El conquistador onubense Francisco de Vides fundó a finales del siglo XVI la ciudad de Clarines en Venezuela

R.M. La conquista de América, qué duda cabe, tuvo una infinidad de protagonistas. Una colonización del Nuevo Mundo en la que Huelva y sus habitantes jugaron un papel crucial y determinante. En esta ocasión nos detenemos en la figura del triguereño Francisco de Vides, a quien se le atribuye la fundación el 7 de abril de 1594 de la ciudad de Nuestra Señora de los Clarines [compartiendo nombre con la aldea del municipio onubense de Beas] en el actual estado venezolano de Anzoátegui. Resulta curioso destacar cómo los historiadores apuntan a que, a pesar de su nombre, que daría a pensar que el patronazgo de la ciudad se le concediera a la Virgen de los Clarines, este se encomendó a San Antonio Abad, patrón de Trigueros, abriéndose capillas a ambos.

Natural de la localidad de Trigueros, hijo de Francisco de Vides y Leonor Sánchez, Francisco de Vides debió nacer en torno a 1539. Según recoge José Luis González Escobar en su escrito Francisco de Vides y la nueva Andalucía, el triguereño fue Gobernador y Capitán General de Nueva Andalucía en dos ocasiones: de febrero a julio de 1590, como interino, y desde diciembre de 1592 a 1598, en propiedad. Asimismo, con anterioridad a la primera fecha ya había llegado a América, pues según sus propias declaraciones de 1598, residió en Tunja, Santa Fe y otros lugares de Nueva Granada. Vivió en Caracas y, como ha quedado recogido en el Libro Parroquial más antiguo de la ciudad, se casó con Elvira de Montes, no habiendo noticias de que tuviera descendientes.

Asimismo, detalla González Escobar, es seguro que Vides participara en 1567 con Diego de Losada en la conquista de los Caracas y en la fundación de la ciudad que se convertiría en la capital de Venezuela, siendo su alcalde en 1585 y 1587, registrándose este hecho en las Actas del Cabildo caraqueño como propietario de tierras, hatos de ganado e inmuebles urbanos. Una expedición colonizadora la de Francisco de Vides, desarrollado entre los años 1592 a 1597, que exenta de conflictos y controversias.

El 1 de diciembre de 1590, la Real Audiencia de Santo Domingo designa al onubense Gobernador y Capitán General interino de la provincia de Nueva Andalucía, sucediendo al discutido Rodrigo Núñez Lobo, aunque tal designación  [consta de la discusión municipal] no fue plenamente aceptada por el Cabildo de Cumaná. Su supuesta complicidad en el juicio que lleva a cabo Gerónimo Agüero sobre las actuaciones de Juan de Rojas, hijo del Gobernador y Capitán General de la provincia de Venezuela, le costó el cargo y hasta el apresamiento en julio del mismo año. La acusación había sido formulada por el Gobernador de Cuba. Como resultado, se recoge en el citado documento de González Escobar,  Vides vino a España a defenderse. En este sentido, apuntan a que debió hacerlo con éxito, puesto que el 23 de marzo de 1592, un siglo después de que zarparan las naves descubridoras desde Palos de la Frontera, Felipe II le otorgó la gobernación de la Nueva Andalucía en propiedad y por capitulación, entre cuyas obligaciones destaca la obligación de fundar una ciudad en Trinidad. En la letra de la capitulación se recogía lo preceptuado en las Ordenanzas del Bosque de Segovia de 1573, los nuevos pobladores se habría de establecer “de asiento y no de paso”.

Así las cosas, según recoge en su web el Ayuntamiento de Trigueros, el 14 de noviembre del mismo año 1592 partió la expedición de Francisco de Vides desde el puerto de Sanlúcar de Barrameda formada en su mayor parte por andaluces y extremeños, siendo algunos de ellos de las localidades vecinas del antiguo Condado de Niebla. Consta que de Trigueros fueron ocho tripulantes entre los que destacaban el Capitán de la expedición, Francisco de Vides, así como los vecinos Cristóbal Martín Ramos, Gonzalo Moriel, Cristóbal Rodríguez, Juan de Huelva, Juan de Vargas, Juan de Villalba, y Juan Ruiz de Vides; siete vecinos de Beas, tres matrimonios y un hombre soltero cuyos nombres eran Ana Rodríguez y Benito, Cristóbal Rodríguez Orihuela e Isabel, y Juan Vallo, y Cristóbal Martín Valles; figurando de Moguer, el matrimonio Alonso Ramírez y Antonia Martín.

Vides, a pesar de los buenos propósitos de la capitulación, no pudo sustraerse a la gran obsesión del oro. Al año siguiente de su llegada, envió una expedición al frente de Gerónimo de Campos para la búsqueda de El Dorado. Tampoco Campos halló el paraíso, tal vez por ello, explica González Escobar, Vides emprendió la política colonizadora y pobladora que había capitulado con el rey. Solicitó de la Corona una real cédula que obligara a Antonio de Berrio, Gobernador de Trinidad y Guayana, a desalojar la isla. La orden se expidió el 21 de febrero de 1594, pero Berrio se resistió a cumplirla. Vides, antes de tratar de imponerse por la fuerza, centró su esfruezo repoblador en la depresión del Unare, un lugar estratégico para penetrar a la Guayana. La primera ciudad que funda es Nuestra Señora de los Clarines en el actual estado de Anzoátegui. La fundación tuvo lugar el 7 de abril de 1594.

Tras las primeras instalaciones españolas, el Gobernador se trasladó a Trinidad. Pero la oposición de Berrio y la presencia en Cumaná de Walter Raleigh, otro de los grandes locos de El Dorado, hicieron que estallara el conflicto entre aquel y Vides. El 24 de de junio de 1594 el triguereño se impuso por las armas y, en el intercambio de prisioneros, es canjeado el propio Berrio. Antes de su deposición amplió en 1596 la ciudad de Clarines, fusionándola con la puebla Nueva Ecija de los Cumanagotos, fundación de Cristóbal Cobo. La nueva entidad tomó el nombre complejo de Nueva Flechilla de San Cristóbal de Clarines.

Vides siempre fue discutido. Su gobierno ha sido descrito por algunos historiadores venezolanos como conflictivo y despótico. La destitución definitiva data de 1597 y de sus resultados se tienen a día de hoy dos versiones. Según Joaquín A. Ramírez, el 23 de marzo de 1593 Diego de Osorio, Gobernador y Capitán General de Venezuela abre información contra Vides por incumplimiento de lo capitulado con el rey, teniendo como consecuencia su destitución el 9 de julio de 1597, siendo éste conducido preso a España, donde se le sigue juicio de residencia en 1601 desde Murcia.  Por otro lado, Pablo Ojer señala que el juicio de residencia lo preside desde América, a instancias de la corona, Diego de Prado, quien lo depone y encarcela en 1599, enviándolo a España en 1600. Se cree que en torno a 1608 ya había muerto en España.