Redacción. El presidente y la vicepresidenta de Diputación, Ignacio Caraballo y María Eugenia Limon, han participado esta mañana en las actividades con las que la institución provincial se suma a la conmemoración del Día Internacional del Orgullo LGTBI. La lectura de un manifiesto reivindicativo y la elaboración de la bandera del arcoíris, también denominada bandera de la libertad, han centrado el programa previsto para recordar las revueltas de Stonewall en el Greenwich Village de Nueva York en 1969.
Al objeto de llegar al mayor número de personas, en los soportales del Palacio Provincial, el presidente Caraballo, que ha recordado que en España el Día del Orgullo fue reconocido por el Gobierno de Zapatero en el año 2009, ha asegurado que esta conmemoración no es sólo celebración y reivindicación sino “un elemento transformador de la sociedad”. También ha recordado a todos los activistas LGTBI que han sido “agredidos, perseguidos, encarcelados, e incluso asesinados, por defender los derechos humanos”.
Tras asegurar que Diputación siempre estará junto a los que luchan por la libertad y contra los delitos de odio, el presidente ha agradecido el trabajo de las organizaciones LGTBI para conseguir “una sociedad libre de toda discriminación y exclusión”.
La encargada de leer el Manifiesto ha sido la vicepresidenta de Coordinación y Políticas Transversales, que ha afirmado que Diputación “se suma a esta lucha ciudadana que reivindica en nuestro sistema social, económico y político, la visibilidad, el respeto y la integración como ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho a cuantos hombres y mujeres tengan una orientación sexual diferente a la impuesta por el patriarcado histórico”.
Después de resaltar que la visibilidad de la diversidad sexual es “un instrumento imprescindible para avanzar hacia una sociedad libre de prejuicios, moderna y democrática”, Limón ha reafirmado que Diputación “apuesta por la igualdad efectiva de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales y toma partido contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género”.
Siguiendo la contextualidad del Manifiesto, la vicepresidenta ha instado a los poderes públicos del Estado a que se garantice el acceso de todas las personas, con independencia de su orientación sexual e identidad de género, a un empleo de calidad; y a que se adopten medidas de acción positiva en la atención y apoyo a la población mayor y dependiente LGTBI.
María Eugenia Limón también ha abogado para que las administraciones públicas con competencia en educación incluyan, de manera transversal, la educación en valores y el reconocimiento de la diversidad sexual y familiar como “opciones válidas e irrenunciables”.
Tras las intervenciones, responsables políticos, representantes de las organizaciones LGTBI y público en general han dado luminosidad a la bandera del arcoíris con la colocación de pins multicolores sobre un lienzo en blanco.
