Mari Paz Díaz. Son grandes obras de ingeniería que forman parte del paisaje de cualquier comunidad. Proyectos hidráulicos que proliferaron sobre todo durante el pasado siglo XX y que, a veces, pasan desapercibidos a nuestra mirada, pero cuya importancia supera cualquier vicisitud. Nos referimos a las presas y embalses, que desde hace décadas vienen transformado la vida de los onubenses, al garantizar el abastecimiento de agua entre la población y la necesidad de recursos hídricos en las actividades económicas de la provincia.
Se calcula que existe un centenar de este tipo de infraestructuras en Andalucía, cuya utilidad y, a veces, belleza, va mucho más allá de su mera función de acopio de agua, tal y como refleja el estudio ‘Álbum 100 Grandes Presas en Andalucía. La Obra en el Paisaje’, un trabajo de investigación de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía y la Universidad de Sevilla, realizado por Fernando Sancho Royo, José M.ª Fernández-Palacios Carmona, María Isabel Martín Pérez, con fotografías de Javier Hernández Gallardo (aéreas), Fernando Sancho Royo, María Isabel Martín Pérez, José M.ª Fernández-Palacios Carmona, Manuel Trillo, Pepe Morón y José Luis Roca, imágenes muy llamativas, como se muestran en este artículo.
Un informe que, dado su interés, hemos querido desgranar en el presente reportaje, donde pretendemos mostrar de forma resumida la realidad y las principales peculiaridades de estas estructuras tan útiles como desconocidas, información e imágenes que hemos tomado de esta interesante memoria. Unas presas y embalses que fueron configurándose a lo largo de un siglo, especialmente a partir de la Ley de Aguas de 1879, diseñada para la ordenación de los aprovechamientos colectivos de las aguas superficiales.
En total, a lo largo de la provincia de Huelva se contabilizan quince presas, distribuidas en diferentes comarcas, como se puede comprobar en el mapa adjunto. Infraestructuras más o menos conocidas que iremos describiendo a continuación, ya que cada una de ellas presenta unas características diferentes, lo que las convierte en un lugar único.
Presa Los Machos. En el río Piedras, junto a su desembocadura, entre los municipios de Cartaya y Lepe, se encuentra esta presa, aguas abajo del embalse del Piedras. Una presa que, junto a los embalses de Andévalo, Chanza y Piedras, forma parte del sistema Chanza-Piedras.
Una infraestructura, como recoge este informe de la Junta de Andalucía y la Hispalense, que se puso en marcha para dar respuesta a la necesidad de agua de la Costa Occidental onubense, a raíz de la profunda transformación y desarrollo de esta comarca, «donde la puesta en regadío de antiguos terrenos forestales y campos de secano ha sido el motor de cambio». De hecho, sus aguas están destinadas a la actividad agrícola de Lepe, Ayamonte, Cartaya o Aljaraque, aunque, si fuera necesario, podría utilizarse para el consumo humano de los municipios de Huelva, Palos, Moguer, San Juan, Punta Umbría, Cartaya, San Bartolomé, Ayamonte, Isla Cristina y Lepe, así como para surtir al Polo Industrial de Huelva.
Presa del Piedras. Construida en 1968 en la Cuenca Tinto, Odiel y Piedras, esta presa, y la estación de bombeo de Boca-Chanza en el estuario del Guadiana, constituyeron las fuentes originales de agua del sistema diseñado para el abastecimiento y regadíos de la capital onubense y el litoral occidental de Huelva, si bien, este dique del Chanza-Piedras ha ido complementándose en los últimos años con las presas del Chanza, Andévalo y Los Machos.
El embalse del río Piedras, situado entre los términos de Lepe, Cartaya y Villanueva de los Castillejos, es una de las obras clave del Sistema de Explotación de Huelva, comprendiendo las cuencas propias de los ríos Tinto, Odiel, la red en alta del Sistema Chanza-Piedras -bombeo de Boca-Chanza, canal del Granado, túnel de San Silvestre, canal del Piedras, sifón del Odiel-, la red de abastecimiento de la Mancomunidad de Aguas del Condado de Huelva, la red de abastecimiento de la Cuenca Minera y las infraestructuras creadas alrededor de las captaciones de agua subterránea.
Presa de Beas. Se encuentra en el arroyo Castaño, afluente del río Candón, situada entre los términos municipales de Beas y Niebla, en las primeras estribaciones de Sierra Morena. Su construcción en 1927 supuso la implantación de un sistema público moderno que vino a solucionar los problemas de abastecimiento de la capital onubense a través de una Real Orden de Alfonso XIII, que permitió su uso en 1914. Tanto es así que este embalse aporta el 60% del agua consumida por los habitantes de Huelva capital.
Para ello, un canal de distribución, de unos 30 kilómetros de longitud, manda el agua hasta la estación potabilizadora de El Conquero, en Huelva. Una presa que se considera que aporta agua de gran calidad, puesto que, al ser un embalse de capacidad limitada -su volumen del embalse es de 3,30 Hm3-, suele llenarse y vaciarse varias veces al año.
Corumbel Bajo. Localizada en el término municipal de La Palma del Condado, donde se unen las aguas del río Corumbel con las teñidas del Tinto. Una infraestructura que se ideó para dar cobertura a las necesidades de abastecimiento, tanto de consumo como para la agricultura, de las poblaciones de la comarca del Condado onubense. Una construcción que se terminó en el año 1987 y que garantiza agua de calidad.
En la Presa de Corumbel Bajo, de pequeñas dimensiones -su capacidad máxima es de 19 hm3- destaca el aliviadero, que, independiente de la presa, descarga directamente en el cauce del Tinto. Su embalse pertenece a la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
El Sancho. Inaugurada en el año 1962 en el término municipal de Gibraleón, esta presa cuenta con agua almacenada, al parecer propiedad de la empresa ENCE, prueba de la importante actividad industrial de la provincia de Huelva. Y, de hecho, estos recursos no se destinan al consumo humano debido a que este agua tiene una alta concentración de metales, procedentes de las minas, como las situadas en Tharsis.
Este embalse se surte de un afluente del río Odiel llamado Meca. La presa se recreció cuatro metros en 1972, una década después de su construcción, para duplicar el volumen de agua embalsada.
Presa del Chanza. Situada en la frontera entre España y Portugal, esta presa se levanta sobre la Rivera del Chanza, junto a su confluencia con el río Guadiana, lo que le permite que sus aguas abastezcan a ambos países. De hecho, para su construcción fue necesario un acuerdo luso-español para la utilización de los ríos internacionales en 1968. Posteriormente, en 1998, se firmó el Convenio sobre Cooperación para la Protección y el Aprovechamiento Sostenible de las Aguas y Cuencas Hidrográficas Hispano-Portuguesas, más conocido como Convenio de Albufeira. Un acuerdo fundamental para Huelva, puesto que esta presa da cobertura a la demanda de agua de más del 65% del total de la población onubense.
En concreto, el agua del Chanza se destina a toda la Costa Occidental, desde Ayamonte hasta el Área Metropolitana de la capital onubense, sin olvidar las industrias del Polo Industrial de Huelva y la Zona Regable del Chanza, además de producir energía eléctrica. Una presa que se terminó en el año 1989.
Presa del Andévalo. Situada también en la franja central al oeste de la provincia de Huelva, sobre los ríos Malagón y Cobica, afluentes del Chanza, contiene el embalse de mayor capacidad de la provincia, siendo la presa onubense de mayor volumen de obra, representativa de las grandes infraestructuras levantadas en los primeros años del siglo XXI, al construirse en 2003. En concreto, esta obra se realizó para incrementar los 140 hm3 anuales del Sistema Chanza-Piedras hasta los 260 hm3 necesarios ante el aumento de las necesidades de consumo de agua de las poblaciones de la comarca del Andévalo, permitiendo la puesta en marcha de 1.731 hectáreas de superficie agrícola de regadío.
Las dimensiones de la presa del Andévalo la convierten en la tercera más grande de Andalucía. Todo ello en el término municipal de Puebla de Guzmán, donde se plantea el uso turístico de estas aguas, puesto que se ha solicitado la declaración de navegabilidad.
Presa de Olivargas-Sotiel. Aunque en un principio se construyó para dar cobertura a las minas de la Faja Pirítica onubense, en la actualidad, su agua embalsada también surte a las localidades de Calañas, La Zarza y El Perrunal, así como el riego de una pequeña zona agrícola. Se abastece del río Olivargas, afluente por la derecha del río Odiel, no siendo la única infraestructura hídrica en este río, pero sí la más importante.
Su ubicación se encuentra enclavada en el término municipal de Almonaster la Real, formando parte del plan de transferencias hídricas del sistema Tinto-Odiel-Piedras a Minas Aguas Teñidas, S.A.
Presa del Jarrama. Se ubica en el sector minero más occidental de la cuenca del Tinto, compartiendo su embalse los términos municipales de Nerva y El Madroño (Sevilla). Sus aguas no se encuentran contaminadas por la actividad minera, lo que la hacen muy apreciadas al ser aptas para el consumo humano y para la agricultura de regadío. Además, su posición en un lugar donde se producen elevadas precipitaciones, al superar los 2.000 mm/anuales, permiten que el embalse se llene y vacíe entre 2-3 veces al año.
Esta presa se nutre del agua del Jarrama, afluente del río Tinto. Su construcción se finalizó en el año 1999. Se encuentra en un espacio natural de enorme belleza y singularidad.
Presa de Nerva. También en el término municipal de Nerva, además de parte del Castillo de las Guardas, y en la rivera del Jarrama, esta infraestructura abasteció a la población nervense hasta 2008. Junto a la presa destaca el viaducto del antiguo ferrocarril minero Peña del Hierro-Castillo de las Guardas-Sevilla.
La regulación de este afluente para abastecimiento se explica por la imposibilidad de aprovechar las aguas del Tinto para esta finalidad, debido a su acidez natural y su extraordinario contenido en metales, acentuado por las explotaciones mineras.
Presa de Gossan. Muy conocida al encontrarse dividida por la carretera que une Minas de Riotinto y Campofrío, esta presa debe su construcción a la actividad minera de la zona. Siendo así, las balsas de Gossan y del Cobre cuentan con residuos mineros.
Un espacio de grandes dimensiones que comenzó a perfilarse en 1971, año a partir del cual se construyó este espacio conformado por cuatro diques levantados en cascada sobre el cauce del arroyo Rejoncillo, destinados al acopio de residuos mineros y al control de las aguas fluyentes. Un complejo que fue declarado Bien de Interés Cultural en 2005, estando recogidos sus datos en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH).
Entre sus peculiaridades más curiosas se encuentra el ser pionera en España en la utilización de una geomembrana de cloruro de polietileno como pantalla impermeabilizante, protegida por capas de arena y embebida en la escollera. Un método que ha dado buenos resultados.
Campofrío. Es la presa más antigua de la provincia de Huelva, construida en 1883 a raíz de la entrada de capital extranjero en el desarrollo de la actividad minera onubense, lo que obligó a reservar agua con fines industriales. Posteriormente, entre 1940 y 1950, se recreció para hacer frente a las demandas de la producción, si bien, hoy sus aguas no tienen un uso definido.
Situada en el término municipal de Campofrío, en el arroyo del mismo nombre, en su entorno predominan las repoblaciones forestales de pinos piñoneros. Se encuentra muy cerca del Complejo de Gossan.
Zufre. Es la segunda presa que se encuentra en la Rivera de Huelva, precedida aguas arriba por la de Aracena. En un principio iba a llevar el nombre de Cataveral, en referencia a una de las estaciones del antiguo ferrocarril de las Minas de Cala, pero finalmente se le puso el nombre del municipio en el que se encuentra. De las cuatro presas de la Rivera de Huelva, la de Zufre es la de mayor capacidad y la última en ser construida, al haber sido inaugurada en 1987.
En un espacio dedicado a la actividad cinegética, forestal y al olivar fundamentalmente, la presa también se aprovecha para otros usos, como la pesca y otras propuestas recreativas. Su finalidad es el abastecimiento de Sevilla.
Aracena. Y terminamos este recorrido en la Presa de Aracena, la primera de las cuatro situadas sobre la Rivera de Huelva, en la Sierra onubense, destinada a abastecer de agua a Sevilla y su área de influencia. Una zona de una alta pluviosidad al ejercer de barrera de las borrascas procedentes del océano Atlántico.
Perteneciente a la cuenca de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, se encuentra dentro de los términos municipales de Corteconcepción, Puerto Moral y Zufre. El embalse fue construido entre 1963 y 1970, siendo inaugurado en 1970.
Pero, más allá de sus características, estas construcciones garantizan el abastecimiento de agua para la población onubense y las actividades económicas que se desarrollan en la provincia de Huelva, en sectores tan emblemáticos como la minería, la industria o la agricultura. Es más, desde la Delegación Provincial de la Consejería de Medio Ambiente en Huelva nos aportan los datos actualizados del agua embalsada a lunes 16 de enero, a las 8.00 horas, donde se puede comprobar que las reservas hídricas de la provincia de Huelva están garantizas, a pesar de que nos encontramos en una etapa hidrológica seca.
Junto a estos datos, para finalizar, no podemos obviar que estas presas y embalses forman parte del paisaje de la provincia de Huelva. Una diversidad que procede, inevitablemente de la intervención humana, si bien existen ejemplos que ponen de manifiesto el interés de integrar la obra en el entorno en el que se circunscribe, como sucede con la presa del Jarrama.
Por ello, pasear, hacer senderismo o cualquier otra práctica deportiva al aire libre por estos parajes son propuestas muy recomendables, con rutas que pueden resultar muy interesantes y educativas para conocer el sistema natural, la climatología y la historia de la zona donde se encuentran estas presas y embalses. No en vano, este tipo de infraestructuras implica un sistema de enorme complejidad, obras de ingeniería que forman parte del patrimonio onubense, siendo el Complejo Gossan uno de los casos más significativos en la provincia de Huelva, puesto este grupo de presas, diques y balsas de residuos mineros constituye un conjunto singular que refleja claramente la historia de la industria de la Faja Pirítica, desde finales del siglo XIX hasta prácticamente la actualidad.
En cualquier caso, para finalizar, nos hacemos eco de una propuesta apuntada en esta publicación de ‘Álbum 100 Grandes Presas en Andalucía. La Obra en el Paisaje’, donde perfila una ruta por los embalses mineros onubenses, que discurre por la comarca del Andévalo, conociendo las presas nacidas a raíz de la actividad minera de Sierra Morena. Un conjunto de singulares obras de diversa cronología y diferentes dimensiones que merece la pena conocer, como se muestra en el siguiente gráfico:
Una visita más que recomendable con la que finalizamos este reportaje sobre los destacados -y en muchos escasos desconocidos- embalses y presas de la provincia de Huelva.
2 comentarios en «De la Presa de Campofrío del siglo XIX al Complejo de Gossan, las peculiaridades que hacen únicos los embalses onubenses»
Estupendo articulo y estupenda propuesta esa de la ruta turistica de los embalses.
Entrañable paisaje la presa de Campofrio, ee los años de
mi infancia y primera juventud