Rosa Mora. Creció escuchando a compositores clásicos en su casa. A pesar de que no procede de una familia de músicos profesionales, la olotense Isabel Rodríguez Foncueva cuenta a Huelva Buenas Noticias que la pasión de su madre por esta disciplina artística fue decisiva para que ya desde su niñez se sintiera atraída por notas y pentagramas. Este hecho, sumando a que su hermano y un pariente cercano se habían iniciado con el clarinete, animó a la onubense a unirse a la Banda Municipal de Gibraleón comenzando así a formarse, en un primer momento, como clarinetista.
Su primer contacto con el oboe, instrumento que hoy domina a la perfección, podríamos decir que fue fortuita. «A los ocho o nueve años de edad, cuando iba a entrar en el Grado Elemental en el Conservatorio Profesional de Música de Huelva ‘Javier Perianes’ no había plazas disponibles de clarinete, y me dieron a elegir entre el saxofón y el oboe. Éste -refiriéndose al oboe- era un instrumento totalmente desconocido para mí y quise probar», nos explica la onubense.
Determinante en su trayectoria musical ha sido el oboísta y docente Ángel Sánchez. «Hasta ahora el mejor profesor que he tenido. Desde el principio me exigía que intentara buscar algo más que no fuera una mera nota, sino un trasfondo bastante más profundo. A medida que iba creciendo, le iba viendo al papel escrito un sentido más allá», cuenta Isabel Rodríguez.
Tras realizar los Estudios Musicales de Grado Medio en el Conservatorio de Huelva y siendo ya consciente de que su objetivo era vivir de la música, la onubense ingresó en el Conservatorio Superior Manuel del Castillo de Sevilla para cursar el Grado Superior. Formación que compaginó con sus primeras experiencias como docente, de las que guarda un agradable y bonito recuerdo.
Habiendo finalizado los estudios musicales en el conservatorio hispalense y después de unos meses reflexionando sobre los pasos que deseaba tomar en el futuro, Isabel Foncueva se decantó por continuar formándose y hacerlo en el exterior donde, a su juicio, existe una mayor cualificación. Fue así como, tras contactar con varias instituciones extranjeras que ofrecían estudios de máster, se decantó por el Máster Performance Konzert en Zurcher Hochschule der Kunste, en Zúrich, con Louise Pellerin, profesora canadiense que fue alumna de Heinz Holliguer, oboísta de reconocido prestigio a nivel internacional.
En cuanto a la experiencia que está viviendo, a nivel académico la califica de excelente. «El nivel de exigencia es alto y estoy muy contenta con la formación que estoy recibiendo», nos cuenta. Por otro lado, sin embargo, el hecho de residir en Suiza, uno de los países con más riqueza por habitante del mundo, supone cierta limitación para esta onubense que compagina sus estudios con el cuidado de los niños de una pareja suizo-española y con la organización de conciertos [bolos] que le van surgiendo.
A punto de concluir el máster en Zúrich, Isabel Foncueva explica que volverá a España con la intención de complementar su formación como oboísta con la de docente. «La experiencia de dar clases en Sevilla me gustó. Además, me reitero en que valoro muchísimo la influencia que tuvo mi profesor en mí… la manera en la que tú, como docente, le proyectes en este caso la música a tus alumnos es decisivo».