Mari Paz Díaz. De padres ingleses, Fabián Jowers nació en Minas de Riotinto, destino al que había llegado su familia después de que su padre viniera para trabajar en las minas onubenses. Su vida se desarrolló en la provincia de Huelva, con la excepción de unos años en los que estuvo en Inglaterra, hasta donde sus padres lo mandaron a estudiar. Su regreso a España se produjo cuando tenía 22 años, donde, según nos cuenta, «tiempo después, me casé y formé mi familia. Soy padre de dos hijos que, actualmente, viven en Israel y Holanda«. Estuvo en nuestro país hasta que en 2005 trasladó su residencia a Uganda.
Al principio, parecía tratarse de un traslado provisional, pero, a día de hoy, Fabián continúa en el país africano, donde desarrolla una destacada labor solidaria con la gestión de su propia ONG, nacida bajo el nombre de ‘Música para salvar vidas’. En concreto, ‘Música para salvar vidas’ se creó en el año 2005 con el objetivo de salvar a unos niños que habían sufrido abusos y abandono a través de un orfanato situado a las afueras de Kampala, capital de Uganda. Actualmente, la entidad ayuda a 30 niños que reciben una educación integral y todo el cariño del mundo. El proyecto ha conseguido madurar de tal forma que ya tiene cuatro grupos de música: Uganda Natumayini, Aba Taano, Af NDanza y Kawa. Tras más de una década desarrollando esta intensa actividad humanitaria, Fabián nos cuenta su experiencia en África a través de esta entrevista.
-Fabián, ¿cuáles fueron sus motivaciones para marcharse fuera?
-Fue algo circunstancial. Mi mujer se encargaba de buscar grupos para un festival de música étnica y localizó a un grupo de niños ugandeses que vivían en un orfanato al que conseguimos traer a España. De vuelta a su país nos informaron de que el orfanato había sido cerrado y los niños se encontraban en la calle y sin recursos, por lo que decidimos ir allí para ver cómo podíamos ayudarles. Una vez en Uganda comprendimos que la única manera de mantenerlos seguros era creando nuestro propio hogar para ellos. Y fue así nació nuestra ONG, llamada ‘Música para salvar vidas’.
-¿Cuál es su balance de la experiencia?
-Positivo. Vivir en una cultura diferente te enriquece.
-El idioma no fue ningún problema al llegar…
-Soy bilingüe, inglés y español, desde niño, por lo que vivir en Uganda para mí, en cuestión de comunicación, no supuso ningún esfuerzo.
-Su lugar de residencia es Kampala, la capital de Uganda. ¿Cómo es vivir ahí?
–Las costumbres en un país africano son muy diferentes a las nuestras. Kampala es una ciudad muy caótica y muy alejada de la imagen que podemos tener en Europa de lo que puede ser una gran urbe. El tráfico es un caos, apenas hay espacios verdes y en los alrededores puedes encontrarte con los barrios marginales que te muestran la miseria en la que todavía viven muchos ugandeses. El hacinamiento, la falta de higiene y la falta de canalizaciones, que en las épocas de lluvias convierte las calles en barrizales, y el agua estancada donde proliferan los mosquitos, contribuye a la aparición de malaria y otras enfermedades.
-Y sus habitantes, ¿cómo son?
-A pesar de que las condiciones de vida en Uganda son duras, la gente es alegre y muy abierta.
-¿Qué está haciendo en estos momentos?
-Continuamos con nuestra organización para seguir ofreciendo un hogar y una educación a los niños y jóvenes que viven en nuestro orfanato. También reciben formación musical y hemos creado un coro llamado ‘Uganda Natumayini’ de canto y danzas tribales, que ha actuado en España en muchas ocasiones. Estas actuaciones y los apadrinamientos y contribuciones que recibimos nos ayudan a mantener nuestro hogar. En estos momentos todos los pequeños están escolarizados y, en el caso de los mayores, algunos siguen estudios superiores, hacen cursos formativos, musicales y otros están creando sus propias empresas. Todo esto conlleva un esfuerzo económico importante.
Si alguien quiere conocer mejor nuestro trabajo puede visitar nuestra web en el siguiente enlace: www.musicaparasalvarvidas.org
-¿Se ha marcado algún nuevo objetivo?
Llevo varios años organizando safaris a grupos que visitan Uganda. Es otra manera de financiar nuestro orfanato. Si algún onubense se anima a visitar este maravilloso país puede contactar conmigo a través de mi correo electrónico [email protected] o de nuestra página web, citada con anterioridad.
-¿Qué piensa su familia de esta aventura?
-Mi mujer fundó conmigo la ONG y, tanto para ella como para mis hijos, es algo natural, que forma parte de nuestras vidas.
-¿Y sus amigos?
-Con mis amigos ocurre lo mismo. Son tantos años dedicado a esto que para ellos es una forma de vida, «mi forma de vida» y no tanto una aventura. Además, muchos de ellos promovieron que en el año 2011 recibiera el premio ‘Onubense del año’ en la modalidad de Trabajo Humanitario y Solidaridad por el periódico Huelva Información.
-¿Suele venir mucho a Huelva?
-Voy cada vez que puedo y mis obligaciones me lo permiten. Es algo que disfruto mucho.
-¿Qué es lo que más echa de menos de Huelva?
-Los amigos, mis hermanos, las playas y, cómo no, la comida.
-¿Recomienda a todo el mundo que viva un tiempo fuera de España?
-Sí. Porque es una experiencia enriquecedora. Aprendes costumbres y formas de vivir muy diferentes y, al mismo tiempo, a valoras más lo que tienes.
-Para terminar: un mensaje a los onubenses
-Os animo a visitar este maravilloso país. Uganda es conocida como la perla de África, una tierra fascinante de hermosos paisajes, naturaleza salvaje y donde nace el río más largo del mundo, el Nilo. Así que ¡¡os animamos a visitarnos, por supuesto!!