A.R.E. Este mes de mayo se cumplen dos años desde que el onubense José Ángel Vázquez Rúa hiciera las maletas y se marchara con su familia a Alemania. Había conseguido allí un trabajo de lo suyo, de enfermero, y decidió probar suerte a ver qué le deparaba el destino. La fortuna le ha sonreído y ahora, a sus 36 años, está feliz por haber alcanzado, aunque haya sido tan lejos de su tierra, esa estabilidad que tanto ansiaba.
José Ángel es natural de Huelva capital, donde su familia vive en el Molino de la Vega, aunque se crió en la avenida de la Cinta, junto al Parque Moret. Allí estudió EGB en el CEIP «El Garbancito», actualmente CEIP «Quinto Centenario», y recuerda aquella etapa de su vida con un enorme cariño. «Mi infancia fue muy divertida y sin un segundo de aburrimiento. Nos pasábamos todo el tiempo jugando en el Moret al fútbol, con las bicicletas, con los tirachinas, cogíamos higo chumbos, escalábamos a los arboles, incluso nos tirábamos por aquella cuestas con toda clase de artilugios que nos encontrábamos, ya fueran chapas de uralita, puertas viejas, cartones de frigoríficos….», afirma el onubense.
Vázquez estudió un Módulo Superior de Nutrición y Dietética en IES Fuentepiña y luego la carrera de Enfermería en la Escuela Universitaria de Plasencia, en Extremadura, en 2008. Cuando regresó a Huelva, trabajó durante algunos años con contratos de verano y cubriendo vacaciones en el Hospital Infanta Elena, pasando por los servicios de Urgencias, UCI, Traumatología, Medicina Interna, Radiología y Cirugía, entre otros.
También ejerció en un centro de mayores y personas dependientes en Cartaya, donde estuvo un par de años seguidos, y poco después volvió a realizar turnos de fin de semana mientras trabajaba en el Hospital Blanca Paloma, en la unidad de Medicina Interna.
Ante la falta de estabilidad laboral, José Ángel decidió probar suerte en el extranjero como él mismo nos cuenta:
– ¿Por qué decidiste marcharte?
– La desesperación de buscar una estabilidad y una vida mejor para mí y mi familia me hizo aumentar las miras de mi búsqueda y empecé a considerar ir a trabajar al extranjero. Miré muchas ofertas por Internet y mandé mi currículum a muchas de ellas y… aquí estoy. Pasé un proceso de selección con los jefes de mi empresa en alemán con una traductora y realicé un curso intensivo de alemán en una escuela de idiomas de Málaga durante tres meses con el objetivo de obtener el nivel B1. La verdad, pienso he tenido mucha suerte. Desde la empresa nos facilitaron mucho la llegada, ya que disponíamos de una persona que nos ayudó desde el minuto uno a empezar la vida en Alemania y en nuestro idioma. Nos ayudó a buscar casa, a inscribirnos en el ayuntamiento, a sacarnos una cuenta en el banco, a dar de alta una línea de móvil… muchas cosas que si hubiésemos hecho solos nos hubieran causado un estrés.
– ¿Dónde vives ahora?
– Ahora resido en Bad Oeynhausen, ciudad alemana en el Busdenland Nordrhein-Westfalen, región de Detmold, con unos 49.000 habitantes y una extensión de 64,83 kilómetros cuadrados. En realidad no conocía esta ciudad hasta la hora de venir.
– ¿Es tu primera estancia en el extranjero?
– Sí, ésta está siendo mi primera experiencia en el extranjero, para mí y mi familia, ya que estoy aquí con mi mujer, Nuria, y su hijo Juan Manuel y mi hijo Sergio, y otro que llegará el próximo mes de julio.
– ¿Cómo fueron vuestros primeros días allí?
– Los primeros días fueron estresantes, aunque a la vez excitantes. Todo era una aventura y provocaba momentos divertidos, desde sentarse en un bar e intentar traducir la carta, a ir al supermercado a comprar. Pero poco a poco y con esfuerzo ahora estamos totalmente adaptados.
– ¿Cuál es tu actual empleo?
– Trabajo en el hospital privado Herz-und Diabeteszentrum NRW desde que llegué a Alemania, en una Unidad de Cuidados Intensivos de Cardiología. Es un centro reconocido a nivel mundial en Cardiología, realizan multitud de operaciones cardíacas al año con novedosas técnicas y con un alto nivel de eficacia, además de realizar gran cantidad de trasplantes íntegros de corazón al año. Cuenta con los mejores profesionales sanitarios tanto en Intensiva como en Quirófano de Alemania y el extranjero. Yo me encuentro muy cómodo en el desempeño de mi trabajo, con mis compañeros e incluso con los jefes, ya que me siento valorado por mi trabajo realizado y adquiriendo valiosísima experiencia en este campo la Cardiología, que me apasiona.
– ¿Cómo te manejas con el idiomas?
– Al llegar a Alemania mi nivel de idiomas era un B1, pero con las limitaciones de no conocer mucho vocabulario. Ahora no sé el nivel en el que puedo encontrarme, pero no es una cosa que me preocupe, ya que puedo comunicarme perfectamente, puedo hacer mi trabajo con garantías y no me supone ningún estrés tener una cita, ya sea en el colegio, en el médico o en cualquier lugar en alemán. Eso me da una tranquilidad de vida, que era lo que buscaba en un principio.
– ¿Cómo es vivir allí? ¿Es muy diferente a España?
– Vivir aquí es espectacular. Estamos rodeado de naturaleza por todos lados, hay parques preciosos muy cerca de mi casa y la vegetación es frondosa y verde, que tiene su encanto en cada época del año. Lo más duro ha sido el clima, aquí hace frío durante casi todo el año, al contrario de nuestra Huelva, que hace calor casi todo el año, y las horas de luz se reducen drásticamente en invierno, pudiendo anochecer casi a las 4 de la tarde durante al menos un mes. La gente es muy amable y cordial, muy educada. Las calles están muy limpias, aquí la gente es muy cívica y no tira nada al suelo, y para todos los que venimos de fuera es muy fácil adaptarse y cumplir las normas.
– ¿Cuáles son tus planes?
– Mis planes de futuro son vivir la vida y disfrutar con mi familia del momento. Cuando vivíamos en Huelva no teníamos opciones de ir vacaciones, ni de planear algo a largo tiempo. Desde que estamos aquí podemos regresar a España de vacaciones tres veces al año y tenemos muchos planes para el futuro. Mientras todos estemos aquí bien y no podamos volver a Huelva con garantías de vivir al menos igual que aquí, seguiremos en tierras teutonas sin fechas marcadas.
– ¿Qué es lo que más echas de menos de Huelva?
– Lo que más echo de menos de Huelva es a mi familia y a mis amigos. Siento que me estoy perdiendo parte de sus vidas, de ver crecer a mis sobrinos y a los hijos de mis amigos, y que mis hijos crezcan y no puedan jugar con ellos. Y en especial echo de menos mucho a mis padres, Teo y Pepa, y el no poder verlos cada día, eso para mí es muy importante. Y como secundario, pues la playa, la calor y la comida.
– ¿Recomiendas a todo el mundo que viva un tiempo fuera de España?
– Yo recomiendo a todo el mundo que le guste lo que hace, que le apasione su trabajo, que luche y busque un sitio para poder desempeñarlo y realizarlo, da igual donde sea. Las barreras se las marca uno mismo, pero la satisfacción que te da vivir de lo que realmente te apasiona, hace que no te cueste trabajo ir a trabajar valga la redundancia. Y disfrutes de ello.
– Para terminar: un mensaje a los onubenses.
– A la gente de Huelva les recomiendo que luchen por sus ideales y sus sueños y no se marquen barreras. Que hoy en día se vive bien en cualquier parte del mundo siempre que hagas lo que te gusta y te haga sentir realizado. La vida es para los Valientes.