S. D. Carolina Marín comenzó el Open de Malasia, segundo Superseries Premier del año, con una victoria sin sobresaltos ante la representante de Hong Kong, Yip Pui Yin en dos sets (21-16 y 21-11), en un partido que duró 37 minutos.
La onubense, que el domingo perdió la final del Open de la India, confesó en la previa del torneo que había llegado a Malasia con la lección aprendida tras los errores que, según ella, le privó de ganar en Nueva Delhi, y con muchas ganas de reeditar su triunfo de 2015. Ante Yip Pui Yin, número 25 del mundo, al menos, ha dejado claro que sus intenciones son ciertas y que hay que contar con ella para el triunfo final, aunque es de esperar que el camino se vaya siendo cada vez más complicado.
El caso es que en Kuching, donde se celebra este año el torneo, Marín ha comenzado firme, yendo de menos a más como bien se puede apreciar por la marcha del partido con la hongkonesa. Así, tras un primer set igualado, en el segundo no tuvo apenas oposición. Porque de entrada el marcador apenas dio ventajas llamativas para ninguna de las dos. Mucho equilibrio en esa manga inicial, con un 11-10 para la de Huelva en el intervalo que, con dos pequeños arreones, logró un 14-11 y luego el 17-14, tras otro empate a 14. Fue desde ahí donde Carolina se hizo fuerte para apuntarse el set por 21-16.
Menos historia tuvo el segundo en el que después de una salida fulgurante de Marín logrando un parcial de 9-2, de fue al descanso con 11-5, que poco después se convirtió en 21-11, poniendo punto final al choque.
Ahora la campeona olímpica se medirá en la segunda ronda a la tailandesa Nitchaon Jindapol, con la que vence por 2-1 en los precedente.