Rosa Mora. La música, además de ser una de sus compañeras de vida desde su infancia, tuvo en él efectos terapéuticos durante los más de 20 días que permaneció en coma a causa de un accidente de tráfico. «Me han contado que mientras estuve en estado crítico en el hospital sonaba música a mi alrededor», explica a Huelva Buenas Noticias el onubense Manuel García Escobar, recientemente galardonado con el Premio al Empleado Público del Año en la categoría de Educación.
Natural de Huelva, durante su niñez residió en la localidad de Palos de la Frontera hasta que su familia decidió regresar a la capital onubense donde Manuel García comenzó a asistir a clases en el Conservatorio de Música, formándose en la especialidad de piano, una de sus grandes pasiones. Así, llegado el momento de elegir carrera universitaria, el hoy docente lo tuvo claro. «Me gustaba la música y también enseñarla», por lo que se decantó por Magisterio. El municipio sevillano de Pedrera y la capital hispalense fueron los primeros destinos del onubense antes de hacerse de forma definitiva con una plaza: reto que alcanzó en 2011 tras recuperarse en tiempo récord de un grave accidente de tráfico que le provocó una hemiparesia que le paralizó [como consecuencia del golpe en la cabeza] la parte derecha del cuerpo. Un contratiempo, no obstante, que no le alejó de su objetivo. Gracias al apoyo de su familia y a su capacidad de entrega y de superación Manuel García recuperó la movilidad necesaria para seguir tocando el piano así como se hizo con una plaza pública para ejercer como maestro.
La aldea de El Rocío fue su primer destino, centro escolar en el que permaneció durante dos años hasta su traslado en 2013 al Ceip San Jorge de Palos de la Frontera donde trabaja felizmente en la actualidad. Aunque consciente de la necesidad de transmitir determinados conocimientos teóricos, Manuel García nos cuenta su empeño por hacer más prácticas y dinámicas sus clases. «Cuando llegué al colegio de Palos de la Frontera no había ningún coro. Los alumnos habían estudiado música siempre a través de un libro, por lo que la asignatura se les hacía pesada y aburrida», explica. De esta forma, con su experiencia organizando coros en otros colegios, el onubense se decidió a crear uno en el centro educativo palermo. Una experiencia que, aunque le exige una gran dedicación, le está reportando enormes gratificaciones. «Actuamos para la principales festividades: el Día de Andalucía, el Día de la Paz, despidiendo a la Hermandad de El Rocío en su salida hacia la aldea, y especialmente en Navidades», señala Manuel García. Es precisamente durante la época navideña cuando tienen más actividad. Desde hace dos años participan en el popular concurso de villancicos que organiza Cadena 100, acontecimiento que tanto el alumnado como sus familias viven con especial ilusión. Asimismo, el coro palermo se hizo con el concurso provincial de villancicos organizado en Huelva capital hace dos años.
Manuel García compagina su labor como docente con otra de sus fuentes de bienestar y felicidad: acompañar al piano a conocidos artistas de nuestra tierra. De esta forma, es habitual verle junto a grupos como Ecos del Rocío, Manguara, Los Marismeños, Onuba o Manuel Lombo, entre otros. En su tiempo libre se dedica además a la composición musical.
Ha sido precisamente ese espíritu inquieto y dinámico que imprime de forma diaria en su labor como docente el que le ha hecho ser merecedor del Premio al Empleado Público del Año en la categoría de Educación. Certamen que organiza CSIF y Huelva Buena Noticias y cuyas distinciones se entregaron el pasado 25 de mayo en la Casa Colón de Huelva. «Cualquiera que le guste su trabajo es ya un ganador, pero agradezco enormemente este reconocimiento. Como reto, espero seguir transmitiendo el gusto por la música en el colegio, que sea una disciplina a la que se le respete, y que los alumnos sean consciente de que sin la música muchas de las cosas de las que hoy disfrutamos no existirían».