S. D. El Club Balonmano Pedro Alonso Niño de Moguer aspira este sábado a abandonar la última posición en la clasificación, en la que lleva muchas jornadas inmerso. Gracias a su buena racha de resultados, en la que ha ganado cuatro de sus seis últimos partidos, por primera vez tiene la posibilidad de abandonar el farolillo rojo y traspasárselo a su rival, el Villafranca, al que visita este sábado a partir de las 18:30 horas.
El conjunto amarillo ha alcanzado con las últimas victorias los 10 puntos, tras un balance general de 5 triunfos y 14 derrotas. Ahora es uno de los equipos más en forma del grupo y busca confirmar esta condición en la cancha de un rival directo, que suma 11 puntos y al que podría superar en la tabla y seguir aspirando a salir del descenso. Si los de Máximo Gutiérrez ganan y La Salle pierde en casa ante el Montequinto, la permanencia estaría a un único punto.
No obstante, el conjunto amarillo tiene que prepararse para enfrentarse a un rival que en casa ha realizado sus mejores partidos. Sin embargo no gana desde la 13ª jornada al Manzanares (20-22), y en casa desde la 12ª al Maristas de Málaga (26-22). Viene de empatar como visitante en Maracena (22-22), resultado con el que rompió una racha de cinco derrotas consecutivas, en las que cayó con el Antequera (22-31), Bolaños (38-33), La Salle (27-32), Caserío (30-23) e Ingenio (30-34).
El técnico Máximo Gutiérrez, que mantiene como única baja a Pablo Cumbreras, ha comentado sobre la racha positiva de su equipo que “el vernos crecer tiene que atemorizar a todo el mundo”, pero ha indicado que “los rivales directos están cogiendo puntos”, por lo que “tenemos que centrarnos en ganar y hacer nuestros deberes”, dijo.
El equipo de Moguer necesita alargar su racha e insistir para seguir en la línea del objetivo y Gutiérrez no quiere adelantar acontecimientos. “Cuando ganemos hablaremos de salvación. Por ahora este partido en Villafranca es una buena ocasión para sumar dos puntos y decir que de verdad estamos ahí”, señaló.