Redacción. La Delegación territorial de Cultura, Turismo y Deporte, ha iniciado la redacción de la documentación técnica que servirá de base para una futura declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de las Minas de Herrerías en Puebla de Guzmán. El objetivo es incluir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz las minas de Cumbre de las Herrerías y de Cabezas del Pasto, para dotarlas de la protección jurídica que recoge la Ley de patrimonio Histórico de Andalucía.
En este sentido, los trabajos para la documentación técnica, que ya se está elaborando, serán financiados por la Consejería de Cultura y completará la información, protección y difusión de los valores culturales del patrimonio industrial minero onubense ya inscritos en el CGPHA como la Zona Patrimonial de la Cuenca Minera de Riotinto-Nerva, la Zona Patrimonial de la Cuenca Minera de Tharsis-La Zarza, o el Lugar de Interés Industrial del muelle-cargadero y núcleo urbano del puerto de La Laja, el antiguo trazado del ferrocarril minero y el poblado de la Cañada del Sardón en el municipio de El Granado, directamente vinculado con la explotación minera de Minas de Herrerías puesto que fue la salida natural a su producción mineral.
En una visita a la zona, la delegada del ramo, Carmen Solana, junto al alcalde de Puebla de Guzmán, Antonio Beltrán, han precisado la necesidad de “conservar este bien patrimonial único, testigo de nuestra historia”. Asimismo, Solana ha subrayado que “este proyecto nace de la colaboración de administraciones y de la sociedad civil a través de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Puebla de Guzmán, la Asociación Minas de herrería y la Universidad de Huelva”.
De este modo, Solana ha recordado que Huelva es la provincia andaluza con mayor patrimonio industrial protegido y, por tanto, “tenemos clara cuál es la línea de actuación para preservar este legado que es también un importante atractivo turístico y cultural para la comarca del Andévalo y su desarrollo endógeno”.
Minas de Herrerías
La explotación minera de Cumbre de las Herrerías -a cielo abierto- y Cabezas del Pasto -galerías subterráneas- comienza su andadura en torno al año 1880, cuando Jorge Rieken arrienda las concesiones de explotación de cobre y pirita a la compañía inglesa The Bede Metal & Chemical Company Ltd. En torno a dicha explotación se erige un conjunto de edificaciones e instalaciones propias de la actividad minera, el transporte de la producción, así como un pequeño núcleo de viviendas para los obreros.
Con ello, nos encontramos ante una muestra más de la relevancia de la actividad minera en la provincia de Huelva, y como la misma ha configurado el territorio y la sociedad onubense que ha dado lugar al actual paisaje cultural.