A.R.E. Si en los últimos 37 años han tenido que acudir a la Consulta Externa de Urología que se encuentra en el Hospital Infanta Elena, probablemente conozcan a Manuel Molins, único enfermero de la misma. Este onubense, natural de Cartaya, acaba de recibir la Medalla al Mérito Profesional que concede su Colegio, el de Enfermería de Huelva, por toda una vida de dedicación y entrega a una labor que le sigue ilusionando como el primer día, la de cuidar y ayudar a los demás.
Es curioso que Molins acabara siendo enfermero, pues su futuro, en teoría, estaba en el mar. Su padre era patrón de barco, al igual que su hermano (capitán de pesca), tíos, primos… parecía estar destinado a tomar el timón de alguna embarcación y salir a faenar. Pero Manuel tenía claro que su vocación era otra. Como bien cuenta: «yo era amigo de los hijos del practicante de mi pueblo y por eso, desde chico, quería ser practicante. Se lo dije a mi madre, y ella me respondió que estudiara lo que quisiera».
Bien es cierto que, tras sacarse el Bachillerato Elemental en Cartaya y el Superior en Huelva, en La Rábida, obtuvo el título de patrón por insistencia de su progenitor y, al tener la Cartilla de Embarque, tuvo que hacer el Servicio Militar con 19 años en Cádiz, en la Armada. La Tacita de Plata fue su gran oportunidad y allí Molins empezó a estudiar Enfermería. «Hice la carrera entre 1976 y 1979 en la Facultad de Medicina, porque entonces no había Escuela de Enfermería para hombres, las que había eran sólo para mujeres», explica el cartayero.
Cuando terminó sus estudios regresó a Huelva, donde entró a trabajar en el Hospital de la Diputación, el Provincial, en la especialidad de Urología. Su ingreso respondió a lo que hoy se llamaría el EIR o Enfermero Interno Residente, aunque Manuel no se movió de aquel área, donde ha permanecido hasta el día de hoy. Como bien recuerda, «cuando se jubiló el hombre mayor que fue mi maestro me quedé con su plaza en la Diputación».
Tras producirse el cambio del Hospital Provincial al Hospital Infanta Elena, Molins ocupó su actual puesto, el de enfermero de la sala de exploraciones, y adquirió el compromiso de formal al nuevo personal.
En su día a día en urología hospitalaria, Molins lleva a cabo tareas muy diversas. Lunes, miércoles y jueves tiene consultorio propio, donde dispensa tratamientos de quimioterapia local en vejiga; realiza estudios urodinámicos; atiende urgencias de pacientes con sondajes difíciles de uretra, aspecto en el que es todo un maestro; lleva a cabo dilataciones de uretra o prequirúgicas de intervenciones de RTU; dilataciones de acceso al escroto; y enseña y personaliza ejercicios de Kegel para reeducar la vejiga y lograr un fortalecimiento del suelo pélvico, muy necesario, por ejemplo, tras operaciones de prostatectomía radical. A estos últimos pacientes los revisa hasta que completan su recuperación, una labor que califica de «bonita y muy satisfactoria».
Asimismo, martes y viernes, Molins presta servicio junto a los urólogos del Hospital, haciendo cistoscopias, prueba que permite confirmar tumores sospechados; cateterismos vesicales ureterorenal, para liberar el riñón de la orina, y biopsias prostáticas.
En este sentido, el cartayero destaca que en el centro sanitario trabaja codo con codo con dos auxiliares, Manuela y Blanca, y con los especialistas Javier Rodríguez Colchero, Francisco Arredondo Martínez, Belén Basquero González, Alberto Sanjuán Salas, Isabel Jiménez López y Ramón Linares Armada, jefe del servicio de Urología del Infanta Elena. «Con todos ellos me llevo muy bien. Hacemos un gran equipo», apostilla Manuel.
Aunque reconoce que durante la mayoría de su carrera profesional también ha trabajado como ayudante privado de los urólogos Francisco Sánchez Álvarez y Antonio Zurera, hoy está dedicado en exclusividad a su empleo en el Hospital Infanta Elena, en el que ha crecido como persona y profesional durante los últimos 37 años de su vida.
Y es por esa entrega que el Colegio de Enfermería de Huelva ha querido distinguirlo este año con su Medalla al Mérito Profesional. Un reconocimiento muy emotivo, pues son sus propios compañeros los que han considerado que la trayectoria de Molins merecía ser puesta en valor.
A sus 62 años, el cartayero confiesa que esta distinción, la misma que le han entregado también a la matrona Carmen Marín, le ha pillado por sorpresa. El onubense, acompañado por su mujer, la traumatóloga Pilar Díaz Aragón, recogió su premio en la gala que el Colegio profesional organizó el pasado 17 de marzo con motivo del patrón de los enfermeros, San Juan de Dios. Contento, aunque con cierta vergüenza, Molins recibió la Medalla y el aplauso cariño de sus compañeros, a quienes está profundamente agradecido.
Pero el mayor premio para Manuel es ir a trabajar cada día, porque él encuentra la satisfacción en su labor de enfermero. «Tengo el empleo más bonito del mundo. Me levanto por las mañanas y no me cuesta ir al Hospital. Mi vocación siempre ha sido fuerte y siempre he estado en esta especialidad, Urología, donde espero jubilarme«, termina afirmando el cartayero.
1 comentario en «El cartayero Manuel Molins, un enfermero entregado al cuidado de los pacientes en Urología del Infanta Elena»
Desde Cartagena mi felicitación a Manuel y mi alegría por un reconocimiento, que según la familia, se merecía desde hace mucho tiempo por su dedicación y entrega. Manuel es hijo de un primo de mi madre a la que estoy seguro le hubiera gustado conocer esta noticia que afecta a su familia onubense a la que tanto quería.