Mari Paz Díaz. No es habitual encontrar a artistas que se decanten por la danza contemporánea. Al menos, no de forma mayoritaria. Por este motivo, cuando encontramos un ejemplo de un onubense que destaca en esta faceta nos llama aún más la atención. Su nombre es Juan Antonio Pereira Márquez, un joven de 22 años, natural de Moguer, que está cosechando numerosos éxitos en este ámbito artístico.
Un onubense que se inició en el mundo del baile a través del flamenco, y más concretamente, formándose en la Academia de Baile de Virginia López, situada en su localidad natal. Un primer contacto a partir del cual «fui creciendo y dándome cuenta que me gustaba mucho la gimnasia. Siempre estaba por la calle dando saltos y demás. Un día, la entrenadora de Gimnasia Rítmica María Val me vio y me propuso entrenar con ella. Así que, poco a poco, fui compitiendo en torneos y en campeonatos de Andalucía y de España», según nos cuenta.
Esta actividad la compaginó con clases de Danza Clásica en la Escuela de Música y Danza de Aljaraque, con la profesora Inmaculada Agudo, que, durante tres años, fue la persona que le animó y preparó para que accediera a las pruebas del Real Conservatorio Profesional de Danza ‘Mariemma’ de Madrid. No era fácil, pero, a pesar de ello, «conseguí entrar en el Conservatorio y empecé a recibir técnicas de varios profesores. Ya en cursos avanzados, como quinto y sexto, salimos a bailar fuera de España. Por ejemplo, tenemos convenios con Oporto e Italia y, poco a poco, estamos abriéndonos un hueco en el mundo de la danza contemporánea».
Un hueco cada vez más importante, porque el trabajo de este moguereño se ha visto refrendado también con el Primer Premio de Danza Contemporánea, que obtuvo el pasado año en el Certamen de Danza de Castellón. Un reconocimiento a nivel nacional que ha servido para aplaudir su arte, al tiempo que le ha abierto muchas puertas en esta difícil disciplina, tal y como nos cuenta en esta entrevista ofrecida a Huelva Buenas Noticias.
-Juan, ¿por qué te decantaste por la danza contemporánea? ¿Cuándo te diste cuenta que era lo tuyo?
-Siempre he sabido que quería bailar o hacer gimnasia, pero era evidente que, si es difícil vivir de la danza, de la gimnasia, prácticamente es imposible.
-¿Crees que has roto moldes en este ámbito? Quizás sea una práctica poco habitual entre los onubenses en general y, más concretamente, entre los moguereños.
-No lo sé. Supongo que sí. Pero, lo que tenía claro, es que quería apostar por esto y la única opción que tenía para logar mi sueño era venirme a Madrid.
-Ese esfuerzo ha tenido su recompensa, porque el pasado año obtuviste el Primer Premio de Danza Contemporánea en el Certamen de Castellón. ¿Qué supuso para ti este reconocimiento?
-Fue un momento muy bonito y emocionante. Te das cuenta que merece la pena apostar por lo que uno quiere y que nada es imposible. Con mucho esfuerzo, cariño y dedicación, todo se consigue. Así que el reconocimiento fue una experiencia muy bonita, que recordaré siempre.
–¿En qué ha consistido? ¿Qué importancia tiene este galardón?
-Se trata de un certamen de danza que se convoca a nivel nacional muy reconocido, donde muchos coreógrafos y compañías becan a concursantes y, sin duda, es una oportunidad para que te vean. En mi caso, tuve que presentar un vídeo a partir del cual me seleccionaron. Al entrar en la semifinal tuve que ir a Castellón con mi coreógrafo José Reches. Allí actúe, pasé a la final con la coreografía ‘Animal’ y, al final de la noche, me eligieron como el ganador del premio en la categoría de danza contemporánea.
–¿Qué estás haciendo ahora?
-Pues ahora mismo estoy terminando la carrera en el Conservatorio y realizando actuaciones en Italia y Oporto.
-¿Cuál es tu sueño?
-Me gustaría trabajar en alguna compañía de danza y poder vivir de ello.
–¿Tienes algún otro proyecto para el futuro?
-Me gustaría presentar alguna coreografía por Andalucía, pero sé que es difícil, así que continuaré mirando audiciones en Bruselas, Londres, Alemania…
-¿Cómo es estudiar fuera de casa?
-Muy difícil al principio, pero te acabas adaptando. Conoces gente que está en tu misma situación, haces amigos y te acabas creando como una familia.
-¿Echas de menos Huelva?
-Sí. Me acuerdo mucho de mi familia, de mis amigos, de la tranquilidad de mi pueblo y de las comidas de mi madre.
-¿Qué opina tu familia y amigos de tu experiencia? ¿Te apoyan?
-Mi familia y amigos nunca me dijeron nada negativo, al contrario. Siempre creyeron y apostaron por mí.
-Con tu aprendizaje, ¿qué mensaje le darías a los jóvenes onubenses?
-Pues a las personas que quieran dedicarse a la danza les diría que nunca se rindan, que es difícil, pero siendo constantes se pueden conseguir la mayoría de las cosas que nos proponemos. Que es una vida sacrificada, dura, llena de dolores, físicos, mentales y sentimentales. Pero que no hay nada más bonito que el terminar de bailar en un gran teatro y darte cuenta de que el público está aplaudiendo en pie. Es en ese momento en el que te dices a ti mismo: ¡Me encanta mi vida y me encanta ser bailarín!