S. D. El pabellón cubierto Zenobia Camprubí vivió una jornada amarga con un único punto de dulzor. El Club Balonmano Pedro Alonso Niño de Moguer cerró el campeonato con una victoria, pero consumó su descenso a Segunda Nacional, eso sí con la cabeza muy alta. Y todo en una día en el que puso el punto final a su carrera deportiva el gran capitán amarillo en los últimos años, Sergio Cruzado.
El PAN Moguer cumplió con la parte del milagro que le tocaba y consiguió una victoria con suspense por 25-24 ante el colista Manzanares, al que llegó a ir ganando hasta por siete goles. Pero en el otro partido por el descenso no hubo color y el Villafranca no falló y superó con claridad (27-17) a un Bolaños que no se jugaba nada. De este modo, el equipo amarillo acabó la competición penúltimo y regresó a la Segunda Nacional, categoría en la que hacía décadas que no milita.
La emoción estuvo en la despedida de Sergio Cruzado, el mejor bombardero que ha tenido el club en muchos años, poseedor de un brutal tiro exterior y un potente salto que han dejado para la retina muchas jugadas espectaculares y goles para liderar muchas victorias, superviviente de la mejor época del club y presente ahora en el peor de los recordados. Saliendo de una lesión hizo el esfuerzo de jugar unos minutos para retirarse de corto. Recibió el cariño de su afición y sus compañeros, que vistieron una camiseta azul en la que se podía leer “Gracias 7 capitán” en la espalda y que en el pecho llevaba el logo de superman, la S de Super Sergio Cruzado.
El PAN Moguer saltó a la cancha con mucha decisión y ganas. Con su gran arranque, con acciones muy rápidas a la contra, se llegó a colocar 4-1. Comenzaron a marcar hombres como Dani Podadera, Alejandro Capelo y Salva Piosa y la defensa se iba empleando con contundencia ante un rival, que inició el choque errático.
El Manzanares llegó a colocarse 5-3, pero en un nuevo arreón del conjunto amarillo, donde Emilio Guerrero ya fue realizando paradas de mérito, el marcador se disparó hasta el 7-3 (m. 11) pese a jugar en inferioridad. En los siguientes minutos el ritmo fue a menos, el PAN se atascó algo en ataque estático y el equipo visitante recortó para situarse 7-5.
El encuentro estaba siendo de pocos goles por fallos y precipitaciones de ambos conjuntos. Alcanzado el minuto 20 una nueva contra finalizada por Salva Piosa, que estaba en racha, situó al PAN Moguer cuatro goles arriba, distancia que antes del descanso fue subiendo hasta llegar a doblar a su rival en el marcador. Alejandro Jiménez cerró la cuenta antes de ir a los vestuarios con un ventajoso (14-7).
En el arranque de la segunda mitad se igualaron algo las fuerzas y, alcanzado el minuto 36, el Manzanares se acercó a dos goles (16-14), pero en un corto espacio de tiempo el PAN, que había fallado algunos ataques, volvió a dar con la tecla para mantenerse con distancia sobre su rival.
Sin embargo, el equipo de Moguer fue a menos y su rival a más y a falta de diez minutos puso el 20-19. Fue entonces cuando la afición más animó a los suyos, que apretaron los dientes y marcaron un parcial a su favor con un espectacular gol en un giro de 360 grados y sin ángulo de Alejandro Jiménez y una contra que mató a la perfección Salva Piosa (22-19).
A menos de cinco minutos para el final el Manzanares logró el empate (22-22). Alejandro Jiménez lo deshizo e igualó de nuevo el equipo visitante a menos de tres minutos para el término del choque. Apareció con un gran disparo en suspensión Dani Podadera y en el último minuto defendió con todo el equipo en la pista y la afición a grito limpio desde la grada, pero estableció una vez más las tablas Manzanares. Pidió tiempo muerto el técnico Máximo Gutiérrez para una jugada a falta de 36 segundos que convirtió en gol Dani Podadera. Quedaron 12 más para el Manzanares, que no pudo hacer nada más al encontrarse con Emilio Guerrero.
En el postpartido más instantáneo quedaron los abrazos de los jugadores, unidos, como han estado toda la temporada, consolándose los unos a los otros, arropando a su capitán, Sergio Cruzado, y conectando con su afición, que seguía animando a los suyos, coreando nombres y entregando aplausos y más aplausos. El broche, fue el “Shalalalá” in crescendo de cada triunfo, el de siempre, pero más especial que otras veces.
PEDRO ALONSO NIÑO: Emilio Guerrero (p) (1) y Fran Garrido (ps), Gonzalo Álvarez (5), Ignacio Barrera (0), Alejandro Capelo (1), Sergio Cruzado (0), Isaac Cumbreras (0), Javi González (0), Alejandro Jiménez (6), Esteban Medina (0), Salva Piosa (8), Dani Podadera (4), Álvaro Quintero (0), Antonio J. Rodríguez (1), Fernando Sánchez (0), Santiago Sánchez (0).
BM MANZANARES: Jorge Dorado y Rey Sergio Vázquez (p), Victoriano Alises (3), Miguel Ángel Caraballo (4), Daniel Cruz (0), Alejandro Díaz-Peñalver (0), Manuel García (0), Enrique Peinado (0), Francisco Javier Ramos (2), Pedro Rodríguez (0), Antonio Rodríguez (4), Manuel Sánchez-Gil (2), José Juan Serrano (1), Miguel Tejedor (3), Carlos Alberto Yuste (5), Antonio Jesús Camacho (0).
Árbitro: Diego Pastoriza Estévez y Andrés Leandro Martín González (Canarias). En los locales fueron eliminados con tres exclusiones Isaac Cumbreras y Fernando Sánchez y excluidos con dos minutos Alejandro Capelo y Alejandro Jiménez. En los visitantes los excluidos fueron Antonio Rodríguez(2), Miguel Tejedor (2), José Juan Serrano.
Parciales cada cinco minutos: 4-1, 6-3, 7-4, 9-6, 11-7, 14-7 (descanso); 16-11, 18-13, 20-15, 20-19, 22-21, 25-24 (final).
Incidencias: Partido correspondiente a la 30ª jornada en el grupo F de la Primera Nacional de balonmano, disputado en el pabellón Zenobia Camprubí de Moguer.