M. P. D. Tres estudiantes onubenses han sido galardonadas con los Premios Extraordinarios de Bachillerato y Enseñanzas Profesionales de Música que otorga la Consejería de Educación, a través de la Dirección General de Ordenación Educativa, con el objetivo reconocer a los mejores expedientes académicos correspondientes al curso 2015/16. En concreto, la distinción recayó en Silvia Soriano, alumna del IES San José de Cortegana, Lorena del Rocío Martín, alumna del IES Doñana de Almonte y Clara Morillo, alumna del CPM Javier Perianes de Huelva, en la especialidad de Violín.
Tres jóvenes que son todo un ejemplo para su generación, como ya hemos tenido la oportunidad de conocer en un artículo anterior en el caso de Silvia Soriano y Lorena Martín: Silvia Soriano y Lorena Martín, Premios Extraordinarios de Bachillerato, estudiarán Medicina y Lenguas Modernas
Por este motivo, en esta ocasión, nos hemos querido centrar en la trayectoria de Clara Morillo Nevado, una joven de 18 años, nacida en Marbella (Málaga) que, tras estudiar violín durante diez años en el Conservatorio Profesional de Huelva, terminaba Bachillerato con Matrícula de Honor en el IES Pablo Neruda de la capital onubense. Anteriormente, había realizado la ESO en el IES Estuaria, de ahí que se sienta especialmente orgullosa de «haber estudiado en centros educativos públicos».
Una brillante trayectoria que, tras verse reconocida con el Premio Extraordinario de Enseñanzas Profesionales de Música, de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, está continuando en el Conservatorio Superior de Música de Aragón. Una experiencia que le ha cambiado la vida, tal y como ha querido contarnos en esta entrevista concedida a Huelva Buenas Noticias.
-Clara, ¿qué supuso para ti este reconocimiento de Educación?
-No me ha supuesto un gran mérito en mi trayectoria, ya que se trata de un reconocimiento a las buenas notas que saqué en el Conservatorio. Tampoco fue algo tan excepcional. A diferencia del Premio Extraordinario de Bachillerato, este ha consistido simplemente en un diploma y una cita con el delegado de educación. No viene acompañado de ninguna dotación económica.
-¿Cuáles han sido los méritos que han valorado a la hora de otorgarte el premio?
-Se me ha valorado ser el mejor expediente académico en la especialidad de violín en toda Andalucía, de todas las personas que presentaron la solicitud al galardón.
-¿Qué estás haciendo ahora?
-Estoy estudiando en el Conservatorio Superior de Música de Aragón, uno de los más reconocidos a nivel nacional. Entrar aquí sí que me ha supuesto un gran logro. Y me siento afortunada de estudiar con gente de tan buen nivel.
-¿Cuál es tu sueño en el mundo de la música?
-Mi único objetivo por ahora es poder vivir de la música, del violín. No pretendo ser una gran solista internacional. No me hace falta tanto para estar satisfecha conmigo misma.
-No es fácil dedicarse a esta modalidad artística…
-No es nada fácil, al contrario de lo que se piensa. La carrera y la vida de un músico profesional requiere mucho más esfuerzo, dedicación y constancia que cualquier otra. Carreras como las ingenierías o Medicina son complicadas sí, no lo niego, pero la implicación que requiere la música es enorme. Y no hay descansos ni en vacaciones.
-¿Tienes alguna otra idea para el futuro?
-De momento no me planteo mucho el futuro, pero algo que me gustaría mucho es realizar la formación de un cuarteto de cuerda, algún grupo de cámara o, incluso, una orquesta barroca y dar conciertos con regularidad. La música en pequeños conjuntos me hace disfrutar mucho más que de solista o en grandes orquestas.
-¿Cómo es estudiar fuera de casa?
-Algo que cambia tu vida completamente. Al principio es bastante duro, pero, una vez que te metes en la nueva rutina, conoces a gente y te haces a tu nueva vida. Es como si siempre hubiera sido así. Para mí ha sido fácil de llevar.
-¿Echas muchos de menos Huelva? ¿De qué te acuerdas?
-Sí, lo echo bastante de menos, pero ahora me doy cuenta de que aprecio más mi casa de lo que creía. Me acuerdo mucho de mi madre, de mi hermano y de mis abuelos. Y de la comida…
-¿Qué opina tu familia y amigos de la experiencia que estás viviendo?
-En general, ellos están contentos con lo que estoy haciendo, aunque a mi madre le cuesta todavía un poquito. Pero, tengo la suerte de que mi familia entiende lo que estoy haciendo y me apoya, ya que hay gente que no valora lo suficiente este tipo de estudios.
-¿Algún mensaje a los jóvenes onubenses para terminar?
-Estudiar música no es un hobby cualquiera, es un trabajo tan duro como cualquier otro. Todos disfrutamos de la música, o de esa «música» que ponen en las discotecas, pero adentrarse en el verdadero mundo de la música clásica es increíble. Dejemos de prejuzgarla como algo que escuchan los mayores o que está anticuado por ser los compositores de hace siglos. La música es cultura, y la cultura es desarrollo.