Redacción. Las divisas electrónicas se están convirtiendo en uno de los elementos más destacados del panorama actual de la inversión financiera y dos son las principales razones de este auge: la gran volatilidad de este tipo de instrumentos y el hecho de que son monedas que no cuentan con el respaldo de ninguna entidad financiera nacional o transnacional, sino que son divisas descentralizadas.
Por ejemplo, si nos fijamos en la cotización del Bitcoin, la divisa electrónica o criptodivisa más importante del mundo, veremos que dicha volatilidad es de un tamaño excepcional. A 1 de marzo de 2017 esta moneda electrónica se cotizaba en torno a los 1.079 dólares norteamericanos, una cantidad nada desdeñable. Sin embargo, en tan solo tres meses el Bitcoin se vendía a más de 2.900 dólares norteamericanos, casi un 200% por encima. Esto se explica bajo el hecho de que el Bitcoin cuenta con un nivel de emisión límite, y por ello el precio de esta moneda tiende a apreciarse.
De ahí que muchos inversores se muestran enormemente interesados por esta criptomoneda o por otras muchas que, como el Bitcoin, cuentan con una volatilidad gigantesca y con un techo de unidades establecido. Si sabes jugar tus cartas correctamente, es probable que puedas sacar una cantidad enorme de dinero con unas cuantas operaciones exitosas.
Además, otra de las ventajas principales que ofrecen las divisas electrónicas de cara a su comercialización es que no cuentan con dependencia alguna de un banco central. Gracias a ello, en cierto modo ofrecen una mayor fiabilidad, ya que uno sabe que ninguna institución va a jugar contra su valor con fines económicos nacionales o propósitos del estilo. En otras palabras: al no contar con un banco central y estar creada por la labor de miles de actores diferentes el Bitcoin es una divisa casi de imposible de manipular.
Otras ventajas (y desventajas). De la mano de esta independencia de cualquier actor institucional también va el hecho de que el sistema de la mayoría de las criptodivisas está construido sobre el mismo sistema que el Bticoin: la tecnología blockchain. ¿Qué supone esto? Que todas las operaciones quedan registradas en un sistema muy difícil de sabotear y que, por lo tanto, es tremendamente complejo el poder ‘falsificar’ una moneda como el Bitcoin. El blockchain es un sistema de bloques construido por diversos minerso mineros, que permiten otorgarle una seguridad enorme al Bitcoin.
Así las cosas, esta seguridad extra que ofrecen las criptomonedas juegan muy a favor de su cotización, aunque también hay que tener en cuenta que dicha tecnología también acarrea un problema: el completo anonimato.
El sistema utilizado por las divisas electrónicas cuenta con el problema de que es casi imposible desvelar la identidad de quien está tras la propiedad de la moneda en cuestión y, por ello, con el tiempo, puede acabar por jugar en su contra. Eventos como el de hace unas semanas, cuando un grupo de hackers se dedicó a secuestrar información de empresas relevantes y pedir el rescate en Bitcoins, pueden dañar ciertamente la imagen de las divisas electrónicas.
Sin embargo, tal y como muestra el auge de sus cotizaciones, lo cierto es que el cómputo global para las criptomonedas es más que positivo. Aunque cuenten con cierto aspecto negativo o que puede suponer un lustro en el futuro, parece que la inversión en divisas electrónicas ha llegado para quedarse.