Carlos Arroyo. Plaza de toros de Aracena, con lleno de no hay billetes en los tendidos en mañana agradable de temperatura, se lidiaron novillos de Castiblanco (1º), para rejones, reservón; cuatro de González Sánchez-Dalp, encastados los tres primeros y nobles y de buen juego en líneas generales; y un eral de Fuente Ymbro, con calidad y recorrido para los diestros:
Diego Ventura, pinchazo y estocada baja, oreja.
Manuel Díaz “El Cordobés”, estocada y tres descabellos, oreja
David Fandila “El Fandi”, estocada, dos orejas y rabo.
Cayetano, estocada, dos orejas
Roca Rey, estocada, dos orejas
Juan Pablo Llaguno, cuatro pinchazos y estocada, oreja
Se vuelve a poner de manifiesto en un festejo de cualquier categoría, en este caso un festival en Aracena, que el toro es el centro de la fiesta. La corrida de Sánchez Dalp fue encastada, a sabiendas que era una novillada en una plaza de tercera categoría, por lo que su presencia era la precisa para un festejo de estas características. Pero se movió la novillada, además con calidad y ritmo, y el toreo fue fluyendo, y los actuantes mostraron a un entregado público los principios generales de sus respectivas tauromaquias, tan diferentes y diversas que hacen grande a la fiesta.
El toro de peor juego de la tarde fue el que abrió el festejo para el toreo a caballo. Diego Ventura le colocados rejones de castigo, y el novillo se para bastante, prueba y reserva sus embestidas a gañafones cuando el rejoneador pisa sus terrenos. El de la Puebla tiene que exponer para colocar las banderillas, pero sin llegar a conectar. Lo más lucido viene con las banderillas cortas. El pinchazo y la estocada le vale la oreja.
El primer novillo para el toreo a pie es el más destacado de la corrida. El novillo embiste con franqueza, recorrido y nobleza. Estuvo a la medida de su oponente la faena de Manuel Díaz “El Cordobés”, templada, más acoplada por el pitón derecho, y acariciándolas embestidas del animal. Hasta el epílogo de la faena, con el salto de la rana, la realizó el torero con menor efusividad, dada la calidad del utrero. La estocada queda perpendicular y suelta y el posterior fallo con el verduguillo, evitan los máximos trofeos, paseando una oreja.
Comienzo arrollador de la faena de “El Fandi” como es costumbre en el granadino, que llena todos los tercios. Quita por lopesinas y el tercio de banderillas provoca el delirio en el público. La faena de muleta alcanza sus mayores hitos por el pitón izquierdo, con naturales templados ante las buenas embestidas del utrero. Buena estocada de efecto fulminante que le valen las dos orejas y el rabo.
Faena pulcra y aseada de Cayetano, sin mucha pasión. El toro es verdad que no transmite los que sus hermanos, pero a la faena le falta algo de arrebato. A pesar de ello, dibuja buenos muletazos el diestro por ambos pitones, siendo lo mejor la postrera serie a pies juntos por el pitón derecho, con empaque. La estocada refrenda el premio de las orejas concedidas.
El peruano Roca Rey está en un escalafón diferente al de sus compañeros de cartel, y eso se nota desde que comienza los lances con el capote. Roca tiene que refrendar la magnífica temporada pasada, que tuvo que interrumpir por el importante percance sufrido, y quiere empezar a hacer méritos cada vez que pisa un albero. El novillo fue el más deslucido de los que se jugaron en el toreo a pie. Manso, sin recorrido y sin repetición, tuvo que poner todo lo que faltaba el torero, siendo arrollado en un pase con los cuartos traseros y dándole una soberana paliza en el suelo. Como también nos tiene acostumbrado el diestro, se levanta sin inmutarsey realizar una faena de cercanías. Gran estocada y dos orejas como premio.
El eral que cierra el festival, de Fuente Ymbro, tiene calidad y recorrido. El novillero, no consigue acoplarse dada su bisoñez en el noble arte de Cúchares. Le falta darle distancia al eral y llevarlo más, por lo que el animal no termina de mostrar sus cualidades. Quizá fuera bueno que estos chavales que comienzan intentaran llevar al novillo, y no estar tan pendientes de triunfar y hacer muchas cosas accesorias antes de realizar el toreo clásico. La espada se le atraganta siéndole concedida la oreja generosa.
