El ingeniero onubense Juan Diego Mendoza coordina y supervisa obras estatales en Guinea Ecuatorial

El ingeniero onubense Juan Diego Mendoza reside en Guinea Ecuatorial desde octubre de 2016.
El ingeniero onubense Juan Diego Mendoza reside en Guinea Ecuatorial desde octubre de 2016.
El ingeniero onubense Juan Diego Mendoza reside en Guinea Ecuatorial desde octubre de 2016.
El ingeniero onubense Juan Diego Mendoza reside en Guinea Ecuatorial desde octubre de 2016.

Rosa Mora. La decisión de abandonar un trabajo relacionado con tu formación por iniciar una aventura fuera de tu país, ni es fácil, ni siempre es entendida por las personas de nuestro entorno. No obstante, a veces nos encontramos con gente capaz de romper los esquemas que la sociedad establece como correctos y que no duda en lanzarse a perseguir sus sueños.

Revisando una captación de agua para el distrito de Basakato de la Sagrada Familia.
Revisando una captación de agua para el distrito de Basakato de la Sagrada Familia.

Ingeniero Técnico Industrial, especialidad en Mecánica, por la Universidad de Huelva, el onubense Juan Diego Mendoza González nos cuenta que salió de Manzanilla en 2015 con el deseo de conocer el mundo. Tras residir en localidad inglesa de Newquay, su siguiente parada ha sido Guinea Ecuatorial, país centroafricano en el que vive desde octubre del pasado año. 


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Empleado de una empresa madrileña que se encarga de la coordinación y supervisión de obras estatales, este profesional de Manzanilla tiene un papel destacado en lo que al desarrollo de nuevas infraestructuras del país se refiere. 

Antes de su experiencia africana, residió en Inglaterra. En la imagen, durante una acampada en Newquay.
Antes de su experiencia africana, residió en Inglaterra. En la imagen, durante una acampada en Newquay.

Una experiencia que, más allá del ámbito laboral, le ha hecho descubrir que «hay muchas más formas de entender la vida, cada una de ellas con sus intríngulis pero todas reales, ninguna prevalece», explica el onubense.


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Durante su estancia en Inglaterra, el onubense trabajó en una lavandería. En la imagen, el día de su despedida.
Durante su estancia en Inglaterra, el onubense trabajó en una lavandería. En la imagen, el día de su despedida.

– ¿En qué momento y por qué decidiste trasladarte a Guinea Ecuatorial?
-Esta respuesta es complicada. Tenía claro que quería trabajar en el extranjero, pero no sabía qué esperar cuando decidí dejar mí trabajo en Abengoa para irme a Inglaterra a aprender inglés. Vivía en Newquay, una maravilla en la costa norte de Cornwall, uno de esos sitio que no esperas encontrar en el Norte. Mi reciente afición por el surf me hizo buscar un destino en el que aprender y disfrutar fueran de la mano y Newquay es perfecto para eso, clases de inglés baratas, trabajos de temporada que te permiten vivir y olas cada día.

Asistía a clases de inglés y entre clase y clase trabajaba en la lavandería de un hotel. Allí coincidí con un madrileño que me habló de su experiencia en Guinea y de las buenas relaciones que mantenía con la empresa para la que trabajó. Me ofreció la posibilidad de mandar mi CV si me apetecía trabajar en ‘la África negra’. Tras un año y medio poniendo lavadoras y planchando sábanas, mi nivel de inglés había mejorado bastante. Después de mantener algunas charlas de almohada con mi pareja me decidí a aprovechar el contacto que me ofrecieron y un mes más tarde mi pareja y yo estábamos en Malabo.

En la actualidad, el profesional trabaja para una empresa madrileña que se encarga de la coordinación y la supervisión de obras estatales en Guinea Ecuatorial.
En la actualidad, el profesional trabaja para una empresa madrileña que se encarga de la coordinación y la supervisión de obras estatales en Guinea Ecuatorial.

– Cuéntanos, ¿Dónde trabajas actualmente?
-Trabajo para una empresa madrileña que se encarga de la coordinación y la supervisión de obras estatales en Guinea Ecuatorial. Desarrollo de nuevas infraestructuras.

– ¿Te imaginaste alguna vez desarrollando un trabajo de estas características?
– Para nada. Comienzo mi experiencia laboral diseñando y calculando estructuras para sistemas de tuberías. Nunca pensé estar trabajando en la dotación de abastecimiento de aguas en pequeños pueblos de la isla de Bioko, o en mantener reuniones con el Ministro de Obras Públicas de ningún país. Cuando lo pienso me cuesta creerlo.

En las cascadas de Santo Antonio de Ureka, junto a su pareja.
En las cascadas de Santo Antonio de Ureka, junto a su pareja.

– Y vivir en África, ¿Era algo que te había llamado la atención con anterioridad?
– Siempre quise visitarlo, nunca lo hice, esta es mi primera experiencia en África, pero nunca me imaginé trabajando aquí. Mi plan cuando decidí irme a aprender inglés era poder aspirar a cubrir ofertas de trabajo para Noruega.

África es un continente que siempre deseó visitar. En la imagen, vistas del pico Basilé desde Malabo.
África es un continente que siempre deseó visitar. En la imagen, vistas del pico Basilé desde Malabo.

– El contraste de pasar de vivir en Europa al continente africano debe ser destacable, ¿Qué te ha llamado más la atención?
– Es difícil elegir un aspecto, no había pensado en ello. Es muy diferente a lo que conocemos en occidente. Quizás el descubrir que hay muchas más formas de entender la vida, cada una de ellas con sus intríngulis pero todas reales, ninguna prevalece, depende de donde estés vivirás de una forma u otra.

Un momento del regreso de Inglaterra para visitar a las familias, antes de partir a Guinea Ecuatorial.
Un momento del regreso de Inglaterra para visitar a las familias, antes de partir a Guinea Ecuatorial.

– ¿Algún aspecto al que te haya sido complicado adaptarte?
– Bueno, en esta época en la que los días empiezan a ganar minutos de sol de una forma exponencial hasta llegar a esas tardes que se alargan hasta las 22.30 horas, el que aquí se haga de noche siempre a la misma hora me choca bastante. Al vivir en el ecuador siempre se hace de día y de noche a la misma hora. Ver como oscurece a las 18.30 me deprime un poco.

– No es tu primera experiencia en el extranjero,  ¿Dónde has estado con anterioridad y qué has aprendido de cada destino?
– En 2009/2010 estuve en Ancona, Italia, con una beca Erasmus. Ahí entendí que no había que tener miedo a lo desconocido y que quería seguir viajando y conociendo. Más adelante, en Newquay, Inglaterra, en donde estuve los años 2015/2016, aprendí lo increíble de que te ayuden cuando no lo esperas. Los recursos de los que disponemos para hacernos entender -mi nivel de inglés cuando llegue era muy próximo a cero- aprendí a conectar con el océano. Mi experiencia en Newquay fue una pasada.

Guinea Ecuatorial posee una gran riqueza natural. En la imagen,
Guinea Ecuatorial posee una gran riqueza natural. En la imagen, puente Cope, en Bioko.

– Resides en Malabo, ¿es una ciudad agradable para vivir?
-El carácter guineano es tosco, por eso considero que Malabo es una ciudad dura. No la definiría como agradable, más bien intensa.

– ¿Algún rincón favorito?
– En el sur de Bioko, Santo Antonio de Ureka. Playas kilométricas fraccionadas por ríos, estos esculpen cascadas impresionantes en los bosques que parecen querer tumbarse a tomar el sol sobre la suave arena negra.

Entrada a Basakato del Oeste.
Entrada a Basakato del Oeste.

– ¿Cómo es tu día a día?
– Pues trabajo de ocho de la mañana a seis de la tarde con dos horas de descanso, que normalmente me dan para poco más que preparar algo de comer y tumbarme 10 minutos en el sofá. Emma está en casa cuando llego del trabajo y cada tarde hay algo que hacer como cocinar con los vecinos, salir a cenar, ayudar a Emma a preparar el material para impartir sus clases, salir de bares, estudiar o simplemente ver la tele. Rutina de día de trabajo.

– Y tu tiempo libre, ¿En qué lo sueles emplear?
– Me gusta explorar sitios que no conozco, mezclarme con la gente de los pueblos, bucear, buscar olas para hacer algo de surf, acampar en la playa, hacer paellas en el patio y pensar en nuevos viajes.

– ¿Tienen en Guinea Ecuatorial alguna imagen generalizada de España y los españoles?
– Guinea fue española hasta 1968, la última colonia, el único país de África con el castellano como lengua oficial. Creo que la imagen que tienen es de abandono. Yo no conocía nada sobre este país antes de llegar y es difícil entender porque esa parte de la historia no se nos ha contado. Quizás, los “jefes” de aquella época no querían que su pueblo viera como hacían el ridículo a nivel internacional y de la misma forma parece que nadie le explicó al pueblo Guineano lo que ocurrió.

Vistas del distrito viejo de Basakato, la Sagrada Familia.
Vistas del distrito viejo de Basakato, la Sagrada Familia.

– ¿Has coincidido allí con muchos españoles?
– Sí, hay bastantes españoles por aquí y como siempre tendemos a unirnos.

– ¿Qué valoras de forma más positiva tu experiencia en el extranjero?
– La gente que conoces, lo que aprendes fuera de tu zona de confort, las oportunidades que encuentras… resumiendo, hacer con tu vida lo que te apetece.

– Y tu familia, ¿qué pensó cuando tomaste la decisión de marcharte?
-Cuando les hablé de irme a Inglaterra a aprender inglés pensaron que estaba loco, dejaba un trabajo de ingeniero, cerca de casa, para irme a otro país a «vete tú a saber» a qué me dedicaría. Posteriormente, cuando les comenté que me iría a Guinea me preguntaron que si antes pasaría por casa a visitarlos. Han visto en mí una evolución positiva y están contentos y orgullosos.

El onubense, practicando 'Longboarding' en Newquay.
El onubense, practicando ‘Longboarding’ en Newquay.

– ¿Qué echas más de menos?
-Familia, amigos y mi furgoneta. En ese orden.

– ¿Cuáles son tus aspiraciones?
-Salí de Manzanilla con ganas de conocer el mundo y eso no ha hecho más que empezar. Seguir conociendo diferentes culturas seguro me hará entender el mundo en el que vivimos.

Juan Diego es un gran aficionado al surf, deporte que practica siempre que puede. En la imagen, en Newquay.
Juan Diego es un gran aficionado al surf, deporte que practica siempre que puede. En la imagen, en Newquay.

– Para terminar: un mensaje a los onubenses. 
-Mi consejo es que lo hagas, lo que sea, lo que te apetezca. Nunca esperes a llegar a viejo para pensar en las cosas que te hubiera gustado hacer. El momento es ahora.

– Muchas gracias y mucha suerte.

1 comentario en «El ingeniero onubense Juan Diego Mendoza coordina y supervisa obras estatales en Guinea Ecuatorial»

  1. Mucha gracias a la gran profesional Rosa Mora, desde tu perspectiva mi historia se ve muy bonita. Me ha emocionado ver la reacción de la gente. Un gran placer colaborar.

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