S. D. “La ilusión que tengo de poder jugar al fútbol acá en España es el principal motivo por el que me levanto todos los días a rehabilitación”. Contundente Bárbara Santibáñez, jugadora chilena del Fundación Cajasol Sporting, que después de una operación en la rodilla, ha entrado en la segunda fase de la rehabilitación. Poder jugar el final de la Liga es la llama de la esperanza de la chilena, “agradecida” al club por las atenciones en “un momento superdifícil”.
No se puede decir que haya tenido suerte Bárbara Santibáñez tras su llegada a la Liga Iberdrola. La atacante chilena se lesionó en la primera semana de la pretemporada pero, poco a poco, comienza a ver algún rayo de luz al final del túnel.
Fue operada de la rotura del ligamento cruzado anterior en la clínica FREMAP de Sevilla, donde completó con éxito la primera fase de rehabilitación. Recuerda “el momento superdifícil” de su intervención y lamenta estar “fuera de casa en un momento tan doloroso”. Eso sí, agradece “al club el apoyo que me ha brindado desde el primer día en un momento donde el apoyo de la familia es primordial. Agradezco que estuvieran allí el entrenador, la presidenta y la fisio. Después empecé la rehabilitación en Sevilla, iba muy bien pero las cosas se empezaron a complicar, empecé con febrícula, malestar de cuerpo, lo que dio indicios de una posible infección, me tuve que operar de urgencia de nuevo para hacer un lavado de rodilla”.
Afortunadamente todo quedó en “una anécdota negativa” y desde hace unas semanas está inmersa en la segunda etapa de su periodo de recuperación, que sigue “lento pero seguro”, pues “la rodilla respondió bastante bien a los tratamientos que he tenido de antibióticos y ahora de rehabilitación. Me ha servido mucho, me dio mucha más seguridad y por el momento mi rodilla está bien, está estable y va respondiendo a la rehabilitación”.
Sigue una “vida rutinaria” desde que regresó a Huelva: “Voy al gimnasio por la mañana a primera hora, después estoy en rehabilitación una hora y media con ejercicios, con máquinas, y por la tarde descanso un rato y vuelvo a ir a rehabilitación pero ya en piscina para fomentar la caminata, la marcha”.
Ahora que echa la vista atrás se acuerda “de mucha gente que está atrás en silencio apoyando, soy muy agradecida al club, que me ha dado un apoyo desde que supe el primer día el diagnóstico de mi lesión, de la gravedad que tenía, a Antonio, a Manoli, que no me apresuran, que están todo el día pendiente de mí, a mi fisio del club -María de la O Rubio-, que también me ha dado una mano importante cuando he tenido alguna duda de la rodilla, y, por supuesto, a mi familia, que está lejos y desde la distancia no hay día que me falte, siempre están pendientes de mí, y por supuesto a las amistades que deje allá pero que la distancia que no impide que sigamos el contacto”.
Bárbara Santibáñez continúa recuperándose sin prisa pero sin pausa, y ya hace planes para un futuro con el mismo compromiso con el que llegó a Huelva: “lo que quiero es jugar al fútbol, es retribuir la confianza que me han dado y han depositado en mí al traerme acá, y lo que más quiero es jugar con el Sporting y después por mi selección también. Mi objetivo es demostrar mi fútbol, demostrar mi forma de jugar, jugar acá con el Sporting, responder y vestir esta camiseta lo antes posible”.
Es más tiene las ideas claras para la próxima campaña: “Me gustaría continuar, por mi lesión me van a quedar dos o tres meses donde voy a poder jugar si todo sale bien. Creo que no vine para ese tiempo, me encantaría continuar, me encantaría poder haber estado un año tranquila, sin lesiones, donde pueda integrarme bien a todos los entrenamientos, a todos los partidos, vivir una liga sin improvistos como esto y, como dije anteriormente, retribuir la confianza que han puesto para traerme”.