Antonio José Martínez Navarro. Somatén (del catalán son metent, que quiere decir, “sonido metiente”) es una institución española de carácter parapolicial que surgió en Cataluña. En sus orígenes fue un cuerpo armado de protección civil, independiente del Ejército, para autoprotección y defensa de la tierra. A su vez proviene del Sagramental, cuyas recopilaciones nos dicen los historiadores que se hallan en las Cortes catalanas promulgadas en 1068 y de un “Usatge” (uso) denominado “Princeps Namque”. Ambos textos legales declaran que es policial, en el ámbito local, pero dependiente del militar, en el ámbito general.
El cometido del Somatén, durante la Edad Media, consistía en dar la alarma para alertar a los pueblos vecinos. Esto se llevaba a cabo mediante hogueras encendidas de cumbre a cumbre, al sonido de un cuerno, un toque de trompeta o repique de campana. De esta manera, de “repique de campana” es de donde surge el nombre que se impone sobre el de “Sagramental”.
Los miembros del Somatén eran todos los vecinos capaces de prestar tal servicio. Tenían obligación de disponer de un arma en su casa e instruirse periódicamente en su manejo.
En 1825 fue reconstituido por los grandes terratenientes rurales con el nombre de “Someten armat” de la Montanya de Catalunya” y adoptó el nombre de “Pau, pau i sempre pau” (“Paz, paz y siempre paz”). A partir de entonces, el Somatén adquirió un carácter de cuerpo auxiliar del orden público en el ámbito rural destinado a proteger las posesiones de los grandes terratenientes.
Un nuevo intento que hemos percibido en Huelva sobre la organización del Somatén onubense lo hallamos en la sesión municipal del 12 de agosto de 1869, que nos dice:
<<…Dada lectura de una orden circular del Sr. Gobernador civil de la provincia fecha ocho del actual en la cual dicta varias disposiciones encaminadas a la organización de Somatenes para en el caso de verse amenazadas las patrias libertades y enterado el Ayuntamiento acordó adherirse en un todo a las citadas órdenes y sean darlas con entusiasmo puesto que tienden al público bienestar; y que así se conteste a dicha superior Autoridad al acusarle el recibo que exige en la Regla décima octava de su citada circular…>>.
En el extracto de los acuerdos más importantes tomados por el Ayuntamiento de Huelva en el mes de agosto de 1869 y remitido para su publicación en el Boletín Oficial de la provincia de Huelva volvemos a leer: “…En la indicada sesión –del día 12- se acordó el Ayuntamiento adherirse a la circular del Sr. Gobernador civil sobre organización de somatenes y secundar con gran entusiasmo dicha formación puesto que tiende al público bienestar…”.
Posiblemente poco después debió crearse este Cuerpo, ya que en la sesión municipal del 14 de junio de 1873 se indicaba que existía.
Sabemos que estaba abolido en la I República (1873) pero se restableció poco después para combatir a los seguidores del rey Carlos en la III Guerra Carlista.
Las bases del Somatén reservaban a éste una importante tarea, que no se llevó a cabo porque no se aplicaron las mismas. Posteriormente el Somatén actuó en colaboración con las autoridades en diversas ocasiones. Así, por ejemplo, ayudaron en la detención de Francisco Ferrer Guardia, acusado de complicidad en el atentado de Mateo Morral contra Alfonso XIII y en contra de los trabajadores que llevaron a cabo una huelga general en Alella, a comienzos de los años veinte.
En nuestra ciudad se dieron los pasos para que se organizara el Somaten en 1923. Así, en “La Provincia” del día 6 de octubre del citado año se lee:
<<El día 5, a las seis de la tarde, se reunió en el despacho del Gobernador Militar de la provincia, la Comisión designada para tratar de organizar el Somatén de Huelva.
Presidía la reunión el ingeniero don Manuel Fernández Balbuena, siendo jefe de la zona don Francisco Cánovas Serrano y los vocales que forman parte de la Comisión, Sres. Emilio Cano Rincón, José Méndez Camacho Francisco Delgado Lazo, Juan Quintero Báez, Juan García Orta, José Calatrigo, Joaquín Domínguez Roqueta, Lucas Benítez Cerezal, Enrique Díaz y Franco de Llanos y Antonio Checa Núñez.
Se trató en la reunión de nombrar los cabos y subcabos por distritos, los cuales serán los jefes de armas de los somatenistas. Dependerá el Somaten del Comandante General de Somatenes de la II Región General de la Primera Brigada de la Tercera División, Sr. Fernández Barreto.
Particularmente sabemos que se puede formar parte del Somaten los que lo deseen, siendo mayor de 23 años, haciendo su presentación en cualquier de los domicilios de los señores vocales y presidente de la Comisión Organizadora>>
Siendo un tema tan importante, no nos debe extrañar que al día siguiente el mismo diario volviera a informar:
<<Ayer, a las seis de la tarde, en el despacho de nuestra primera autoridad militar, se reunió la Comisión organizadora del Somatén, al objeto de nombrar los cabos y sub cabos del mismo.
Se acordó que el coronel de zona, Sr. Cánovas Serrano, consultara sobre quiénes y en qué forma habría de recaer el nombramiento.
En atención a ello, el Alcalde ha invitado a la banda municipal de música de Madrid, para que venga a ésta con objeto de dar mayor solemnidad al acto, habiéndose también dirigido a la de Sevilla para el caso de que no pueda venir la de Madrid, existen dos bandas militares>>.
Tras la pertinente reunión, el día 14 de diciembre aparecía una nota en la prensa local:
<<Han quedado definitivamente aprobados por la Superioridad los nombramientos de la Comisión organizadora del Somatén de Huelva así como el de los cabos y subcabos designados para cada uno de los distintos barrios de la capital.
La Comisión la forman los señores siguientes:
Don Manuel Fernández Balbuena, presidente.
Emilio Cano Rincón, secretario.
Vocales: Francisco Delgado Lazo, Antonio Checa Núñez, Juan Quintero Báez, Enrique Díaz y Franco de Llanos, José Calatrigo Morales, Joaquín Domínguez Roquetas, José María Méndez Camacho, Lucas Benítez Cerezal y Juan García Orta.
Los cabos y subcabos: Distrito de la Concepción: Cabo, don José Cumbreño Álvarez. Subcabo: don Marcelino Casado Blanco. Distrito de Colón: Cabo: don Rubén Rovira Malé. Subcabo: Antonio Salas. Distrito de la Merced: Cabo: Francisco Martínez Reyes. Subcabo: Juan Tejero González Vizcaíno. Distrito de San Francisco: Cabo: Justo Borrero de la Feria. Subcabo: Urbano Carballo. Distrito de San Pedro: Cabo: Felipe Morales Soler. Subcabo: Antonio Plata. Distrito de San Sebastián: Cabo: Andrés Buissán. Subcabo: Francisco Domínguez Garcés.
Queda abierta la inscripción para los que deseen ingresar como somatenistas, pudiendo hacerlo dirigiéndose al cabo del Distrito o a cualquiera de los individuos de la Comisión organizadora, quienes les facilitarán los antecedentes necesarios y los impresos a rellenar y firmar como solicitud de ingreso>>.
Los calores no mermaron el interés de los organizadores del Somatén de Huelva. Así, el día 15 de julio de 1924 se decía en “La Provincia”:
<<Los organizadores del Somatén de Huelva continúan con todo entusiasmo los trabajos encomendados a dar clase a la obra altruista que se han propuesto llevar a cabo.
La institución citada será un hecho dentro de breve plazo puesto que con la mayor constancia y la mejor voluntad, sus organizadores laboran en aras de la ciudadanía.
La empresa de constituir el Somatén y Huelva será, si se quiere, silenciosa; pero dentro de ese silencio, de ese laborar en el seno de la Comisión organizadora, se van obteniendo éxitos que se verán coronados por el definitivo triunfo.
Se encuentra ya con un crecido número de somatenistas entusiastas. Ya se han enviado circulares a todos los adheridos, con el fin de que participen, si las poseen, las armas de reglamento, o si, por el contrario, desean que se les faciliten.
Se proyecta una Asamblea magna y pronto es muy probable que, a principios del próximo septiembre, tenga lugar el solemne acto de la bendición y entrega oficial de la bandera>>.
El prestigio de pertenecer al Somatén debía ser grande. Así, el día 8 de agosto de 1924, un somatenista se vanagloriaba con el citado hecho. Lamentablemente “se pasó de la raya” como coincidirán ustedes con el autor de este trabajo de investigación:
<<Somatenista curioso. Ha quedado a disposición del Juzgado de Instrucción, Jesús Vidal Asenjo, que insultó a los guardias de seguridad manifestando ser somatenista.
Como no exhibiera el carnet del Somatén, los guardias lo invitaron a ir con ellos resistiéndose hasta romperle al guardia el traje y la guerrera.
Fue detenido>>.
Y el 26 de octubre de ese mismo año, un somatenista convertía su presencia en ley:
<<En la vía pública, riñeron José Díaz Domínguez y Miguel Ruiz García. El somatenista don Manuel Galán Esteban, que la casualidad quiso que pasara por allí, requirió el auxilio de una pareja de Seguridad y ambos contendientes quedaron detenidos>>.
Pero, continuemos con la historia del Somatén huelvano. En los meses siguientes continuó organizándose el Somatén, en la capital y su provincia. Así, el día 8 de enero de 1925:
<<Ayer regresó de Ayamonte e Isla Cristina a cuyas poblaciones marchó con motivo de la organización del Somatén, el jefe provincial de los somatenistas don José Vieyra de Abreu y Mora>>.
El día 14 de abril de 1925, Huelva recibía al Presidente del Directorio Militar, general Primo de Rivera. Los somatenistas pusieron un anuncio en “La Provincia”, a fin de que se sumasen todos al importante acto:
<<Con objeto de saludar al excmo. Sr. Presidente del Directorio, a su llegada a esta capital el día de mañana a las dos de la tarde, en el Muelle de Viajeros, se ruega la asistencia de todos los afiliados en la Institución>>.
Sabemos, a través del diario “La Provincia” del día 7 de agosto de 1925, que las oficinas del Somatén provincial, que se situaban en la calle Concepción, fueron trasladadas a las de Rábida en las Escuelas de Ayudantes de Minas, cuyas oficinas están a cargo del comandante de Infantería, don José Vieira.
En ocasiones, las armas que podían empuñar reglamentariamente los somatenistas facilitaban los delitos de los propios miembros del Somatén. Así, el somatenista Francisco Menéndez Menéndez, de profesión fotógrafo, hirió gravemente con su pistola a su compañera sentimental, Genoveva González.
Este evento se celebró el día 29 de julio. Al día siguiente, “La Provincia” informaba:
<<Concurso de tiro al blanco. Ayer, a las seis y media de la tarde, se celebró en la Sociedad Tiro de Pichón la segunda tirada final del Concurso de Tiro al Blanco organizado por el Somatén de esta capital en la que se disputaba una artística copa de plata donada por el ingeniero, don Manuel Fernández Balbuena, presidente de dicho Somatén.
Concurrieron al campo de tiro para disputarse el premio, los tiradores don Urbano Carballo, don Andrés Bravo, don Manuel García Garrido, don Ricardo Velasco, don Manuel Arias Cabrera, don Luis Vázquez, don Luis Maresca, don Bartolomé Rodicio, don José Gómez Ortiz, don José Camacho, don Raimundo Barroso, don Santiago Ramos, don Manuel Carrasco, comandante auxiliar del Somatén, don José Vieria y nuestro compañero, Sr. Pardo Villar.
Obtuvo el triunfo el cabo, don Andrés Bravo, que ganó la copa alcanzando 14 puntos. Se distinguieron los demás por el siguiente orden: don Miguel Brioso, don Urbano Carballo, don José Camacho, don Manuel García Garrido y don Manuel Carrasco.
El Sr. Bravo, ganador de la Copa, fue muy felicitado>>.
El día 25 de julio de 1926, se avisaba a los ciudadanos onubenses de las inminentes prácticas de tiros que efectuarían los somatenistas, con el fin de que no se produjese accidentes desagradables:
<<Debiendo efectuarse el día 27 del actual, a las 18 horas del mismo prácticas de ejercicio de tiro al blanco los afiliados al Somatén de esta ciudad, en el campo de la Real Sociedad de Tiro de Pichón, se pone en general conocimiento para las personas que tienen que transitar por dichos lugares en evitación de posibles desgracias>>,
Esta Institución fue acogida con simpatía en nuestra provincia. Así, varias damas capitalinas se lanzaron por la senda de conseguirle una bandera. A principios del año 1927, ya era una realidad este deseo.
El 21 de febrero del citado año, públicamente se le entregaba al Somatén huelvano la cantidad sobrante, tras haber adquirido la bonita enseña:
<<Han ingresado en los fondos del Somatén de esta capital la cantidad de 317,55 pesetas, entregada por la distinguida señora doña Antonia Quintero, viuda de Domínguez Roqueta, como sobrante de la recaudación efectuada hace tiempo por varias damas de ésta, con objeto de regalar una bandera a dicha institución y que llegó a la suma de 1.347, 55 pesetas, habiendo sido mil pesetas el importe de dicha reseña. La bandera está depositada en el Gobierno Civil, donde obran todos los comprobantes hasta fecha próxima en que se verificará el solemne acto de la bendición y entrega al Somatén>>.
La eficacia del Somatén en todas las localidades donde estuvo organizado, fue alta. Veámoslos en acción (diario “La Provincia”, del 24 de febrero de 1927):
<<Servicios prestados por el Somatén de Huelva. El Somatén número 24 detuvo y presentó en la Comisaría a un individuo que había sustraído cincuenta y nueve pesetas. El 147 detuvo a dos individuos y los entregó a la Policía, por promover escándalo en la iglesia donde entraron fumando y cumpliendo otros excesos. El 201 ayudó a un guardia municipal en la detención de un ratero. El 208, intervino en una riña, separando a los contendientes, y condujo a uno, que resultó herido, a la Casa de Socorro para su curación…>>.
Y reafirmemos nuestra opinión con uno de los números del “Boletín Oficial del Cuerpo de Somatén Armados de la Segunda Región”, aparecido a mediados de julio de 1928, leemos las siguientes notas que hace alusión a los somatenistas de Huelva:
<<…El somatén de Huelva, don Francisco Pardo Martín, sorprendió a un individuo con la mano derecha introducida en el bolsillo interior de la americana del padre del interesado; detuvo inmediatamente al carterista y lo entregó a la pareja de escolta del tren en que viajaba…
En Beas, el somatenista don Ramón Cruzado Beltrán, sorprendió en la madrugada…
En Villalba del Alcor, estaba en su domicilio el somatenista don Francisco Maestre Domínguez, cuando oyó en las proximidades del mismo que daban gritos, en su virtud, salió a la calle encontrándose a dos hombres que peleaban armados de navajas, estimándolos que depusieran dicha actitud, interviniéndoles las armas que poseían, las cuales en unión de los expresados detenidos… >>.
La conducta de los somatenistas debía ser ejemplar con las normas de su código. Así, en el citado Boletín podemos leer:
<<…En Huelva es dado de baja Manuel Muñoz de los Toribios, por no convenir a la Institución…>>.
Poco después, la Jefatura provincial del Somatén solicita el ingreso de nuevos ciudadanos en el Cuerpo:
<<Comandancia General del Somatén de la Segunda Región. A los ciudadanos de buena fe. Siendo esta gloriosa institución eminentemente nacional y respeto de acrisolado patriotismo e intachable conducta de todos los que forman parte de tan honroso Cuerpo, es evidente que a él deben pertenecer todos los ciudadanos que posean las excelentes cualidades cualesquiera que sean sus ideales políticos pues ellos con perfectamente compatibles, si al ingresar en la Institución se pone en primer término, y por tanto, antes del ideal político, el lema de la misma: Paz, paz y siempre paz, es decir, el deseo de ver a nuestra querida patria disfrutando de grandeza y una paz que cause la admiración mundial.
Por eso, el Comandante General invita a los ciudadanos de buena fe a que formen parte de esta Institución, nervio y esencia de nuestra amada España. El Comandante General, Juan Gómez>>.
El día 21 de agosto de 1929, un somatenista era insultado:
<<El somatenista don Antonio Salvador Navarrete, ha denunciado por insultos contra él a Antonio Rodríguez González, el cual ha sido puesto a disposición del Juzgado Municipal>>.
Teniendo permiso de armas y ante la posibilidad de que tuvieran que usarla en defensa de la paz y el orden, los somatenistas realizaban toda clase de prácticas:
<<Próximamente se celebrará en el Tiro de Pichón un tiro al blanco entre los somatenistas de la capital, disputándose una artística copa de plata que regaló el ingeniero Sr. Fernández Balbuena.
Al acto concurrirán muchos de esta rama de la buena sociedad que a tal fin han sido invitados.
La copa a que hacemos alusión se halla expuesta en uno de los escaparates del establecimiento fotográfico de nuestro querido amigo don Diego Calle Sánchez>>.
En 1931 es disuelto (debido a sus tendencias políticas conservadoras), de nuevo el Somatén de Huelva por la II República Española cesando, lógicamente, la actividad del Somaten de Huelva Así, el día 30 de abril de 1921 aparecía una nota en el “Diario de Huelva” que decía:
<<Los fondos del que fue Somatén. En virtud de una disposición del Gobierno provisional de carácter general, ha quedado disuelto el Somatén de Huelva, y en cuanto a los fondos que éste poseía, con autorización de la Superioridad consultada a este efecto, han sido distribuidos en la forma siguiente:
Asilo de Ancianos, 1.000 pesetas.
Colonia escolar de Punta Umbría, 500.
Comedores escolares, 400.
Asociación de Caridad, 150.
Conferencia de San Vicente, 150.
Hermanitas de la Cruz, 250.
Gota de Leche, al Sr. Quintero para socorros a madres lactantes pobres y ropas
Para niños, 300.
Ropero de Santa Rita, 100.
Ropero de San Dimas, 25.
Comedor de San Vicente, 165.
A la familia de F. Boza, 50.
Total pesetas, 3.090>>.
Pero se restableció en 1935, dada su relación militar que determinó el Alzamiento del general Franco, sin que podamos precisar si en Huelva se volvió a constituir.
Acabada la contienda civil en 1939 se disuelve nuevamente el Somatén, pero no por mucho tiempo ya que en 1945 el gobierno del citado general lo reorganiza, extendido a casi todo el territorio nacional bajo el nombre de “Somatén armado” con la finalidad primordial de colaborar con la Guardia Civil y combatir a los maquis. Los miembros de este cuerpo disponían de sus armas en los cuarteles de la Guardia Civil y licencia de arma corta (muy limitada en aquellos años en España) no podían actuar en solitario, pero podían quedar a las órdenes del cuartel de la Guardia Civil si era necesario que todos los guardias acudieran a una emergencia, salir de servicio formando pareja con un guardia civil, etc. Así, el somatenista Abel Rocha mató, a disparos, al anarquista Quico Sabater en Saint Celoni, en 1960.
El Somatén fue disuelto, de manera definitiva, por el Senado en 1978.