HBN. A pesar de que el mes de agosto está llegando a su fin, todavía son muchos los días de verano y calor que nos quedan por disfrutar en Huelva. Por este motivo, estamos a tiempo de poder visitar una de las maravillas que nos ofrece la naturaleza en la provincia onubense y que nos lleva directamente al corazón de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Porque cuando el sol aprieta, los que habitan más lejanos a la costa buscan alternativas para soportar, durante los meses estivales, las altas temperaturas. Nos referimos al municipio de Cañaveral de León, ubicado en la frontera con Badajoz, que utiliza sus manantiales para establecer en la plaza central del pueblo una peculiar piscina natural. Y es que, a pesar de su distancia con el mar, Cañaveral de León es un municipio muy ligado al agua. Prueba de ello es que la Ruta del Agua es una de las señas de identidad del pueblo.
Una iniciativa que se puso en marcha hace casi una década pero de la que los vecinos de Cañaveral de León llevan disfrutando desde hace años. Y es que la orografía del terreno y la formación caliza de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en la que se hallan diversas bolsas y cuevas de agua filtradas, ha posibilitado que en el municipio serrano exista uno de los manantiales más importantes de la zona. El manantial de la Fuente Redonda es la principal fuente de abastecimiento y origen mismo de la población, además de formar una de las formaciones hidráulicas más importantes de la cultura del agua.
La Fuente Redonda, que estuvo destinada en un principio al riego de las huertas, es de tipo árabe y se alimenta de un acuífero que recorre los bajos de las casas del pueblo. El agua que emana de ella recorre una larga acequia hasta desembocar en la Laguna, una alberca de tamaño excepcional situada en la plaza central de Cañaveral de León.
La Laguna, que tiene como objetivo servir de canal para el agua, ha sido un lugar de encuentro y disfrute para los vecinos y turistas que no se pierden la bella estampa que cada verano se forma en la plaza de Cañaveral de León.
Gracias al fenómeno que provocan los recursos naturales de los que goza el municipio serrano, niños y no tan niños no tienen que emigrar hasta la costa para pasar el verano, sino que en Cañaveral existe una alternativa natural e histórica para pasar las altas temperaturas.
En la Laguna confluyen historia, naturaleza y diversión. A pesar de que la constitución de la Laguna como piscina es reciente, desde siempre ha formado parte del patrimonio histórico del municipio. La piscina de Cañaveral de León fue inscrita en 2009 en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Lugar de Interés Etnológico, así como todo el conjunto en el que se encuentra, bajo la denominación de El Ruedo y conjunto hidráulico de La Laguna.
La Laguna tiene una dimensión de 8.000 metros cuadrados, una zona que no solo llama la atención por su tamaña sino por el entorno en la que se encuentra ubicado. Cañaveral de León mantiene la idiosincrasia y la estética de los pueblos de la sierra onubense; calles empedradas, cuestas y casa blancas, todo ello abrazo por una enorme sierra verde, algo que en los hoteles se vende este pueblo lo ofrece totalmente gratuito.
El agua de la Laguna es pura, emana directamente de los manantiales, pero para garantizar su estado se añadió una depuradora que garantiza que se mantenga bien durante todo el verano. Esto no quita que el agua llegue a la temperatura habitual de la sierra desde la que procede, es decir, no es agua cálida.
Por su situación y la peculiaridad de su entorno, la piscina de Cañaveral de León se ha convertido en el principal reclamo para que los turistas se fijen en sus empedradas calles y se animen a pasar por el municipio. Además, se ha convertido en una pasarela de moda sobre la estructura del agua.
Un lugar único en el que es posible disfrutar de una experiencia diferente sin necesidad de pagar un coste elevado. La Laguna de Cañaveral de León propone una nueva fórmula para compartir naturaleza y diversión para todos los públicos.