Rosa Mora. «Creo en la capacidad del arte de transmitir algo sin necesidad de explicaciones. Me gustaría pintar lo que no sé decir», así se expresa el artista Diego Cerero Molina durante una entrevista concedida a Huelva Buenas Noticias con motivo de su viaje a París para participar en la Young International Art Fair 2017.
Natural de Valverde del Camino, Diego Cerero, que ha tenido siempre clara su vocación, realizó Bellas Artes en la Universidad de Sevilla, especialidad de Pintura. Asimismo, cuenta con un Máster Oficial en Arte: Idea y Producción cursado en la Hispalense.
La obra de Diego Cerero Molina, la cual gira en torno al ser humano y todo lo que le rodea, se ha expuesto en galerías de todo el país, al tiempo que ha formado parte de prestigiosas muestras internacionales. En esta línea, el artista hace hincapié en su vinculación con la Galleria Russo de Roma con quienes ha dado a conocer su trabajo en ciudades como Parma, Catania, Roma, Bolonia o Estambul, entre otras, permitiéndole, al mismo tiempo, exponer junto a artistas de la talla de Giacomo Balla, Fausto Pirandello, Gerardo Dottori, Giorgio de Chirico, Anton Zoran Music, Medardo Rosso o Tommaso Ottieri. Líbano y Portugal son también destinos internacionales en los que el joven artista ha tenido la oportunidad de mostrar sus obras.
– Hablemos de sus comienzos, ¿Cuándo empieza a interesarse por el mundo del arte?
– Desde muy pequeño estuve interesado tanto en la pintura como en la escultura como una forma de pensar y de entender mejor lo que veía a mí alrededor. De ahí que los primeros temas representados fueran predominantemente personas o los animales que veía cuando iba al campo con mi abuelo, vacas, cabras o perros, que a día de hoy siguen siendo fundamentales en mi obra. Por otro lado, con 11 años conocí al escultor Gregorio Bermejo, quien me ayudó con su experiencia a mejorar y a conocer las posibilidades del dibujo. A medida que creces, empiezas a ver la posibilidad de hacer de lo que más te gusta tu profesión y a enfocar tu camino académico hacia esa dirección. Así cuando llegó el momento tenía muy claro que mi camino era el arte.
– ¿Alguna influencia cercana que le hiciera querer conocer los entresijos de la pintura?
– No recuerdo un punto de partida, me recuerdo desde siempre dibujando, pintando y construyendo cosas. Pero obviamente el entorno debe de influir en lo que uno hace. En mi caso, aunque nadie de mi familia se dedique de forma profesional al arte, mi padre si ha pintado en algunas épocas y, sobre todo, veo en mi madre una sensibilidad muy próxima al arte. Al final pienso que todo esto [el arte en general] está más relacionado con los sentidos y con el pensamiento que con una habilidad.
– ¿Cómo definiría su estilo?
– Lo cierto es que nunca me he parado a pensarlo mucho ni me gusta encasillarme en un estilo.
– En cuanto a técnicas, ¿Con cuál se siente más cómodo?
– Respecto a la pintura he probado innumerables procedimientos y también sus diferentes modos de uso, pero, sin duda, la técnica más utilizada en mi trabajo es el óleo sobre tela. Llevo muchos años trabajando con estos materiales y eso me permite conocerlos y utilizarlos según requiera cada obra y cada momento. Hace años pintaba más deprisa y el óleo me permitía que los colores se mezclaran a veces en la propia tela, actualmente, aunque sigo necesitando trabajar rápido, la velocidad ha disminuido y los tiempos de secados están presentes en mi trabajo. Quizás también sea debido a mi interés por la figura, como decía Willem de Kooning “la carne es la razón por la que se inventó la pintura al óleo”, una idea que compartía con artistas como Lucian Freud o Francis Bacon.
En cuanto a la escultura, creo que ofrece infinitas posibilidades de materiales, la combinación de estos y formas de trabajarlos. Aún estoy en esa búsqueda. Actualmente trabajo el modelado en barro y la resina poliéster a través de moldes, permitiéndome esta última que figuras o partes de estas se repitan y pueda hacer diferentes composiciones.
– ¿Qué le inspira a crear?
– Mi obra toma como protagonista principal al ser humano y todo lo que le rodea, utilizando su imagen como artefacto. Mi interés se centra en la representación de éste y de sus emociones, haciendo uso de los rostros, no como expresión individual, sino como manifestación universal. Pienso que nada conecta de forma más directa que nosotros mismos. En la misma dirección, trato de hacer visibles aspectos de la sociedad contemporánea como la dificultad de las relaciones, lo extraño de lo cotidiano, los difíciles contornos de la propia identidad, o la delgada línea entre normalidad y locura. El proceso de inicio de una obra suele comenzar de dos maneras: a veces es una idea la que va tomando forma y me conduce a una imagen, otras en cambio es una imagen con la que me encuentro la que me conduce a una idea. Trabajo generalmente a partir de fotografías pero sólo como punto de partida. Me interesan más las sensaciones que la narrativa de una imagen. Creo en la capacidad del arte de transmitir algo sin necesidad de explicaciones. Me gustaría pintar lo que no se decir.
– ¿Quiénes son sus referentes artísticos?
– Mis referencias artísticas pueden ser muy variadas. Veo cosas interesantes en el arte y en artistas muy diversos. Desde el arte de la prehistoria, más auténtico seguramente que mucho de lo que vemos o hacemos hoy día, hasta una larga lista de nombres propios como Velázquez, Goya, Van Gogh, Cezanne, Modigliani, Matisse, Munch, Egon Schiele, Rodin, Medardo Rosso, Ressendi, Giacometti, F. Bacon, Freud, Juan Muñoz, Jenny Saville, Paula Rego, Daron Mouradian, Jaume Plensa, KwangHo Shin, PaulMcCarthy, Nicola Samori, Yue Minjun, Gregorio Bermejo, Thomas Schütte, Berlinde De Bruyckere, Choi Xooang o Samuel Salcedo, entre otros.
– Ha expuesto en diferentes emplazamientos, ¿Cuáles destacaría?
– Sin duda hasta ahora destacaría la importancia en mi trayectoria de la Galleria Russo de Roma. Con ellos he expuesto en Parma, Catania, Roma, Bolonia, Estambul, entre otras, permitiéndome exponer junto a grandes artistas como Giacomo Balla, Fausto Pirandello, Gerardo Dottori, Giorgio de Chirico, Anton Zoran Music, Medardo Rosso o Tommaso Ottieri entre otros. Actualmente es donde se expone casi toda mi obra y es un apoyo fundamental para seguir creciendo cada día como artista y poder mostrar mi trabajo. También tengo la suerte de colaborar desde hace un tiempo con la Galería Bea Villamarín de Gijón. Una galería joven, llena de calidad y con propuestas siempre muy atractivas.
Y más recientemente con ‘Teodora Galerie’ de París, con la que ahora participo en ‘Young International Art Fair-París’ y que espero que sea el principio de una colaboración más extensa y duradera.
– Precisamente ahora está en París…
– Sí, es la primera vez que mi obra se muestra en la capital francesa. La directora de la muestra Angela Ghezzi me llamó hace unos meses interesada en mi trabajo, el cual pudo ver gracias a un compañero, el artista italiano Salvatore Alessi, que ya conocía mi obra. A partir de ahí hemos estado en contacto para ir preparando mi colaboración en este proyecto. Espero que sea una experiencia muy positiva, tanto vital como profesional. Conocer el trabajo de otros artistas así como ver el mío expuesto y ver la relación con el entorno y el espacio seguro que hará crecer mi obra.
– Es de Valverde, ¿Qué acogida tiene su trabajo en su pueblo?
– La relación de mi trabajo con mi municipio es extensa, ya que desde muy pequeño comencé a exponer primero de forma colectiva y posteriormente de forma individual. Sin embargo, tengo la sensación de que mi obra no ha conectado demasiado, o eso al menos percibo. En cualquier caso pienso que llega a quien debe de llegar y me alegra y me motiva el apoyo de esas personas.
– Respecto a sus obras, ¿Alguna a la que guarde un cariño especial?
– Para mí que cada obra requiere una intensidad tal, que casi siempre terminamos mirándonos con recelo. Quizás algún retrato de mis seres queridos.
– ¿En qué proyecto te encuentras trabajando en estos momentos?
– Actualmente continúo la línea de trabajo que he ido desarrollando tiempo atrás. Aunque generalmente cada obra la inicio como algo separado de las anteriores poseen características comunes, tanto formales como de concepto e incluso a veces aparecen “series” que voy desarrollando de forma aleatoria y se mantienen siempre abiertas.
– ¿Cuáles son sus aspiraciones? ¿Algún sueño que cumplir?
– Pienso que el trabajo del artista es una labor de investigación y aprendizaje constante y por tanto es difícil saber hacia dónde se dirige uno. A día de hoy me interesan cosas que eran impensables hace no mucho tiempo, algo que ves, algo que lees o conocer a una persona puede abrir un nuevo camino inesperado. Creo que la obra está muy vinculada a la evolución vital del artista y por ello en continua formación. Aunque todo artista sueña con llegar a desarrollar una obra intensa, personal y verdadera.
– Muchas gracias y mucha suerte.