Redacción. La Red de Consorcios de Transportes Metropolitanos de Andalucía ha iniciado el proceso de mejora de la tecnología de sus tarjetas, un proceso que supondrá la renovación de todas las canceladoras –ya sea en autobuses interurbanos, urbanos, metros y servicios marítimos–, con un coste total que alcanzarán los nueve millones de euros, a sufragar de forma conjunta por cada consorcio. A esta cantidad se suman los 1,73 millones de euros que supone la compra de las nuevas tarjetas.
La tarjeta sin contacto actualmente en funcionamiento en la Red de Consorcios de Transporte de Andalucía ha demostrado su potencia a lo largo de los últimos diez años, alcanzando 1,6 millones de tarjetas operativas a día de hoy, un título basado en tecnología Mifare classic de 1 k de memoria. Ahora bien, la atención a las necesidades de movilidad de los ciudadanos, la seguridad y la mejora de las funcionalidades de los medios tecnológicos son prioridades de los Consorcios de Transporte de Andalucía, de ahí que ahora la tarjeta de transporte cambie para dar respuesta tanto al transporte público colectivo, como a otros aspectos de movilidad, ya sea bicicleta pública, parking disuasorio, reserva de plazas, carsharing.
Por ello, los consejos de administración de los nueve Consorcios han acordado iniciar el proyecto de migración de la tarjeta actual a una más avanzada de tecnología Desfire EV2 con 4 k de capacidad de memoria.
Para llevar a cabo este proyecto será necesario comprar y adaptar todos los sistemas de cancelación de los modos metropolitanos: autobús interurbano-metropolitano, metro, servicio marítimo, autobús urbano, así como los sistemas de gestión asociados. Cada Consorcio se hará cargo de las actuaciones relativas a autobuses urbanos, metro y servicio marítimo, en su caso, mientras que la a adaptación de los autobuses interurbanos-metropolitanos se va a acometer por razones de ahorro y eficacia de forma conjunta.
En definitiva, la nueva tarjeta ofrece mayor capacidad de memoria para poder responder a las nuevas funcionalidades de movilidad global de los usuarios; más seguridad, en tanto en cuanto la evolución de la tecnología obliga a la incorporación de nuevos mecanismos de protección frente al fraude; mayor rapidez, debido a la necesidad de reducir los tiempos de embarque, críticos en un servicio público de transporte; y flexibilidad, para adaptarse a posibles nuevos retos o condiciones que pudieran ir surgiendo con el transcurso de los años.
Como punto de partida del proceso, el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) publica hoy el acuerdo alcanzado el pasado mes de julio en los consejos de administración de todos los Consorcios de Transportes, mediante el cual se han comprometido a aportar en 2017 la facturación que le corresponda a su entidad, a razón de 275.000 euros en Almería: 586.750 el Consorcio de Cádiz; 77.000 corresponden al Campo de Gibraltar; 255.750 en Córdoba, 511.500 deberá aportar el de Granada, 305.250 por Huelva; 283.250 para Jaén; 242.000 ha de invertir Málaga; y, por último, 327.250 euros el Consorcio de Sevilla.
Este proyecto se ejecutará entre 2017 y 2018 , de forma que en 2019 se compren las nuevas tarjetas y puedan ser utilizadas a lo largo de ese año. Las nuevas tarjetas coexistirán con las actuales y será durante el proceso de recarga presencial cuando se vaya produciendo la sustitución progresiva de las tarjetas al objeto de que no se produzca afección alguna a los usuarios.
Los consorcios, integrados por la Junta, las ocho diputaciones y 207 municipios, prestan servicio a 5,47 millones de habitantes, más del 65% del total regional. El primer ente que se creó fue el de Sevilla, en 2002; y posteriormente se le sumaron el de la Bahía de Cádiz y el de Granada, en 2003; Málaga, en 2004; Campo de Gibraltar, en 2005; Almería, Jaén y Córdoba, en 2007. El de Huelva se constituyó en 2010, completándose ese año la red.