Redacción. Tras un estudio para la optimización de potencias contratadas realizado por los técnicos municipales, el Ayuntamiento de Huelva podrá ahorrarse más de 100.000 euros en la factura de la luz. Se trata de una importante reducción en los costes fijos del contrato de electricidad que se ha conseguido “en este caso”, como apunta el concejal de Infraestructuras y Servicios Públicos, Luis Albillo “sin necesidad de inversiones”.
El trabajo ha consistido en analizar el perfil de la demanda de potencia en los suministros de media y baja tensión, estudiando las necesidades de cada punto eléctrico para establecer la potencia más adecuada a contratar de acuerdo con las necesidades reales. El objetivo ha sido, explica Albillo “buscar el punto óptimo entre el término fijo de potencia y los potenciales de exceso”.
De esta forma, tras la optimización de 60 contratos eléctricos de baja tensión, se ha logrado una reducción de 60.000 euros, que sumados a los 48.000 euros rebajados gracias al cambio de potencia establecida en 5 contratos de media tensión, suponen un ahorro total en la factura municipal de 108.000 euros.
Luis Albillo ha señalado que en la ciudad contamos con 470 contratos de suministros eléctricos, “que vamos a seguir analizando para ajustar la potencia a la demanda real, corrigiendo los posibles excesos contratados que suponen un gasto innecesario”. El concejal de Infraestructuras y Servicios Públicos se ha comprometido a hacer un seguimiento en precios y potencia contratada para “frenar el incremento interrumpido que ha experimentado en la última década el consumo energético y el precio pagado por la energía en la ciudad”.
Albillo ha recordado que con la apuesta por la eficiencia energética, además de mejorar la iluminación de la ciudad, el Ayuntamiento pretende conseguir beneficios medioambientales, como la disminución de las emisiones y la huella de carbono. Un compromiso medioambiental que se enmarca en las medidas de ahorro energético puestas en marcha en una clara apuesta por la sostenibilidad económica y medioambiental. Entre estas medidas, destacan la actualización de medios y recursos para la reducción de emisiones; la incorporación de tecnología Led en los edificios municipales y alumbrado público; la renovación de las infraestructuras; o la sustitución de farolas, luminarias y bombillas de vapor de mercurio por lámparas de sodio de alta presión.
Pero además, como insiste Luis Albillo “a los beneficios medioambientales se suman los incentivos económicos, porque dado el peso específico que supone el gasto energético derivado del alumbrado público en las ciudades, toda eficiencia energética tiene un impacto muy significativo sobre los gastos y presupuestos”.