HBN. La agricultura onubense es un sector puntero a nivel mundial. Este hecho provoca que la figura del ingeniero técnico agrícola adquiera una vital importancia para la economía de la provincia, como así queda patente desde la Delegación de Huelva del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Andalucía Occidental (Coitand), cuyos fines son el velar por la ética, la dignidad profesional y las atribuciones de sus profesionales ante todas las instituciones. Al frente de esta delegación onubense se encuentra Julio Volante, que preside este órgano de representación profesional desde mayo de 2013. Un profesional con experiencia en diversos ámbitos de este sector, puesto que, después de acabar sus estudios en el centro universitario de La Rábida, comenzó a trabajar en la finca experimental ‘El Cebollar’, para luego insertarse en el sector de los berries. Su siguiente empleo fue en una empresa de cítricos, donde estuvo trabajando durante quince años, hasta que, en 2010, empezó como freelance asesorando a diferentes empresas, algunas de ellas referentes agrícolas en la provincia, como sucede en la actualidad con ‘Agromolinillo’.
Ocupaciones que compagina con el cargo de presidente del Colegio Oficial de Técnicos Agrícolas, un órgano que, según reconoce, «genera mucho trabajo, porque procuramos que sea un Colegio muy activo y dinámico. Hay que tener en cuenta que esta profesión está muy tecnificada, porque lo que es importante estar al día con las nuevas tecnologías y normativas que van surgiendo, de ahí que para nosotros sea muy importante la información. El ofrecer esa información a nuestros colegiados es nuestro principal objetivo. La agricultura onubense es puntera a nivel mundial y no podemos quedarnos atrás. Esto nos obliga a tener un nivel de exigencia alto, lo que genera a nuestros profesionales y colegiados la necesidad de estar formados, de ahí que sea una prioridad de este Colegio el ofrecer esa formación para seguir innovando».
Por este motivo, desde la sede del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas, situada en la calle Marina, 11-13, Entreplanta, de Huelva, se priorizan las actividades formativas, para dar respuesta a las necesidades que demandan los colegiados, dado que conocer el avance de las nuevas tecnologías contribuye a un mejor desempeño de la profesión.
Julio Volante concreta que «este Colegio Oficial lleva por bandera la formación y la información de nuestros colegiados. Por este motivo, desarrollamos todo tipo de cursos, con temáticas muy variadas, para dar respuesta a sus necesidades. Así sucede, por ejemplo, con el inglés. Porque, en la actualidad, un ingeniero técnico agrícola necesita saber inglés. Son muchas las ofertas de trabajo que así lo exigen. Del mismo, otra de nuestras prioridades es la sanidad vegetal o las prescripciones. Y por eso también organizamos cursos en este sentido, donde realmente contamos con una participación importante, ya que son actividades formativas que suelen contar con una presencia de entre 30 y 50 personas. Nosotros encantados, porque lo que queremos es que nuestros colegiados aprovechen nuestras actividades y, si es del variado programa de formación que diseñamos, pues nos sentimos muy satisfechos».
Con este mismo objetivo, el Colegio de Técnicos Agrícolas de Huelva está preparando ya la tercera edición de la Jornada del Cultivo del Arándano, que organizan con el objetivo de favorecer este cultivo y conocer las últimas novedades del sector desde un punto de vista profesional. Una iniciativa del Colegio que está teniendo mucho éxito. La cita este año 2017 tendrá lugar el próximo 5 de abril en el Campus Universitario de La Rábida, dado que la sede del pasado año, el Teatro Felipe Godínez de Moguer, se quedó pequeña, por lo que no pudieron dar respuesta a todas las solicitudes de inscripciones por falta de aforo.
Una tercera edición dedicada al arándano que promete no defraudar. Porque, entre las ponencias organizadas desde el Coitand, se puede adelantar la presencia del nutricionista de la Selección Española de Fútbol, Antonio Escribano, que, como nos avanza Volante, «nos hablará sobre los beneficios de este producto, porque es un gran enamorado de los arándanos y, en general, de todas las berries».
En cualquier caso, hablando en clave de empleo, las salidas profesionales de los ingenieros técnicos agrícolas no se ciñen sólo a la agricultura, puesto que tienen un amplio abanico de posibilidades a la hora de acceder al mercado laboral, como sucede con la industria agroalimentaria, la topografía para realizar proyectos, las áreas verdes o la ganadería, entre otros ámbitos. Todo ello hace que estos técnicos formen parte de un amplio, diverso y dinámico sector, especialmente en una provincia como Huelva.
No en vano, el propio Colegio gestiona un importante número de puestos de trabajo, puesto que, tal y como asegura Volante, «a nivel nacional fueron más de 2500 las ofertas de empleo que se produjeron en España, de las que más de 60 se produjeron aquí en Huelva, una cifra importante, más aún si tenemos en cuenta que en estas ofertas normalmente piden perfiles exclusivos de la provincia onubenses, dado que solicitan requisitos que sólo un graduado onubense puede cumplir, como puede ser experiencia en el tema de las berries, con lo que un ingeniero técnico agrícola de otra provincia no podría acceder a ese empleo».
Tanto es así que el desempleo en este sector profesional es bastante escaso, rondando tan sólo el 5%, y llegando a ser prácticamente nulo en la época fuerte de la campaña fresera y de frutos rojos. Incluso, «en ocasiones, hemos tenido que ponernos en contacto con la Universidad de Huelva para solicitar estudiantes del último curso para dar respuesta a las demandas que tenemos», concreta el presidente del Colegio.
Una profesión que tradicionalmente ha sido ejercida por hombres, si bien, poco a poco, ha ido incorporándose la mujer de forma importante, encontrando un espacio muy destacado, por ejemplo, en ámbitos como la normativa de calidad o en la administración. Y es que, como hemos apuntado, la labor del ingeniero agrícola es muy amplia y variada. En este aspecto, Julio Volante aclara que estos profesionales «no sólo realizan tareas de asesoramiento, sino que también son personas que tienen un alto conocimiento a nivel legislativo y desarrollan un importante papel en la gestión integrada de la agricultura». En este aspecto, Volante reconoce que la mentalidad del agricultor onubense ha cambiado mucho en los últimos años, siendo «una persona con una gran capacidad de adaptación y eso es bastante positivo. Porque, antes, prácticamente se llamaba al técnico para el calendario de tratamiento, pero, hoy por hoy, se mantiene la actividad a largo de todo el año. Y, desde luego, es importante tener en cuenta la opinión del experto».
Otra de las bazas de este sector es el ámbito sanitario, donde «la agricultura de Huelva destaca por su calidad, con unos niveles que, a día de hoy, se encuentran muy por debajo de lo que exige la ley, ya que se rigen por los parámetros del ámbito comercial, que son mucho más exigentes que los de la normativa legal. Así que el consumidor puede estar tranquilo y satisfecho, porque los productos de Huelva son de primera calidad», comenta el presidente de los ingenieros técnicos agrícolas, que añade que «el Colegio está trabajando en este tema, porque el técnico es el único que puede prescribir un tratamiento. La normativa lo deja claro, para garantizar así la calidad del alimento que se consume. El Ministerio viene trabajando en esta línea, para que sólo pueda ser el profesional técnico el que pueda prescribir un tratamiento».
Por todo ello, «a nivel vegetal y de salud humana, Huelva está por delante de la normativa. Contamos con un producto mucho más sano de lo que exigen las leyes, dado que tenemos parámetros marcados desde el punto de vista comercial. Una exigencia que también la seguimos en materia medioambiental, donde somos pioneros. Estamos muy por delante de otras muchas zonas agrícolas, tanto que rozamos la agricultura ecológica. Así que el consumidor de productos onubenses puede estar tranquilo«, puntualiza Volante.
Con respecto a las características de la agricultura onubense, el presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas describe que «la fresa y los frutos rojos en general son muy importantes en la agricultura onubense, pero todavía tienen una presencia destacada otros cultivos más tradicionales, como la vid o el olivo. Una situación que se conjuga con la aparición de nuevas variedades cada cierto tiempo, como ya sucedió en su día con el arándano, y como ahora está sucediendo con otras frutas experimentales, como el caqui o los productos tropicales, por citar algunos ejemplos. Es una experimentación que se va realizando y que luego hay que tener en cuenta si se produce un desarrollo en la venta».
A nivel institucional, el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Huelva está al lado de las preocupaciones del sector agrícola onubense, como puede suceder con el tema del agua, de ahí que «nosotros estamos acompañando a los agricultores en las manifestaciones que se están desarrollando en este aspecto. Tienen nuestro apoyo, porque para nosotros también es un tema preocupante, ya que dependemos de este sector».
Por otra parte, a nivel organizativo, este Colegio funciona como Delegación de Huelva del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Andalucía Occidental, porque «pensamos que la unión hace la fuerza. En la actualidad, somos más de 2000 compañeros, de los que 400 son colegiados onubenses, una cifra bastante importante. Consideramos que debemos trabajar unidos, pero luego cada una de las demarcaciones actúa de forma independiente, teniendo sus propias ideas y características, según las peculiaridades de su provincia. En este sentido, uno de los principales retos del Colegio es seguir incrementando el número de colegiados, porque es una profesión que siempre ha ido al alza y así continúa siendo. Todo ello con la baza de que es una profesión que tiene el componente positivo de que prácticamente no hay desempleo o existe en un nivel muy bajo».
Con todo, para finalizar, el presidente de los ingenieros técnicos agrícolas onubenses quiere recalcar que «este Colegio trabaja por y para ellos, para todos sus colegiados. De ahí que nuestro deseo es que sepan realizar el máximo aprovechamiento de nuestra labor, que tengan claro que estamos aquí, en nuestra sede de la calle Marina, para dar respuesta a sus necesidades y resolver todos los problemas que le puedan surgir, como puede ser esa necesidad de formación».