Redacción. El tiempo fue el único adversario de la I Noche en Blanco de Hinojos, las primeras lluvias del otoño cayeron en la misma franja horaria en la que el Ayuntamiento de Hinojos programó las visitas culturales, sin embargo el interés y el entusiasmo de más de 80 vecinos del municipio se antepusieron a las adversas condiciones meteorológicas.
La concejala de cultura, Puri Pérez asegura que “la sensación que han sentido todos los participantes ha sido muy positiva, hemos vivido una noche mágica”. A la vez que ha subrayado la “notable exposición de todos los guías”.
El principal objetivo de esta actividad era la puesta en valor del patrimonio local y así se ha hecho con la colaboración de todas las hermandades locales: Hermandad del Valle, Sacramental, Rosario, Vera + Cruz y Esperanza, Soledad y Hermandad del Rocío de Hinojos, junto a ellas el apoyo de D. Justino Espuela Muñoz, cura párroco de la localidad.
Durante el recorrido los participantes visitaron la Ermita del Valle, donde conocieron la historia de la Primitiva Hermandad de Penitencia con la Cofradía del Cristo de la Sangre, allá por el siglo XV. La talla del Santísimo aún se conserva en este mismo templo, pero en la actualidad los titulares de dicha hermandad son el Cristo de la Veracruz y la Virgen de la Esperanza.
A continuación, y para entender la devoción de la Patrona del pueblo, los representantes de la Hermandad del Valle se adentraron en la historia del municipio hinojero con una proyección que viajó al siglo XVIII. Y como testigo de esta historia los pendones reales que se encuentra en dicha Ermita, los cuales fueron donados por Alfonso X El Sabio a la Virgen del Valle.
La Ermita de la Hermandad de la Soledad también abrió sus puertas para ser visitada, y su conductor explicó que el origen del templo fue un hospital de mendicantes de la Orden de los Caballeros de Santiago. Hace escasos meses, y tras la aparición de unas fotografías antiguas se ha desvelado que hasta el 1950 la Ermita era de estilo mudéjar, fomada por tres naves de sillería.
Uno de los lugares más desconocidos y, por tanto más sorprendente para los visitantes fue la Harina de Santa Rosa, el único molino de Andalucía Occidental que se conserva en perfecto estado con su maquinaria original. Una de las curiosidades de este molino hinojero fue su forma de pago: “la maquila”. La persona que quería moler su trigo tenía que dejar una porción al molinero como contrapartida, de esta manera el molinero se sacaba su beneficio con la futura venta de la harina.
La I Noche en Blanco también reservó un espacio a las artes plásticas y visuales con el apoyo del Taller Municipal y la Asociación CREARTE de Hinojos. En la Casa de la Cultura se expusieron numerosas obras sobre papel, y a diferencia de otras muestras esta presentó trabajos menos habituales como son las esculturas, los relieves o los libros de artistas, los cuales fueron presentados por sus propios autores, quienes mostraron una gran sensibilidad hacia las diversas manifestaciones artísticas.
La visita más extensa se dio en la Iglesia Parroquial de Santiago el Mayor, templo catalogado como Bien de Interés Cultural por su valor patrimonial. En este lugar se llevaron a cabo los conciertos musicales a cargo de los profesores de la Escuela Municipal de Música de la localidad, al suspenderse las actuaciones de calle por las condiciones climatológicas. No obstante, el cambio fue un acierto, ya que el hilo musical fue clave para crear la magia en esta primera edición de la Noche en Blanco de Hinojos. Con un silencio absoluto, la música sonaba bajo los arcos de estilo mudéjar que identifican a este templo construido entre los siglos XIV y XV, un templo con una acústica perfecta para sentir la bella vibración de la música instrumental.
Víctor Manuel Bocanegra fue el encargado de dirigir esta visita y explicó que a diferencia de cualquier otro templo religioso, la Iglesia Parroquial de Santiago es un magnífico ejemplo de iglesia-fortaleza, construida con materiales más antiguo y piezas de acarreo con dos columnas con capiteles de estirpe tardorromana o visigótica.
En cuanto a obras pictóricas, la Iglesia Parroquial cuenta con una obra de Alejo Fernández, “La duda de Santo Tomás”, la pieza con más valor del municipio hinojero. En la misma parroquia tienen su sede tres hermandades locales: Sacramental, Rosario y Hermandad del Rocío. Las dos primeras hermandades con advocación en la localidad desde los siglos XV y XVI, con tallas de gran valor.
Sin embargo, la Hermanad del Rocío de Hinojos es la más joven de la localidad, fundada en 1934 por un grupo de devotos de la Virgen del Rocío, aunque su participación en la romería –de manera no oficial- se remonta a décadas anteriores a la fecha de constitución. Para conocer la trayectoria de esta hermandad, los visitantes pudieron escuchar a la historia viva de dicha hermandad, Nazaria Álvarez, con datos y anécdotas de experiencias vividas.