S. D. Lo que no puede ser no puede ser, y además es imposible… frase que resume la realidad para Juan Antonio Zamora, hasta ahora jugador del Recreativo de Huelva, y desde ya “un recreativista más”. Que en verdad ya lo era, porque por mor de las lesiones, el jugador murciano ha tenido que ejercer más fuera del campo que en él.
“Vengo a comunicaros que pongo punto y final a mi carrera profesional”. Lo dijo de manera sentida, arropado por sus compañeros, por los técnicos, los empleados y el presidente de la entidad, ante los que confesó que había dado “todo lo que llevaba dentro y fuera del terreno de juego, pero mis rodillas han dicho basta. Tres veces me caí y otras tres veces me levanté pero ha llegado la hora de decir adiós al fútbol”. Y es que en breve tendrá que pasar de nuevo por el quirófano, otra piedra/roca en el camino de un gran profesional.
Reconociendo que “es muy duro dejar una profesión que tanto me ha dado, no tengo más remedio que aceptar lo que es una derrota, y es que mi cuerpo no me permite seguir”.
Zamora, emocionado, señaló que se va “orgulloso de haber pertenecido al Recreativo de Huelva, el club donde empezó todo”, pero también tuvo palabras de agradecimiento a otros clubes (Murcia, Real Madrid, Cartagena, Girona, Castellón, Ceuta, Badajoz…), en los que como en Huelva defendió su camiseta con su profesionalidad acostumbrada.
Hizo una especial y cariñosa alusión “a Jesús Vázquez y Antonio Núñez”, y sobre todo a “Cheche, a mi mujer Miriam y a mis dos hijos Enzo y Martina”. Terminando su alocución señalando que le gustaría ser recordado “más que un buen o un mal jugador, por ser una buena persona, y eso con mis defectos”, insistiendo en que nunca se olvidará del Recreativo, remarcando que “siempre seré un recreativista más”.