Redacción. Un grupo de mujeres con diagnóstico reciente de cáncer de mama han participado en el Hospital Juan Ramón Jiménez en la cuarta edición de la Escuela de Pacientes con Cáncer de Mama mostrando un alto grado de satisfacción. En este foro de encuentro, pacientes afectadas por la misma enfermedad intercambian conocimientos y experiencias, guiadas por personas expertas, en un proceso formativo que les sirve de gran ayuda para afrontar su nueva situación y tener más calidad de vida, encontrándose con una mayor seguridad y confianza.
Cerca de cuarenta mujeres han podido beneficiarse por el momento de esta iniciativa de la Unidad de Gestión Clínica de Paciente Oncológico del Hospital Juan Ramón Jiménez, que se enmarca en la estrategia de la Escuela de Pacientes de Andalucía, una línea de trabajo de la Consejería de Salud que coordina la Escuela Andaluza de Salud Pública, orientada a facilitar el intercambio de experiencias entre iguales a través de un proceso de formación que les hace más expertos en su patología y les facilita información adecuada a sus necesidades.
Cuando la mujer recibe la noticia del diagnóstico de cáncer de mama, habitualmente le produce mucha ansiedad, angustia, desesperanza, además de generarle muchas dudas y miedos. Por eso, poder acudir a estos talleres y compartir todos estos sentimientos es una oportunidad para salir más reforzadas y formadas, con nuevas perspectivas ante la enfermedad. Las personas que acuden a estos talleres formativos encuentran a otras pacientes expertas que hablan su mismo lenguaje, sin tecnicismos, que pueden ponerse en su lugar porque han pasado por sus mismas situaciones, que entienden sus dificultades a la hora de seguir un tratamiento y que les enseñan a través de materiales escritos y audiovisuales atractivos, fáciles y comprensibles.
Estas mujeres formadoras pasaron por la misma situación hace un tiempo y han superado la enfermedad. Todas ellas han participado previamente en un taller de formación de primer nivel con la finalidad de garantizar que cuentan con los conocimientos y habilidades necesarias para formar, en un segundo nivel, a otras pacientes. Las vivencias de estas pacientes expertas son compartidas con las nuevas afectadas en un ambiente participativo, transmitiéndoles confianza, ayudándoles a superar los temores iniciales para afrontar la nueva situación y contribuyendo a la normalización de su vida personal y la de su entorno familiar.
Asimismo, en el taller participan como docentes profesionales sanitarios del centro hospitalario que trabajan en contacto directo con las pacientes en las distintas etapas de esta enfermedad, como son, enfermeras de las áreas de cirugía, hospital de día oncológico y oncología radioterápica, quienes complementan esta formación.
Durante los talleres, que cuentan con dos sesiones de varias horas de duración, las asistentes aprenden a romper el círculo de la enfermedad a través del pensamiento positivo, una idea en la que se insiste a lo largo de todo el programa formativo, así como en la realización de un plan de acción personal. Es decir, las pacientes aprenden a poner en marcha una o varias actividades concretas para su vida diaria, que cada una se propone realizar para conseguir unos objetivos de mejora en su salud y calidad de vida.
Entre los principales temas, que se abordan de una manera estructurada, se encuentran la alimentación adecuada y el ejercicio físico, los cuidados de la imagen durante la quimioterapia, el abordaje de los efectos de este tratamiento, las relaciones sexuales, el descanso, las relaciones sociales, etc., atendiéndose además a todos aquellos aspectos que van surgiendo en el desarrollo del taller de una forma abierta y dinámica. Al mismo tiempo, se pide a las pacientes que intercambien sus impresiones sobre su experiencia en la acogida en el centro hospitalario en las diferentes fases de la enfermedad, para encontrar posibles aspectos de mejora en la atención que reciben estas pacientes en todas sus vertientes.