A.R.E. Si viven en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche o en la Cuenca Minera, probablemente el nombre de José Luis Pastor Romero de la Osa lo asocien al Conservatorio ‘Manuel Rojas’ de Nerva, del que es actualmente profesor y director. Sin embargo, en el ámbito de la música medieval, este onubense es conocido a nivel internacional por llevar más de 20 años descantando con sus creaciones e investigaciones, siendo considerado uno de los mayores especialistas del mundo en la cuerda pulsada medieval.
Como muchos sabrán, se llama cuerda pulsada a los instrumentos de la Edad Media que eran tocados o tañidos con un plectro, púa o péñola, ya que en esta época no existen evidencias de que se pulsara con los dedos. En el caso de José Luis, éste se ha centrado en instrumentos con mango o mástil, como el laúd, la guitarra medieval, la cítola, vihuela de péñola… no perteneciendo a esta familia otros instrumentos de cuerda pulsada, como el arpa o el salterio.
Pastor empezó a interesarse por la música cuando tenía siete años. Como bien recuerda el artista, «a mi padre le tocó una guitarra en la tómbola de la feria de Aracena. La primera persona que me enseñó a tocar se llama Flores (hoy camarero en el Bar Manzano), y a partir de ahí nunca me separé de ella. La Música es mi vida, no me imagino mi vida sin ella. Me ha enseñado muchos valores, formas de expresión, me ha ayudado a conocer mundo y culturas, algo que me encanta».
Su determinación lo llevó a formarse en el Conservatorio Superior de Música “Manuel Castillo” de Sevilla, donde obtuvo el premio fin de grado en la especialidad de laúd y vihuela, conocimientos que completó con los que le ofrecieron profesionales internacionales, como Kees Boeke, Jill Feldman, Hopkinson Smith o Patricia Bovi, entre otros, en torno a la interpretación histórica con instrumentos de época en España, Francia e Italia.
Su especialización en cuerdas pulsadas medievales, un arte que maneja a nivel profesional menos de un centenar de personas en todo el mundo, ha hecho que su presencia como intérprete o docente haya sido requerida en países de todo el mundo, habiendo actuado en el British Museum de Londres, la Sociedad para la Música Antigua de Buenos Aires (Argentina), el Algerian Festival, el Winter Festival of Sarajevo en Bosnia-Hertzegovina y en incontables ciudades de España, Francia, Italia y Portugal.
José Luis ofrece habitualmente, además de conciertos, conferencias, cursos y clases magistrales, y ha realizado programas para RNE y publicado artículos en revistas especializadas. Asimismo, imparte clases en varios centros, como los Conservatorios ‘Manuel Castillo’ y ‘Cristóbal de Morales’ de Sevilla y el ‘Aula Ian Murray’ de Aracena.
Miembro fundador de la Sociedad Española de la Vihuela, formó parte del grupo Arte-factvm y actualmente dirige el grupo Axabeba, con el que ha grabado cuatro discos. En solitario, y con el sello de la Sociedad de la Vihuela, el Laúd y la Guitarra, el onubense sacó en 2015 ‘The evidence. El Arte Medieval de la Péñola’, el primer disco a nivel mundial grabado sobre la cuerda medieval solista, del que nos habla en esta entrevista:
– José Luis, hábleme de su pueblo natal, Aracena, y de su relación con la provincia onubense.
– Aracena es mi pueblo, el lugar en mi vida. Allí tuve una feliz infancia, sin ordenadores, sin teléfonos móviles, cuando aún había pocos coches circulando. Crecí en la calle, rodeado de amigos con los que aún conservo una amistad verdadera. La guitarra me acompaña desde entonces, participando muy activamente en su vida social y cultural. Luego marché a Sevilla, a estudiar, y posteriormente a trabajar como profesor de guitarra clásica en el Conservatorio. Tras 20 años volví, con plaza definitiva, a la dirección del Conservatorio de Nerva, un pueblo que me ha acogido como a un hijo y que, tras 14 años, me concedió su máximo galardón, la Torre de Nerva. Llevo a Nerva en mi corazón. Ahora vivo en Minas de Riotinto, estoy muy cerca de Aracena y sigo participando de su actividad cultural, principalmente como director artístico de la Muestra de Música Antigua “Castillo de Aracena”, que ronda ya su 25 aniversario, en 2018.
– ¿Por qué decidió dedicarse a una especialidad como la música medieval?
– Un día, siendo estudiante de guitarra, vi a mi profesor con un laúd renacentista en las manos. Me quedé alucinado, nunca había reparado en los instrumentos anteriores a la guitarra. Ese día se abrió para mí un mundo nuevo. Quise probar y, en lugar de seguir la tendencia habitual de Renacimiento-Barroco, fui hacia atrás, Renacimiento-Edad Media. Mi primer laúd medieval salió del curso de construcción de instrumentos del Festival de Aracena, dirigido por Carlos González, un grande en la materia a nivel internacional. Luego, mis contactos en París con Francisco Orozco, sacaron al juglar que llevaba dentro y, desde ahí… hasta ahora.
– ¿Cómo es este tipo de música? ¿qué la caracteriza?
– Es una época que alberga música sencilla, alegre, con chispa; y música compleja, polifónica, isorrítmica y politextual. No es una época oscura en la música, como se tipifica. Las danzas medievales, las cantigas de Santa María, las canciones morales y satíricas de Carmina Burana, la música de trovadores, troveros, minessingers… son una muestra de ello. Lo más especial de ella es que, ante la ausencia de una convicción general sobre su interpretación, hay que estudiar y documentarse mucho para aplicar los resultados de la investigación y darle tu propia impronta, obviamente dentro del rigor musicológico y estilístico.
– ¿Hay muchas personas que se dediquen a la cuerda pulsada?
– Pues no, por desgracia. Los instrumentos renacentistas y barrocos se enseñan en los conservatorios, pero los medievales no. Esto ha dado una gran cantidad de intérpretes de instrumentos de cuerda pulsada del Renacimiento y Barroco, pero el mundo medieval no conoce esa suerte. Debe haber en torno a unas 50/100 personas en el mundo que toquen estos instrumentos de manera profesional, y prácticamente nadie que lo haga en calidad de solista, como es mi caso.
– A su parecer, ¿qué características debe tener un músico para interpretar este tipo de instrumentos?
– Este tipo de instrumentos puede alcanzar el nivel de dificultad de cualquier otro, con el aliciente del desconocimiento de normas o criterios de interpretación de época, lo que hace, como ya digo, que el músico deba involucrarse mucho en el estudio de fuentes documentales e iconográficas que le lleven a formar un criterio propio, para volcarlo en estos instrumentos. Así pues, creo que la virtud principal debe ser el interés por la época medieval y la capacidad para adentrase en ella en busca de un modelo interpretativo.
– Creo que tiene una colección de instrumentos muy interesante. ¿Cuándo la inició? ¿cómo ha logrado reunirla?
– Así es. Esta colección la inicié en el marco de los Cursos de Construcción de Instrumentos Históricos, dentro de la Muestra de Música Antigua “Castillo de Aracena”. Creo que fue allá por 1994 cuando Joaquín Rodríguez, bajo la supervisión del maestro Carlos González, hizo mi primer laúd medieval (un modelo italiano del siglo XV). Luego vino la cítola, tomada del pórtico de la Colegiata de Toro (Zamora), donde está esculpida en piedra. Más tarde la guitarra medieval, con su forma de pera, extraída de un cuadro de Simone Martini (Italia, s. XV); a la que siguieron un laúd español y una vihuela de péñola (púa), ambos del siglo XIII, tomados de las miniaturas del códice rico de las cantigas de Santa María; y una çinfonía de trastes (extraño instrumento de rueda, prototipo de la zanfoña), tomada de los frescos del siglo XIII de la cripta de la iglesia de San Esteban, en Sos del Rey Católico (Aragón).
– ¿Cómo compagina sus labores como director del Conservatorio de Nerva con la creación musical y los conciertos?
– Pues partiéndome en dos, porque son dos frentes muy activos e importantes en mi vida, y no son los únicos. Intento que la actividad concertística se ubique en fines de semana y periodos vacacionales para no entorpecer mi trabajo al frente del Conservatorio. Y en numerosas ocasiones me quedo investigando o ensayando hasta altas horas de la madrugada, para poder solventar los compromisos con el nivel de exigencia que me he propuesto.
– ¿Qué le aporta su labor docente?
Es una riqueza, un tesoro. Me une una gran relación con mi alumnado y sus familias. Hemos conseguido metas muy altas, musicales y humanas. Aún cuando se marchan del Conservatorio porque terminan su ciclo, seguimos en contacto y somos como una gran familia.
– Usted realiza investigaciones sobre instrumentos medievales de cuerda pulsada. ¿En qué está trabajando en estos momentos?
– Realizo investigaciones sobre qué música tocar y de qué manera hacerlo con estos instrumentos. No son investigaciones sobre construcción u organología, más bien intento demostrar (y esto sí es algo inédito a nivel mundial) que estos instrumentos, a pesar de no tener música específica escrita para ellos, y a pesar de que aparecen en muchas representaciones iconográficas, tocando junto a otros instrumentos medievales de cuerdas, vientos o percusión, tienen vida propia, o sea, pueden abordar el repertorio medieval a modo solista.
– Su último trabajo se llama ‘The Evidence’. ¿Cómo es este disco?
– Se llama así por el título del primer capítulo de un libro referente para mí, Medieval Instrumental Dances, del profesor en la Universidad de Indiana Timothy Mac Gee. The Evidence (La Evidencia). El Arte Medieval de la Péñola es el resultado de mis más de 20 años de trabajo e investigación con los instrumentos medievales de cuerda pulsada, y en él pretendo demostrar cómo estos instrumentos abordaban el repertorio medieval a modo solista, o sea, cómo se toca una pieza medieval con uno de estos instrumentos, sin más acompañamiento. Una práctica escasamente recogida en fuentes documentales, aunque con más presencia en la iconografía. Gracias al sello discográfico especializado en Música Clásica y Antigua, Lindoro, este trabajo ha visto la luz en mayo de 2015, convirtiéndose así en el primer disco grabado sobre la cuerda pulsada medieval en su modalidad solista.
– ¿Cómo está resultando la gira de presentación?
– Muy gratificante. La crítica especializada, y el público en general que ha asistido a estos conciertos, han valorado muy bien mi propuesta. Recientemente la Lute Society (Sociedad del Laúd e Instrumentos Históricos de Cuerda de Inglaterra), ha reseñado muy positivamente este disco, invitándome a presentarlo en Londres en noviembre de este año.
En España se está moviendo por teatros y festivales de guitarra y de música antigua, como por ejemplo: en la Fundación Juan March de Madrid, el Festival de Plectro “Cuna de Cervantes” de Alcalá de Henares, Festival Música Antigua “Tiana Antica” de Barcelona, Festival de Música Antigua de Sevilla, el III Encuentro Mundial Sociedades del Laúd, el Festival Música Antigua de Gijón, el Festival MHA de Música Antigua de Valencia, el Gran Teatro de Huelva, el Teatro Sierra de Aracena, Festival Ruinas de Santiago, Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza, el Festival de Música Antigua Castillo de Aracena, el Museo de la Guitarra “Antonio de Torres de Almería, el Festival de Música Antigua de Granada y el Festival de Música Antigua de Olivares.
– Por otro lado, ¿qué proyectos tiene con Axabeba?
– Tras nuestro concierto en el FEMAS de Sevilla, participaremos en mayo en el Festival de Música Antigua de Granada y más adelante celebraremos los 25 años de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Sevilla, con un concierto sobre la Edad Media y los peregrinos.
– De todos los conciertos que ha ofrecido y escenarios en los que ha actuado, ¿con qué momento se quedaría y por qué?
Fue muy especial presentar ‘The Evidence’ en un festival como el de Sevilla, a la vanguardia de los festivales europeos de música antigua. También tocar en París, en Notre Dame des Monts Blancs, fue muy especial. Y en Aracena, un par de enclaves donde cualquier músico soñaría tocar, la Gruta de las Maravillas y el castillo. También recuerdo con mucho cariño el Winter Festival of Sarajevo, en Bosnia- Hertzegovina, llevando música a un pueblo marcado por la guerra, visible aún por sus calles y edificios.
– Siendo un músico de talla internacional, y habiendo tenido, imagino, muchas oportunidades laborales en España y el extranjero ¿qué le ata a su tierra?
– La familia, los amigos, el olor, el paisaje, las costumbres y forma de vida. No me veo lejos de aquí. Viajo mucho. pero siempre sé que vuelvo pronto.
– Por último José Luis, si alguien desea adquirir su disco ‘The Evidence’, ¿cómo puede hacerlo?
– Escribiendo a [email protected] o a través de la web de la productora, lindoro.es. También se pueden visionar en mi canal de YouTube, José Luis Pastor. Pío