cuando alguien se presenta por primera vez frente a Estuaria en una actuación recibe una explosión de matices, de timbres, de colores, en resumen, de magia. La mezcla de sonidos del sentido violín, las distintas flautas del mundo, el toque de la guitarra, la chispa de la percusión flamenca y, por supuesto, de la maravillosa voz de Julia hace viajar al más escéptico. Cada instrumento por separado y todos en su conjunto compactan en uno solo y hacen que la música se cuele por las venas y llegue al corazón. Y esto no lo decimos nosotros es una idea general de lo que nos comentan quienes han venido a alguna actuación nuestra.
– Habéis actuado en diferentes escenarios, ¿Conciertos más especiales?
– Hemos tocado en muchos y diversos lugares: presentaciones de libros, bodas, festivales, bares, espacios culturales… Si tenemos en cuenta su valor, sin duda nos quedamos con aquellas actuaciones que por su carácter benéfico han servido para que aportemos nuestro granito de arena. Por otra parte, nuestro concierto en el Centro de Arte ‘Harina de Otro Costal’ fue muy especial para nosotros, por lo especial de este lugar y por lo a gusto que nos sentimos allí con el público, hubo conexión. Pero donde además de conexión tuvimos también cercanía, fue en un chiringuito de Matalascañas. Nos costó poder tocar allí porque, por lo general, buscan música más comercial para ambientar las tardes de verano. Además se sumaba un inconveniente, tan sólo teníamos libre un jueves de agosto, por lo que el propietario desconfiaba que pudiera llenarse el local. Nosotros esperábamos que viniera gente por tratarse de nuestra querida Matalascañas, pero nunca hubiéramos podido imaginar la cantidad de gente que se acercó hasta allí desde muchos lugares, nos vinieron a ver desde Sevilla, Huelva, incluso desde Granada. Finalmente disfrutamos de un concierto mágico mirando al océano y a las dunas fósiles de Doñana justo en la puesta de sol, y con un público entregado que cantó ‘Nos Debemos’ tan bien, que hasta Julia dejó de cantar para acercarles el micro… fue espectacular.
– E imagino que habréis recibido críticas, vamos a quedarnos con las positivas, ¿El halago más bonito que han hecho a vuestra música?
– Para gustos colores, y en la música aún más. Estuaria, como dijimos antes, tiene un estilo bastante peculiar que se mueve entre matices flamencos y celtas, en una ocasión nos dijeron que nosotros no hacíamos flamenco, y en cierto modo tenían razón, Estuaria no hace flamenco, tenemos un toque de flamenco. Como halago no hay nada mejor que ver como no hay un rango de edad o estilo personal para escuchar a Estuaria, se nos acercan jóvenes y mayores para felicitarnos, al igual que personas que nos han reconocido que rara vez se salen de su estilo musical para escuchar otra cosa y que con nuestra música lo han hecho porque les llega, les hacen sentir, es mágico. Estas tres expresiones son las que más nos suelen repetir,
– ¿Proyectos futuros?
– Entre manos tenemos la grabación de un disco ‘El Teatro de mi vida’, estamos deseando que vea la luz, pero por otra parte le estamos dedicando todo el tiempo que necesite para que madure en nuestras manos. Lo modelamos, lo mimamos y le vamos dando forma hasta que quede perfecto. Lo que llevamos hasta ahora es una apuesta firme por la música, seria y decidida a removeros por dentro, a no dejar a nadie indiferente. También tenemos en mente la grabación de un videoclip, esta vez con más tiempo y con apoyo profesional. Una vez el disco esté listo nuestro principal objetivo será darle promoción y difusión y lo enmarcaremos dentro de una gira de conciertos.
– ¿Cuáles son vuestras aspiraciones?
– Nuestra principal aspiración es divertirnos haciendo lo que nos gusta, disfrutar de la música y hacer disfrutar a los demás.
– Muchas gracias.
