HBN. En el año 1985 se le concede al término municipal de Cartaya la singularidad de tener una zona regable; Pedro Tejada, presidente de la Comunidad de Regantes en cuestión, nos asegura que es uno de los acontecimientos más significativos que pueden darse en una localidad. “Tener una zona declarada por el Estado para que los agricultores puedan transformar sus tierras poniéndose así en marcha el regadío, tiene para nosotros una gran importancia”, nos declara.
También nos comenta que las consecuencias de esta concesión no han sido siempre positivas y menos si no se hace una buen gestión, pues, desde 2010 (año en el que Pedro Tejada comenzó su cargo como presidente), ha luchado codo con codo con el equipo directivo para paliar una situación de inestabilidad económica que derivó en cuantiosas pérdidas en la que cayeron pocos años después de forjarse como Comunidad. Actualmente y después de casi siete años, se encuentran orgullosos de haber sabido recuperar la situación, de mantenerla en equilibrio hasta día de hoy y de seguir estando al frente de la Comunidad con las mismas ganas y el mismo empeño que en un principio.
Aun así, siguen creyendo que son necesarias nuevas reformas; de hecho, hace escasos días, se ha aceptado desde la Agencia Andaluza del Agua, la dotación a la comunidad de 1200 hectáreas más a las ya propias, como resultado de una incansable lucha por hacer de la Comunidad una unidad más consolidada, en todos los términos. Esta reciente concesión habilita a los comuneros de la Comunidad de Regantes del Chanzas y el Piedras, a ser los administradores en la zona norte del canal del río piedras, “Es una zona que estamos transformando poco a poco, aunque con tesón”, nos asegura Pedro. Realizada ya una primera fase en su gestión, se han instalado seis sifones, con la intención de, principalmente, ahorrar y administrar debidamente el agua. Están empleando en este proyecto las instalaciones que están sobre dotadas en la Comunidad de Regantes del Chanzas y el Piedras para aprovechar así los bombeos y controlar más fácilmente la zona norte del canal. «En definitiva, queremos aprovechar nuestros recursos, lo que redundará en un menor consumo y en un menor costo, y lo que en su día repercutirá en los comuneros” añade Antonio Luís Martín González, secretario.
Recientemente la Comunidad ha tenido una asamblea donde han propuesto cambios que mejorarían aún más sus instalaciones; entre las propuestas dichas está la de acogerse a una nueva red tecnológica que, piensan, será clave para el desarrollo de la provincia de Huelva. Esta nueva red pretende dotar a la Comunidad de sistemas de control remoto, cámaras de vigilancia y/o instalaciones inalámbricas de redes Wi-Fi.
Desde la Comunidad, confiesan que existe una muy buena relación con el resto de las Comunidades de Regantes, con las que existe un marco de colaboración estrecho. Se definen a sí mismos como un colectivo solidario, tanto como equipo profesional interno, como de forma externa; tanto es así, que tienen proyectos en común con diversas Comunidades en los que el motivo principal es la mejora de las infraestructuras que afectan a todos. El problema aparece, comentan presidente y secretario, cuando la intervención de las coyunturas políticas hace más tediosa la gestión, ya que son las que al fin y al cabo inciden de forma directa sobre las Comunidades en relación a los asuntos profesionales que las unen; aun así “estamos y estaremos unidos ante nuestras necesidades”, nos confirma Pedro como presidente.
esde la Comunidad, son conscientes de que hay superficies en otras zonas de Huelva en las que hay una serie de carencias, lo que les hace mostrar su solidaridad con aquellos regantes que tengan más restringido el acceso al agua, pero «al encontrarnos en una zona privilegiada sí que estableceremos uno límites, porque si no, nos mermaríamos a nosotros mismos» completa Pedro, pero»lo que está claro es que apoyamos e invitamos a que se vengan a nuestra zona si lo necesitan«, continúa.
Uno de los proyectos que actualmente tienen en común es la reclamación de la infraestructura del túnel de San Silvestre. La mejora de esta infraestructura se centraría principalmente en el buen uso y el aprovechamiento de las capacidades del canal y en la retención de agua. Es una propuesta que, aunque ya se ha presentado está en proceso de estudio, pero todas las Comunidades están pendientes de su resolución, pues, «buscamos también que las administraciones estén de acuerdo, que no haya dicotomía» apunta Antonio Luís como secretario.
Centrándonos en la Comunidad, el perfil tipo en los agricultores pertenecientes a dicho colectivo está regido por el número de hectáreas que trabajan: abarcan desde agricultores pequeños (que labran una superficie de al menos dos hectáreas), medianos, que trabajan de siete a ocho, o incluso de los que trabajan un volumen muy amplio (hasta doscientas hectáreas), sobre todo labrado por citricultores de la fresa, frambuesa o el arándano. En total, la Comunidad la conforman 1726 comuneros. Esta cifra ha variado a lo largo del tiempo, actualmente influido por el nuevo cultivo de arándanos y otras berries que, en la actualidad, está generando un gran volumen de trabajo.
Desde la perspectiva de un responsable de regadío agrícola y en relación al lema del Día Mundial del Agua de este 2017 “Aguas residuales, ¿Por qué desperdiciar agua?”, la Comunidad asegura que no ha parado de hacer intervenir elementos de riego de nuevas tecnologías para el ahorro de agua y ahorro de energía, o dicho también de otra forma dotar a las antiguas balsas de elementos concretos para que no haya gasto energético sin estar dotando de agua a las tierras; “estamos actualmente en trámite de subvenciones para precisamente ahondar en estos temas”, nos comenta Antonio Luís Martín.
“Al igual que en el campo de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, se hacen necesarias reformas para estar al día en cuanto a técnicas agrícolas se refiere, es necesaria una buena gestión e inversión que garantice tranquilidad y seguridad a todos los efectos en nuestro sector” apunta Pedro. «Grandes inversores de Europa están pendientes de que se terminen de materializar los planes de dotación de agua así como los planes tecnológicos en estas zonas de regadío porque saben que invertir y confiar en Huelva bajo esas circunstancias les retribuirá económicamente» añade el secretario Antonio Luís Martín.
Desde la Comunidad, pretenden que la concesión de las dotaciones de agua sean el registro y la presentación identitaria de las tierras, es decir, que las tierras que ya tengan en regla los trámites de las dotaciones, se individualicen de tal forma que puedan solicitar escrituras públicas. En definitiva, «nuestra intención es poder inscribir en el registro de la propiedad la dotación de agua que tenemos los comuneros, ya que es un bien que nos pertenece como tal» apunta Antonio Luís. “El agua obviamente es un bien esencial pero la sociedad no tiene una consciencia óptima del valor de ese agua” nos apunta Pedro Tejada. El agua que desde la Comunidad se gestiona tiene un uso puramente agrícola, y opinan que, aunque son conscientes de que hay diseminados donde también se emplea este bien, el uso que los agricultores hacen de ella es el de valor y vital importancia para toda la sociedad. “Como corporación de derecho público queremos optimizar todo lo que podamos, pues aunque nuestras relaciones profesionales van muy bien, queremos actuar con la Administración de la forma más cercana posible” apunta Pedro Tejada.
Desde la Comunidad también nos confiesan que si pudieran disponer de una varita mágica para tomar decisiones realizables, desearían una mayor implicación de los comuneros. Antonio Luís nos comenta que no suelen llenarse las salas cuando realizan juntas, a pesar de sus esfuerzos en la convocatoria; les gustaría contar con la concurrencia de la gran mayoría de los trabajadores para poder llegar a un consenso justo y contar con una mayor participación, para que se tengan en cuenta la mayoría de votos e intereses. También, creen que aunque las Comunidades tienden a disgregarse, debe existir un órgano o núcleo central que coordine la acción de las diferentes Comunidades, ya que aunque existe actualmente un órgano habilitado para ello, no está en su pleno funcionamiento.
Los planes de futuro para la Comunidad a corto plazo son la terminación y la reestructuración de los sifones del canal Piedras, la combinación y coordinación con el ayuntamiento del compromiso de arreglo de los caminos, la creación de una infraestructura tecnológica de nueva generación, la búsqueda de un plan de actuación que controle la movilidad en las distintas zonas donde la Comunidad tiene actuación y competencia y, la mudanza a la nueva sede, más adecuada y cómoda para los comuneros.
Un tema de actualidad que ronda a las comunidades agrarias es la reconversión agraria en Huelva, que ha sido debida a que el cultivo es cada vez menos rentable, » aunque no estamos descontentos con la labor de las administraciones, sí está claro que se debe dar una transformación, con las dotaciones presupuestarias oportunas para que no vaya a ocurrir que con tanta demanda de agua no haya infraestructuras de agua pertinentes» nos asegura el presidente.