S. D. Ganó, vaya que si ganó. Sacando a relucir su mejor versión en muchos momentos, aplicándose al máximo ante un rival de cuidado, y apretando cuando tuvo que hacerlo. Así pudo Carolina Marín deshacerse de quien es su ‘bestia negra’ en el circuito, la tailandesa Ratchanok Intanon, que llegó a este partido de cuartos de final del Open de Malasia con un parcial de 5-1.
Pero Carolina en esta ocasión no estaba dispuesta a permitir lo que, hace un mes, sucedió en Birmingham. Allí Intanon, con un increible 0-10 en el último set, le dio la vuelta a un partido y privó a la de Huelva de seguir peleando por el primer ‘grande’ de la temporada. Ahora, en el segundo Superseries Premier, la campeona olímpica saltó a la cancha con la lección aprendida y, a base de esfuerzo y buen juego, salvó el escollo en tres sets en 62 minutos: 21-8, 18-21 y 21-12.
El primer set fue de lo mejor de Carolina en lo que va de temporada. Contundente, eficaz, ambiciosa, la de Huelva tuvo una excelente tarjeta de presentación primero con un 4-0 y luego con un parcial de 8-0 para colocarse con 13-4. Incontestable Carolina en esa fase, barrió literalmente a Intanon en esa manga por 21-8, en la que posiblemente la tailandesa al final hasta entregara un poco la cuchara en espera del segundo set.
Que ya fue otra historia. Intanon es muy buena jugadora, quizás no ha alcanzado lo que se intuía que podía lograr -fue campeona del mundo en 2013-, pero a su nivel puede ganar lo que se proponga. Y lo demostró, sobre todo a raíz del empate a 6. Desde ese momento la mejor Intanon cosechó un parcial de 5-0, para llegar al intervalo con 6-11, que siguió ampliándose hasta un casi definitivo 18-11. Le tocó el turno de reaccionar a Carolina que peleó para evitar la caida del set, pero no fue suficiente su esfuerzo, ya que la manga cayó del lado de la tailandesa por 18-21.
Y lo peor fue que el comienzo del tercer y definitivo set no fue nada alenatador para Carolina Marín, que aún mascullaba la pérdida de la manga anterior. Un 0-4 de salida para Intanon despertó a la de Huelva que, poco a poco, con su mejor juego, primero fue equilibrando el marcador, y luego con un parcial de 8-0 volteó el partido desde el 6-8 hasta el 14-8. Era el momento de asestar el golpe definitivo, y con la lección aprendida del Open de Inglaterra, Carolina fue devastadora en el tramo final, imponiéndose por 21-12.
Ahora la onubense en la semifinal se va a enfrentar a otra jugadora que parece le tiene tomada la medida, la japonesa Nozomi Okuhara, que le vence en el parcial por 4-2 con el añadido de que las tres últimas confrontaciones entre ambas cayó del lado de la nipona. Otro reto pues.