Redacción. Pronto el invierno llegará a su fin y dará paso a la primavera. Las épocas intermedias suelen estar caracterizadas por los cambios de temperatura, lo que provoca las quejas de muchas personas que dudan si abrigarse más o menos a la hora de ir a trabajar. Los expertos de Remica Servicios Energéticos recomiendan apostar por un sistema de climatización eficiente, capaz de adaptarse en función de las necesidades térmicas de las personas sin que ello suponga un derroche de energía.
Claro está que, por muy eficiente que sea el sistema de climatización, los buenos o malos hábitos de quienes habitan en los edificios determinan la efectividad del sistema.
Otra cosa muy importante es saber enviar las quejas por los canales adecuados.
Llegar a un acuerdo en la temperatura interior. El malestar térmico afecta a los trabajadores de diversas formas; aumenta su fatiga, impide la correcta realización de tareas, provoca insatisfacción y da lugar a muchas quejas, entre ellas, que algunas personas pasan frío y otras calor.
Para terminar con estas situaciones lo mejor es regular la temperatura atendiendo a criterios objetivos. El Real Decreto 486/1997 establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud que deben cumplir los lugares de trabajo, entre ellas la temperatura. El RD establece que la temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre 17 y 27° C.
Por su parte, el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) recomienda en épocas frías ajustar la temperatura alrededor de los 21 grados centígrados, mientras que en épocas cálidas no conectar la temperatura de refrigeración inferior a 26 grados.
Utilizar sistemas de regulación y control. Dado que, en las épocas intermedias, se registran cambios de temperatura en un mismo día, para evitar que en los espacios comunes de trabajo se produzcan quejas Remica recuerda que es importante que los sistemas de climatización cuenten con mecanismos de regulación y control.
Una instalación de climatización eficiente genera, distribuye y suministra frío y/o calor con el mínimo consumo energético posible, aportando el mejor confort al usuario. Sin embargo, esto no sería posible sin un buen sistema de regulación y control ya que “instalar los equipos más eficientes, no sirve apenas si el control de la climatización está fuera de servicio, no es el apropiado o no está suficientemente desarrollado. Sin embargo, y a pesar de su gran importancia, el control y la regulación de las instalaciones ha sido un elemento que, a menudo ha caído en el olvido”, explican.
Usar una vestimenta adecuada a la temperatura. ¡Nada de manga corta en el invierno ni de ropa de abrigo en verano! No se trata de una cuestión de estética ni de moda: usar una vestimenta adecuada en función de la temperatura es importante para que las personas se sientan confortables y para prevenir problemas de salud.
En invierno, basta con abrigarse y en verano con utilizar prendas de tejidos ligeros que faciliten la transpiración. Sin embargo, en épocas intermedias, en las que el tiempo atmosférico puede cambiar de un momento a otro, ¿qué conviene hacer? Una buena solución es vestirse con varias capas de ropa que poder ir añadiendo o quitando a lo largo del día, en función de que haga más o menos calor.
Huir de los cambios de temperatura. ¡Que los primeros rayos del sol primaveral no te engañen! Trata de evitar los cambios de temperatura y las corrientes para prevenir los catarros primaverales.
No exponerse directamente al aire acondicionado o a las corrientes de aire, mantener las fosas nasales despejadas y lavarse las manos después de cualquier manipulación son medidas que pueden proteger el organismo de enfermar con un resfriado.
Aprovechar la luz solar. Siempre que sea posible, cuando hace frío es bueno dejar entrar la luz solar por las ventanas para iluminar y templar la habitación. Una medida tan simple como esta genera efectos muy positivos, ya que favorece la concentración y tiene un buen impacto en el ánimo de las personas. Además, permite ahorrar energía al disminuirse el consumo en luz artificial.
En cambio, cuando hace calor, es mejor valerse de toldos o cortinas para que la luz solar no transmita más calor al interior del edificio. Para mejorar la frescura y humedad del ambiente durante la época de calor, nos podemos ayudar de las plantas son valiosos elementos que, además, contribuyen a embellecer espacios.