Redacción. Investigadores del Centro IFAPA ‘Agua del Pino’, ubicado en Cartaya (Huelva), han comprobado que una dieta elaborada a partir de harinas de pescado y suplementos proteínicos contribuye a atenuar la respuesta al estrés que manifiesta el bacalao del Atlántico ante situaciones cotidianas en las plantas de cultivo como los muestreos, el transporte, el clasificado y, en general, cualquier manejo dentro o fuera del agua.
En este sentido, la importancia de la atenuación al estrés radica en que los peces dedican parte de su energía a afrontar el estrés que les generan determinadas circunstancias al vivir en cautividad, mientras que si no tuvieran ese gasto la destinarían a potenciar su crecimiento y reproducción, así como a prevenir enfermedades.
Así lo recoge este estudio, titulado ‘Effects of amino acid supplementations on metabolic and physiological parameters in Atlantic cod (Gadus morhua) under stress’ y publicado en la revista Fish Physiology and Biochemistry.
Al mismo tiempo, los científicos han constatado que este pienso suplementado podría fortalecer el sistema inmunológico de esta especie y también disminuir la agresividad y depredación hacia otros peces, como se ha demostrado en truchas y salmones, entre otras especies. “En circunstancias que de antemano se sabe que puede estresarlos, como es el caso del traslado a otras plantas o el cambiar de tanques, la opción de alimentarlos a base de este sustento días previos mejoraría su manejo”, asegura a la Fundación Descubre el investigador del Centro IFAPA ‘Agua del Pino’ Marcelino Herrera, responsable de este trabajo.
Aditivos relajantes. Para ello, los expertos han elaborado un pienso específico en el que han introducido altas concentraciones de dos aminoácidos esenciales que muchos animales no son capaces de sintetizar y deben obtenerlos a través de la dieta (principalmente de vegetales), como son el triptófano y la fenilalanina. El primero está presente en las pipas de calabaza y el cacao y tiene efectos relajantes y sedantes, ya probados en animales y en humanos. Además, es precursor de la serotonina, conocida como la hormona de la felicidad. Por su parte, la fenilalanina se encuentra en alimentos como la soja, carne roja, el queso o las vísceras; y produce dopamina y adrenalina.
Con este preparado, los investigadores realizaron un ensayo consistente en alimentar durante una semana a ejemplares de bacalao con esta dieta suplementada, mientras que a otro grupo de peces de esta misma especie le suministraron una dieta control. Transcurrido este tiempo, sometieron a todos los animales a situaciones de estrés agudo. En este caso concreto, trataron de sacarlos de los tanques de agua en los que se encontraban.
Tras este simulacro, tomaron muestras de sangre y tejidos en todos los ejemplares que eran objeto de estudio para analizar el nivel estrés y los indicadores metabólicos. “Después de una exposición al aire, comprobamos que los niveles de glucosa en sangre y de una hormona llamada cortisol, que se libera con el estrés, así como la concentración de lactato que se produce cuando quemamos energía, eran mayores en los peces alimentados con la dieta control que aquellos a los que se les suministró el pienso elaborado”, explica Herrera.
Estos resultados evidenciaron que una dieta rica en aminoácidos reduce los marcadores de estrés en el bacalao del Atlántico y por tanto, podrían ser utilizados como aditivos para la atenuación del estrés.
Durante la investigación, los científicos han experimentado con ejemplares jóvenes de bacalao en cautividad que han sido criados en plantas experimentales de acuicultura del norte de Noruega, así como también en las instalaciones del Centro IFAPA ‘Agua del Pino’.
Este trabajo forma parte del proyecto Aquaexcel, integrado en el 7º Programa Marco y financiado por Fondos Europeos.
Por otra parte, estos investigadores están trabajando con otras especies andaluzas, como la dorada (Sparus aurata) y la corvina (Argyrosomus regius) dentro del proyecto nacional ‘Dietaplus’, financiado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y cuyo objetivo es demostrar también que una dieta suplementada mejora el bienestar de estos ejemplares, al mismo tiempo que les previene de padecer ciertas enfermedades.