Antonio José Martínez Navarro. No hemos de tratar con el presente artículo de hacer un historial detallado de la actuación de Correos en Huelva, por cierto meritoria. Apremio de espacio nos lo impiden. Y sí dedicar nuestro esfuerzo al magnífico edificio que desarrolló toda la actividad del citado Cuerpo desde 1933 a 2010. No obstante, vamos a ir señalando las diversas sedes que fue teniendo, a lo largo del tiempo, este organismo del Estado.
Diego Díaz Hierro nos dice en su ensayo histórico de los servicios de Correos en esta capital “que el edificio que albergara las sencillas oficinas que la Estafeta de Huelva hubo de tener en los tiempos de Texerina (año 1851) y Basconcellos que le sucedió, aunque no se nos oculta la idea que toda esa pequeña máquina funcionase en la misma casa de morada de los aludidos, calle de la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora”.
De cualquier forma, caro lector, vamos a ir pasando los diversos edificios con excesiva velocidad, ya que nuestro destino lo tenemos fijado en el edificio de la Avenida de la Ría.
Siguiendo con los datos de don Diego nos dice que el segundo emplazamiento lo tuvo en la calle Hospital –hoy Méndez Núñez- desde 1857 a 1882. A continuación, y a partir de la última fecha, Correos tuvo su sede en las esquinas a las calles Puerto y San José
Francisco Montero Escalera, en su libro “Un siglo en la historia de Huelva”, página 44, nos indica lo siguiente:
<<…La casa de tres pisos que hace esquina a la calle Puerto, fue la tercera de la ciudad en este número de plantas. En ella estuvo instalada la Casa de Correos y, antes de la reforma actual, el viejo inmueble sirvió de almacén para las cáscaras de cobre que los carros transportaban desde las minas…>>.
En el espacio donde se alzaba el Alfolí o Salero de Huelva (que se cayó con estrépito en 1883 y que se situaba al iniciarse la calle San José), esquina a calle Puerto se levantó un edificio, como ya hemos repetido, en donde se instalaron, independientemente, Correos y Telégrafos.
En los años iniciales del siglo XX pasaron las oficinas de Correos a la calle Palacio, número 11. En esta nueva sede estuvo varios años, para buscar nuevo domicilio en la calle de Las Señas, -actual calle Arquitecto Pérez Carasa- número 14. En la guía del diario “Heraldo de Huelva”, número del miércoles 12 de febrero de 1913 se nos indica que la Administración de Correos se situaba en la calle General Azcárraga, – calle Arquitecto Pérez Carasa- número 14. Pero, ya que estamos en el tajo sepamos los servicios y horarios que se ofrecía en la citada fecha:
<<… Lista y apartados: de 9,30 a 10,30 de la mañana. Entrega de paquetes postales, certificados y valores declarados: De 9,30 a 10,30 y de 2 a 5,30 de la tarde. Los días festivos de 2,30 a 3,30 de la tarde y de 8 a 8,30 de la noche. Reclamaciones: de 9 a 10,30 de la mañana. Hay despacho de sellos hasta las dos de la madrugada. Giro postal: De 9 a 11 de la mañana y de 2 a 4 de la tarde; los domingos hasta las 3,30>>.
Y cuando se encontraba situada la sede de Correos en la Plaza de las Monjas, en uno de los locales que había sido brevemente Hotel “Paris” y donde más tarde instalaría Guillermo Martín su imprenta, la importancia que iba adquiriendo nuestra capital hizo que los rectores del Cuerpo de Correos y las autoridades onubenses anhelaran un enclave mejor.
El sábado 14 de febrero de 1914 “Diario de Huelva” publicaba una Real Orden que ayudaba, sin duda, los deseos de un edificio destinado al servicio de Correos y Telégrafos:
<<Se ha dictado la siguiente R. O. circular dirigida a los alcaldes. Que por la Junta de inspección y vigilancia para la construcción de un edificio destinado al servicio de Correos y Telégrafos en esta población se proceda inmediatamente a invitar al Ayuntamiento para que ofrezca gratuitamente el solar adecuado para las necesidades de los mencionados servicios, en las debida condiciones de situación y explanación, haciendo presente a la Corporación las ventajas que se derivan de ese ofrecimiento, entre ellas la poder anunciar el concurso de proyectos en plazo breve…>>.
En las Actas Capitulares de 24 de agosto de 1914 se acordaba gestionar la adquisición de un solar destinado a Casa Correos:
<<Vista una moción de la Alcaldía presidencia proponiendo que aceptando el ofrecimiento del Ministerio de edificar una casa correos a cambio de que el Ayuntamiento facilite un solar para su construcción se ofrezca ésta autorizando al efecto a la Alcaldía para practicar las oportunas gestiones a fin de que antes del fin de año corriente pueda empezar la construcción con lo que se daría ocupación a buen número de obreros quedando una mejora permanente en la población.
A propuesta del Sr. Pérez Arenas y conforme a la moción se acordó autorizar a la Alcaldía para que gestione la adquisición de un solar dando cuenta del resultado de aquella a la Corporación>>.
Todo iba marchando por el camino deseado, pero si bien el Ministerio de Fomento solicita a la Junta de Obras del Puerto de Huelva los terrenos necesarios en 1923, éstos no se entregaron por el ente portuario hasta el día 30 de abril de 1926, fecha en la que así lo determina una Real Orden:
<<Dada cuenta de una R. O. de fecha 25 de marzo último por la que se autoriza a esta Junta para que desde luego formalice la entrega del solar donde ha de instalarse el edificio destinado al Servicio de Correos y Telégrafos al Gobernador Civil de Huelva, Presidente de la Junta, el proyecto del edificio mediante la correspondiente acta de entrega y recepción la comisión acordó prestar cumplimiento a dicha soberana disposición haciendo constar que el expresado solar queda afecto al servicio del puerto hasta que las autoridades aprueben el proyecto del desplazamiento del tinglado número 2 para dejar libre el solar de referencia se dé cuenta a la Superioridad>>.
El día 9 de julio de 1926 surge otro problema: la Junta está dispuesta a ceder el terreno suficiente para que se alce el edificio de Correos y Comunicaciones, pero ¿quién le abonará a la Junta los gastos del traslado de la parte del tinglado número dos?
<<Visto un oficio del Gobierno Civil de la Provincia trasladando que con fecha 2 del actual se dirija al Ilmo. Sr. Director General de Comunicaciones interesándole que requiera a esta Junta por si es posible una nueva introducción que no haga necesario el pago por el Ramo de comunicaciones de las 26.771 pesetas, 10 céntimos, que importa el presupuesto formulado para el traslado de la parte del tinglado número 2 que es preciso desmontar para dejar libre el solar con destino a la construcción de un edificio para los servicios de Correos y Telégrafos, la Comisión previo informe verbal emitido en este acto por la Comisión facultativa, acordó contestar dicho oficio manifestando que figurando en el plan de obras preliminares para la construcción de Muelles Definitivos el traslado de la totalidad de dicho tinglado del lugar de la zona de servicio, obra que se ejecutará en breve quedará libre el solar de referencia y que en él podrá seguidamente el ramo de comunicaciones dar comienzo a la construcción del edificio que se proyecta sin necesidad de abonar cantidad alguna por razón del desplazamiento parcial del tinglado de referencia>>.
Solucionado la discrepancia surgida por el asunto del tinglado número 2 el “Diario de Huelva”, en su edición del día 14 de septiembre de 1929, comunicaba un nuevo paso para la construcción del deseado edifico de Correos:
<<Nueva Casa de Correos y Telégrafos en Huelva. El gobernador civil, Sr. Olmo y Medina, ha remitido la siguiente comunicación de la Dirección General de Correos y Telégrafos: Recibido en esta Dirección General el oficio número 606 que eleva V. S. al Excmo. Sr. Ministro de la Gobernación en 20 de agosto próximo pasado, interesando se active la tramitación del expediente relativo a la construcción de edificio para Correos y Telégrafos en esta capital, me complazco en manifestarle que remitido por R. O. de 19 del expresado mes de agosto, dicho expediente con el proyecto de la construcción de que se trata, a la intervención crítica del presidente del Tribunal Superior de Hacienda Pública, ya ha sido devuelto de aquel Organismo y muy en breve podrá proponerse su aprobación a la Superioridad para llegar al concurso en que ha de contratarse la ejecución de las obras. Dios guarde a V. E. muchos años. Madrid, 13 de septiembre de 1929. El Director General, Tafull>>.
“La Provincia” del día 27 de septiembre de 1929 daba cuenta de un extenso artículo que no tiene nada que desechar y que, por lo mismo, se lo trasladamos íntegro a los amables lectores de la Historia Menuda de Huelva:
<<El nuevo edificio para Correos y Telégrafos. Real Orden. Ilmo. Sr.: Vistos los antecedentes del expediente relativo a la construcción de un edificio con destino a Correos y Telégrafos en Huelva:
Resultando que en cumplimiento de lo ordenado por esa Dirección General con arreglo a lo prevenido en el Real Decreto de este Ministerio de 20 de noviembre de 1926, los arquitectos de ese Centro don Joaquín Otamendi y don Luis Lozano han formulado en 5 de marzo último el correspondiente proyecto, que consta de Memoria, pliego de condiciones, planos, presupuestos y resumen importante: este último la suma de 199.929, 55 pesetas, para la construcción del mencionado edificio en el solar cedido por la Junta de Obras del Puerto, solar cuyos linderos son: por el Norte, la prolongación de la calle de Duque de la Victoria; por el Sur, edificio de don Juan Lazo; al Este, la carretera o calle de Odiel y al Poniente terrenos del Puerto.
Resultando que en el presupuesto extraordinario aprobado por Real Decreto Ley de 9 de julio del citado año se consigna para la referida construcción un crédito que no ha de exceder de 500.000 pesetas, como así es realmente, según antes ya se ha dicho:
Resultando que remitido en 25 de abril pasado al Vicepresidente del Consejo de la Economía Nacional el pliego de condiciones del proyecto, a los efectos del artículo 74 del Reglamento para la ejecución de la Ley de 14 de febrero de 19’7, en relación con lo establecido en el 132 del Real Decreto, Ley de 16 de febrero de 1927, ha sido aquel devuelto en 8 de junio último informado favorablemente:
Resultando que, de conformidad con lo establecido en el artículo 7º del repetido Real Decreto de 20 de septiembre de 1926, el expresado proyecto, con el expediente respectivo y el pliego de condiciones generales, se remitió al Presidente del Tribunal Supremo de la Hacienda pública para la correspondiente intervención crítica, que la ha evacuado en 26 de agosto próximo pasado en el sentido de que puede autorizarse la ejecución de las obras:
Considerando que lo mismo para el proyecto de que se trata, que para los demás que han sido ya objeto de propuesta, se halla fijado el procedimiento a seguir, para llegar a la contrata de las obras por el artículo 2º del Real Decreto antes nombrado de 20 de septiembre, que determina concretamente sea por concurso:
Considerando igualmente que en la expresada Real Disposición, en su artículo 6º, se previene que para la celebración de las subastas o concursos de los contratos que tengan por objeto la ejecución de obras comprendidas en el presupuesto extraordinario no serán necesarias las consultas previas que en los artículos 57 y 67 de la Ley de Administración y Contabilidad de la Hacienda pública exigen cuando el importe excede de determinado límite, o su ejecución ha de durar más de un ejercicio económico:
Considerando que el mencionado Real Decreto de este Ministerio, de 20 de septiembre de 1926, no puede en modo alguno considerarse denegado por el que posteriormente apareció del Ministerio de Hacienda de 22 de octubre del mismo año, ya que dictado aquel con acuerdo del Consejo de Ministros, que es quien apreció la conveniencia de que las Casas para Correos y Telégrafos se contratasen en lo sucesivo mediante concurso, e inserto en el artículo segundo es notorio que se halla en armonía con lo que exige la ley de Contabilidad en su artículo 52, puesto que si para que los contratos se celebren en tal forma ha de existir una disposición del carácter de la expresada, que así lo autorice, las circunstancias precisas para utilizar tal procedimiento de contratación son bien patentes, y no aparece por ello incumplida la ley.
Considerando que en el pliego de condiciones del proyecto figuran las prevenciones determinadas en el Real Decreto de la Presidencia del Consejo de Ministros, de 6 de marzo del año actual sobre las remuneraciones mínimas que habrán de percibir los obreros, según lo marcado por los Comités paritorios, presentando los licitadores el contrato de trabajo y probando que han entregado a cada obrero la cartilla jornalatoria.
Y finalmente, de conformidad con lo informado por la Asesoría Jurídica en expediente análogos al actual y al igual de los resueltos en estos.
- M. el Rey (q. Dios g.) ha tenido a bien por acuerdo de hoy:
Aprobar el proyecto formulado por los Arquitectos con servicios efectivos en la citada Dirección General de Comunicaciones, don Joaquín Otamendi y don Luis Lozano, para la construcción de un edificio con destino a los servicios de Correos y Telégrafos en Huelva, con su pliego especial de condiciones administrativas, facultativas y económicas y presupuestos de ejecución, que asciende a 499.929,55 pesetas, y
Autorizar a esa Dirección General para anunciar concurso público, al objeto de contratar la ejecución de las obras con arreglo al pliego confeccionado por el mencionado Centro, que asimismo queda aprobado por esta disposición.
De Real Orden lo digo a V. I. para su conocimiento y efectos consiguientes. Dios guarde a V. I. muchos años. Madrid, 23 de septiembre de 1929. Martínez Anido. Sr. director general de Comunicaciones>>.
El proyecto de la Casa de Correos era en verdad ambicioso. Así, en el diario “La Provincia” del día 14 de noviembre de 1931 se solicitaba del Ministerio de Fomento que el espacio para el Cuerpo se ampliase “con la cesión definitiva de los terrenos ampliados en el terreno comprendido entre la Casa de Correos hasta el Paseo de las Palmeras con frente a la carretera Odiel –actual Avenida de Italia- y desembocadura de calle Doctor Caldera, -actual calle Tendaleras, añadimos nosotros- cedido provisionalmente hasta fin de año actual a este Municipio por la Junta de obras del Puerto para dedicarlo a Mercado de Abasto”, pero…
Los días turbios por los que atravesó el país antes de amanecer republicano y en los primeros compases de este nuevo período, significó un paso atrás en el ritmo de construcción de la Casa de Correos y Telégrafos y otros edificios como la Escuela de Ferroviarios, tal como advertimos en la nota informativa aparecida en “Diario de Huelva” del 21 de abril de 1931:
<<En la reunión celebrada ayer tarde entre patronos y obreros albañiles, por fortuna para todos, se ha podido terminar la huelga que mantenían con respecto a las obras de construcción de la Casa de Correos y Telégrafos de esta capital y Escuelas de Huérfanos de Ferroviarios, haciendo que renaciera de nuevo la concordancia y buena fe entre el capital y el trabajo en las referidas obras. Pero no se pudo llegar a conseguir igual resultado con respecto a las obras de construcción de la nueva cárcel, si bien se destacó alguna fórmula que poner en práctica, a ver si por ellas se logra lo más pronto posible el fin apetecido>>.
A través de la sesión municipal del 23 de abril de 1931, nos enteramos de la reanudación de las mismas:
<<…en la Alcaldía nos informamos de que se habían reanudado las obras de la nueva Casa de Correos, dándose ocupación a sesenta obreros. También se han reanudado las obras de las Escuelas de Ferroviarios con ocupación para otros tantos trabajadores…>>.
La prensa local también informaba de la “fumata” de la paz entre patronos y obreros albañiles:
<<En la reunión celebrada ayer tarde entre patronos y obreros albañiles, por fortuna para todos, se ha podido terminar la huelga que mantenían con respecto a las obras de construcción de la Casa de Correos y Telégrafos de esta capital y Escuelas de Huérfanos de Ferroviarios, haciendo que renaciera de nuevo la concordancia y buena fe entre el capital y el trabajo en las referidas obras. Pero no se pudo llegar a conseguir igual resultado con respecto a las obras de construcción de la nueva cárcel, si bien se destacó alguna fórmula que poner en práctica, a ver si por ellas se logra lo más pronto posible el fin apetecido>>.
A finales del año 1932 debió estar terminado el edificio y el día 13 de enero del año siguiente, reunido el Municipio, dejó en el acta capitular este expresivo informe:
<<…Diose cuenta de oficio del Sr. Director General de Correos solicitando que, para que pueda instalarse lo antes posible, las oficinas en el edificio, contribuyendo así a embellecer aquella parte de la ciudad; y de moción del Sr. Alcalde proponiendo se conteste a dicho oficio que es indispensable para ello cercar el terreno circundante del mismo con la verja de hierro y mampostería proyectada que, al par de dar seguridad al edificio, contribuiría al ornato y buena policía, encargándose por su parte el Ayuntamiento de la conservación de los jardines que se establecieran”. Alguien creyó que la verja era innecesaria y, sometida a la opinión de los ediles dicha idea, se acordó la ejecución de jardines abiertos sin cerco alguno.
La Cámara de Comercio de Huelva prestó gran interés en la terminación de las obras complementarias de la Casa de Correos y Telégrafos que nos ocupa, ya que pasaba el tiempo y era urgente dejar las cosas con la perfección que se pretendía. Así el periódico “La Provincia” –decano de la prensa de Huelva-, en su número 15530, correspondiente al día lunes, 18 de febrero de 1935, inserta la grata noticia de que el presidente de la citada Cámara, don Joaquín López Gómez, habiendo recibido una atenta carta del Subsecretario de Comunicaciones, señor Rey Mora, notable onubense y diputado a Cortes por Huelva, contestación a las peticiones de la entidad huelvana, había tenido la amabilidad no sólo de comunicarlo al periódico, sino también de adjuntarle copia de la carta, que se transcribe para alegría de los lectores interesados en ello. Nosotros, por nuestra parte, la vamos a dar para concretar este punto y en homenaje a la personalidad de tan ilustre hijo de Huelva. El contenido de la carta en cuestión es este:
“Señor Presidente de la Cámara de Comercio. Huelva. Agradezco profundamente la felicitación que en nombre de esa Cámara, me envía por mi asignación para el cargo de subsecretario de Comunicaciones. No tengo que decirle que en éste, como en cualquier otro cargo, me tiene incondicionalmente a su disposición. En lo que hace referencia a los jardines de la Casa de Correos y Telégrafos de Huelva, me es muy grato comunicarles, que en la reunión celebrada bajo mi presidencia, por la Junta de Construcciones y Alquileres, en el día de ayer, se habló del asunto de la Casa de Correos de Huelva, estando pendiente de una conversación con el arquitecto para terminar definitivamente la instalación de los servicios mencionados en el edificio de esa capital. Le saluda muy atentamente, firmado, Rey Mora”>>.
Tras la inauguración de las nuevas dependencias, el Cuerpo de Telégrafos se incorporó a ellas. Según hoy vemos, con lo que ambos servicios quedaron cobijados bajo el mismo techo
Debemos retroceder unas décadas para dedicar nuestra atención a los leones-buzones del edificio de Correos:
En los primeros compases de 1914 Correos se tuvo que trasladar a los bajos de la célebre Casa de la Bola, en la Plaza de las Monjas.
Allí se daba un hecho paradójico, consistente en que en las cercanías del nuevo asentamiento de Correos no había buzones. De esta forma, el diario onubense “Vox Populi”, que fundara y dirigiera el polifacético Jerónimo Delgado (a) “Suspiros”, en su número del 11 de enero de 1915, comunicaba a sus lectores que “el público se quiebra la cabeza buscando un buzón”.
En aquellos instantes, un nuevo florecer de entusiasmo parecía ser nuncio de que Correos quería algo en consonancia con la fastuosidad del edificio que lo cobijaba, y tomando como modelo los buzones con cabeza de león que exhibía Sevilla en la calle Sierpes, que eran de mármol, dio los pasos necesarios para lograr la mascarilla y solicitó a los hábiles domadores del bronce que tenía los talleres de la Compañía de Río Tinto que confeccionara los dos buzones cabezas de león en los que los ciudadanos onubenses trasegarían las cartas. En uno de ellos se introduciría la correspondencia de las provincias españolas y, en el otro, la que tenía como destino el extranjero. La fecha de la fabricación de las cabezas de estos felinos data de 1918. Diego Díaz Hierro apunta en su historia de Correos, vertida en las páginas del diario “Odiel”, que estas cabezas de león-buzones se consiguieron gracias a los desvelos del Administrador de Correos Francisco Illanas, “que también alcanzó de la Compañía de Tharsis dos faroles de cristal para gas que fueron colocados en cada puerta del citado edificio”.
Sonaron las trompetas republicanas, y los políticos se adhirieron con toda prisa, unanimidad y ostentación a la iniciativa de construir otro edificio, al que fueron trasladadas las dos esbeltas cabezas que, por cierto, se aproximan a su primer centenario.
La fecha del traslado de leones de bronce de la plaza de las Monjas al nuevo edificio de la Avenida de la Ría la encontramos en el diario “La Provincia” de 29 de julio de 1933:
<<Por la plaza de las Monjas pasamos hoy de una a dos y vimos cómo estaban quitando las magníficas decoraciones de bronce de los buzones de la Administración Principal de Correos.
Los leones de Correos han desaparecido, alterando lo que ya era típica fisonomía en aquel lugar.
Tales operaciones nos hicieron suponer lógicamente pensando, la inmediata inauguración de la nueva Casa de Correos.
Lo que es motivo de celebrar, ya que así no existirá la pesadilla que venía siendo este asunto.
Más tarde, cuando llegamos a la Redacción nos encontramos con un atento B. L. M. del Administrador Principal de Correos de la provincia de Huelva, nuestro distinguido amigo don José Parra Herrera, quien nos participó que el día primero de agosto próximo quedarán abiertas las Oficinas de dicho ramo en el nuevo edificio (Carretera de Odiel).
El Sr. Parra nos ruega demos a conocer esta noticia al público y así lo hacemos con mucho gusto>>.