M. P. D. La Dirección General de Ordenación Educativa ha dado a conocer los alumnos que han obtenido el Premio Extraordinario de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato en Andalucía, correspondiente al curso 2016-2017, tras alcanzar la excelencia en sus calificaciones y concluir con los mejores expedientes. Un reconocimiento que este año ha recaído en la provincia de Huelva en Juan Silvanio Tirado Illescas, alumno de ESO del IES Vázquez Díaz de Nerva y en la modalidad de Bachillerato, a Marta Pérez Bazán, procedente del IES La Rábida, Eva Gualda Vaz, del IES Diego de Guzmán y Quesada, Julio Sánchez García, del IES Diego de Guzmán y Quesada y Ana Pérez Zunino, del IES Alto Conquero de Huelva.
Jóvenes que han destacado por su esfuerzo y dedicación, dado que el principal requisito que deben cumplir es haber superado los dos cursos de Bachillerato en cualquiera de las modalidades establecidas por la ley, con una calificación media igual o superior a 8,75 puntos en Bachillerato. Además, a raíz de este reconocimiento, junto al beneficio económico, pueden optar a los Premios Nacionales de Rendimiento Académico.
Una distinción que ha llenado de satisfacción a estos jóvenes y sus familias, de ahí que queramos darles visibilidad en HBN a través de una serie de entrevistas para conocer a estos cinco alumnos excelentes. Una serie de entrevistas que continuamos con Eva Gualda Vaz, una joven de 17 años, alumna del IES Diego de Guzmán y Quesada, aunque anteriormente había estudiado en el IES Estuaria.
Tras realizar el Bachillerato por Humanidades, la joven se encuentra estudiando Traducción e Interpretación en la Universidad de Granada, una carrera que siempre tuvo claro que era lo que quería hacer. En concreto, Gualda ha elegido las ramas de inglés y árabe. Reconoce que este último idioma no era su primera opción, “puesto que siempre quise decantarme por el ruso, pero, en el último momento, me decidí por el árabe. Y, realmente, estoy muy satisfecha con mi decisión, porque me gustan mucho”.
En cuanto al inglés, era un idioma que desde el principio tuvo claro, al ser la segunda lengua que siempre había estudiado, desde pequeña. Pero el árabe ha sido una opción elegida en el último momento. “Siempre había querido estudiar ruso, porque me parecía un idioma muy misterioso. Pero, este año, cuando estuvimos estudiando el arte islámico, me gustó tanto que comencé a pensar que quería saber más sobre esta cultura. Y, casi sin pensármelo, en el último momento, he elegido el árabe. He de reconocer que es difícil, pero me está llamando mucho la atención”, nos comenta entusiasmada.
Eva, además, está muy contenta en la Universidad de Granada, porque, además de poder disfrutar de la belleza de la ciudad nazarí, también está notando que su Facultad de Traducción cuenta con un gran nivel, lo que provoca que le estén exigiendo mucho, pero lo agradece por la oportunidad que se le brinda de aprender.
En este aspecto, su sueño profesional sería llegar a ser traductora de la ONU, si bien, acaba de empezar y ha llegado a Granada con la mente muy abierta, así que, considera, que “aún me queda mucho por aprender y es probable que vaya conociendo campos y asignaturas que me pueden abrir a nuevas posibilidades y metas, por lo que no cierro ninguna puerta. Nunca se sabe hasta dónde podemos llegar o lo que nos gustaría conseguir en el futuro”.
En cualquier caso, Eva reconoce que, en ningún momento, pensó que podría obtener este Premio Extraordinario de Bachillerato. Es más, estuvo a punto de no presentarse al examen. Tal y como nos cuenta, “si al final lo hice fue porque me convencieron mis padres. Pero no estudié nada esos días. Por eso pensé que no tenía ninguna posibilidad. Sin embargo, cuando hice el examen me di cuenta de que las preguntas podía hacerlas con lo aprendido a lo largo de estos años de Bachillerato, que no podría hacerse estudiando sólo unos días”. Así que, tras conocer la noticia, está muy emocionada y muy satisfecha.
Por este motivo, la joven, para terminar, aconseja a los jóvenes onubenses precisamente eso, “que no dejen los estudios para el último día, sino que vayan estudiando a lo largo de todo el curso. Y que no entiendan las asignaturas o las enseñanzas como una imposición, sino como una forma de aprendizaje. Porque, si prestamos atención, si nos interesamos por lo que nos enseñan, nos podemos dar cuenta de que todo nos puede ayudar mucho en nuestra vida diaria. Por ejemplo, si aprendemos Historia, seguro que nos permitirá luego mantener una conversación que merezca la pena, como personas formadas. Es decir, que nos puede servir mucho en nuestro día a día”.