Redacción. Agentes de la Policía Nacional, junto con funcionarios de la Agencia Tributaria, han intervenido una tonelada de hachís a una organización de narcos que operaba en Huelva. El grupo se dedicaba al “narcotransporte” de fardos de hachís por vía marítima mediante el uso de lanchas rápidas que luego descargaban en la playa. En la operación han sido detenidas tres personas y se han recuperado cuatro vehículos sustraídos donde transportaban la droga.
La investigación comenzó el pasado mes de junio cuando los agentes tuvieron conocimiento de una organización criminal compuesta por ciudadanos españoles afincados en distintas poblaciones de la provincia de Huelva y que, al parecer, se dedicaban al transporte de hachís mediante embarcaciones de alta velocidad.
Nave en Lepe como centro logístico
Las primeras pesquisas dieron como resultado la localización de una nave en un polígono industrial, situado en la localidad de Lepe, que era utilizada por la red para llevar a cabo la logística de los transportes de droga. En su interior el grupo guardaba una embarcación semirrígida equipada con dos motores fuera borda de 300 caballos cada uno, cuatro coches todoterreno de alta gama que habían sido sustraídos y varias garrafas de gasolina.
A finales del mes de julio los investigadores detectaron que la embarcación era trasladada hasta un varadero en la localidad de Isla Cristina, donde fue botada al mar para poner rumbo a Marruecos. Con la colaboración de la Agencia Tributaria, los investigadores constataron que la lancha, ya cargada con los 35 fardos de hachís, se dirigió a la playa del Hoyo de Isla Cristina (Huelva). Allí los miembros de la organización descargaron la droga, la introdujeron en dos vehículos todoterreno y la llevaron a una zona de alijo donde la escondieron en la ladera de un camino, tapándolos después con una lona.
Con esta información los agentes llevaron a cabo las detenciones de los tres implicados cuando los vehículos se dirigieron de nuevo a la nave industrial. La embarcación fue intervenida cuando se localizó abandonada en uno de los caños del río Guadalquivir a su paso por Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).