Sergio Borrero. A las 19:ooh, puntual a su cita, las puertas de la Parroquia de la Concepción se abrían para dar inicio a un nuevo Jueves Santo en la ciudad de Huelva. Un largo cortejo de nazarenos, vistiendo su túnica y morrión de sarga blanca anudada a la cintura con cíngulo verde al igual que la botonadura, comenzaban a abandonar las naves del templo concepcionista dando comienzo a la Estación de Penitencia de la Muy Antigua, Real, Ilustre, Seráfica y Franciscana Hermandad Sacramental de la Purísima Concepción y Archicofradía de Nazarenos de la Santa Vera+Cruz, Sagrada Oración de Nuestro Señor en el Huerto y Nuestra Madre y Señora de los Dolores.
Un cortejo de los más completos de la Semana Santa de Huelva, para fijarse en detalle en todas sus insignias antecedía a ambos pasos de la cofradía. Los cirios al cuadril, formaban un camino de luz que desembocaba en el portentoso paso de misterio de la Sagrada Oración en el Huerto. A las órdenes de Manolo Carnicerito, capataz general de la hermandad, los hombres del Señor realizaban la salida en una ajustada maniobra debido a lo aparatoso el olivo que completa la escena. El misterio aparecía exornado con un monte de claveles color cardenal y centros de rosas rojas en los costeros del misterio.
Los últimos rayos de sol del día iluminaban el sobrecojedor rostro del Cristo de la Oración, obra del imaginero Luis Ortega Bru mientras los primeros sones clásicos de cornetas acompañaban el caminar del misterio de la Hermandad. La joven Banda de Cornetas y Tambores La Merced de Huelva, fundada hace poco más de dos años para devolver los sones puros de cornetas y tambores a la Semana Santa de Huelva, era la encargada de acompañar por segundo año a la Archicofradía. Tras el Señor, numerosos hermanos portando cruces de penitencia seguían los pasos de los costaleros.
Se alejaba el misterio por la Calle Mora Claros, cuando en el interior de la Concepción el majestuoso paso de palio de la Hermandad daba sus primeras chicotás para encarar la puerta de Méndez Núñez y realizar su salida procesional. El palio aparecía exornado con bouquets cónicos de rosas y capullos de rosas en tonos salmón y malva, vistiendo la Virgen su tradicional saya y manto en hojilla y portando la corona de coronación y la medalla de la ciudad impuesta el pasado 2015. En la presidencia del palio, acompañaban al hermano mayor el alcalde de la ciudad Gabriel Cruz y el párroco de la Concepción, D. Diego Capado.
A los sones de la Banda de Música «El Arrabal» de Carmona, formación que se estrena en esta Semana Santa, se mostraba a los cientos de onubenses que allí aguardaban Nuestra Madre y Señora de los Dolores Coronada en su espectacular joyero que la cobija cada Jueves Santo. La nota más entrañable del procesionar de la cofradía la ponían las decenas de pequeños hermanos que ataviados de monaguillo precedían el palio de terciopelo burdeos bordado en hojilla.