Carmen Palanco. Sorbos de profeta es la primera obra publicada del poeta rocianero Miguel Velasco, si bien es la que inaugura la luz, algunas inéditas están en las antesalas de este nuevo periplo literario en el que Velasco sigue inmerso por sacar a los estantes sus letras.
Su buen hacer en Sorbos de profeta, obra que irrumpió de la mano de Editorial Onuba, lo ha iniciado en un camino con el que viene creciendo desde que hace un año se presentase, acogida por la Sociedad Cultural Casino de Rociana que viene siendo mano habitual para la cultura onubense.
Quizás ésta sea para el poeta otra estación en la que exponerse, espacio que conoce y al que pertenece desde hace tiempo. Sus primeras incursiones en la literatura lo sitúa en la década de los años noventa donde participó activamente en el movimiento joven y cultural de aquel entonces. Como miembro del grupo “Nueva Mirada”, con el que la Fundación Odón Betanzos Palacios patrocinaba a los noveles escritores de su localidad y entorno, publica en todos los números de su revista anual, “La Palmera”, con la que el grupo publicaba una pequeña antología de sus obras.
Viene de lejos el cortejo de Velasco con las letras, es una labranza intercalada en tiempos que hoy lo regresa para continuar por el río de la poesía.
Miguel llega para quedarse con ésta obra existencialista, Sorbos de Profeta repasa con su poesía limpia y depurada los tres estados de la existencia: La vida, el amor y la muerte. Tres secuencias que el autor expone en paralelo a la ornamentada ceremonia de té saharaui, donde la ordenación de los sorbos tienen un sabor que por etapas desvela nuestros propios ciclos: El primer sorbo es amargo como la vida, luego se asienta dulce como el amor para acabar suave como la muerte. Este es el hilo con el que ha tejido una obra poética de ricos matices en el que el creador se dispone en versos como estos…
Allí
búscame un lugar
que nunca existió,
tomaste el sendero
de la luz extinguida
[…]
Miguel Velasco
Queden los sorbos de Miguel en el té de aquellos que quieran conocer sus letras.