RFB. Hay elementos muy definidos y conocidos de la riqueza patrimonial de la provincia de Huelva. Entre ellos contar con uno de los seis Bienes Patrimonio de la Humanidad que hay en nuestra Comunidad Autónoma, el Parque Nacional de Doñana; o ser la sexta provincia de España y la primera de Andalucía en Espacios Naturales Protegidos; o liderar el ranking de provincias en nuestro país en superficie forestal en relación a su territorio.
A pesar de ello, y probablemente por encontrarse nuestra provincia en más ocasiones de las deseadas en la cola de estadísticas diversas, a veces no valoramos en su justa medida aquellos aspectos, que también son múltiples y valiosos, en los que destaca con todos los honores. Es el caso, por ejemplo, del plano cultural inmaterial. La riqueza de la provincia de Huelva en este sentido es espectacular, asombrando a los que nos visitan y no siendo con frecuencia apreciada por los propios onubenses, en muchos casos por desconocimiento.
Prueba de ello es el hecho de que si revisamos el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz comprobaremos que se destaca sobremanera del resto de las provincias.
Nada menos que dieciocho actividades de interés etnológico, que a continuación reseñaremos, cuando el resto de las provincias tiene 3-Sevilla y Málaga-, 2-Jaén-, 1-Cádiz-, o 0-Almería, Córdoba y Granada-. Esta notable diferencia, quizá discutible según criterio, la confirma sin ninguna duda como la provincia andaluza más rica en este aspecto -y muy probablemente sea también la española más destacada en tal sentido-. Y esto sucede cuando en el apartado de inmuebles del citado catálogo nuestra provincia está en un término medio a pesar del ‘castigo’ de destrucción inmobiliaria sufrido por la capital, con un casco histórico devastado en la segunda mitad del siglo XX y principios del presente.
El Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz es una consecuencia de la Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía, promulgada en 2007 con el objetivo básico del afianzamiento de la conciencia de identidad y cultura andaluza a través del conocimiento, investigación y difusión del patrimonio histórico, antropológico y lingüístico del pueblo andaluz.
De los 18 tesoros inmateriales catalogados de Huelva 14 son danzas: la de los Cascabeleros, de Alosno; la de los Cirochos, de El Almendro y de Villanueva de los Castillejos; la de las Lanzas de San Benito, de El Cerro; la de la Virgen de la Tórtola, de Hinojales; la de Espadas de la Virgen de la Peña, de la Puebla de Guzmán; la de las Espadas, de San Bartolomé de la Torre; la de la Virgen de La Rábida, de Sanlucar de Guadiana; la de los Palos, de Villablanca; la de los Garrotes, de Villanueva de las Cruces; la de las Espadas de San Antonio de Padua, de Alosno; la de las Espadas de San Sebastián, de Cabezas Rubias; y las del Corpus y la de la Virgen de la Esperanza, ambas de Cumbres Mayores.
Además de las anteriores, conforman el Catálogo por nuestra provincia la singular Cabalgata de los Reyes Magos de Higuera de la Sierra, el Fandango Parao de Alosno, y dos catalogadas recientemente BIC, las actividades asociativas y deportivas de los Reales Clubes Recreativos de Huelva, el de Futbol y el de Tenis.
En la Universidad de Huelva existe un grupo de investigación, denominado Observatorio de Cultura y Patrimonio, en el que varios científicos estudian esta inmensa riqueza de la provincia de Huelva. Está dirigido por Celeste Jiménez de Madariaga y contribuye con su actividad a avanzar en la salvaguarda de este patrimonio etnográfico y a la concienciación de las instituciones y la propia sociedad. De este observatorio forma parte, entre otros investigadores, el especialista en la materia Aniceto Delgado Méndez.
En una síntesis de los bienes catalogados referidos, recordamos que los Cascabeleros de Alosno es una tradición de danza de carácter religioso en honor del patrón San Juan Bautista. La Danza de los Cascabeleros de Alosno es un extraordinario modelo de danza festivo ritual, cuya expresión e interpretación se vincula a los procesos de identificación social. Cada año el 24 de junio los Cascabeleros de Alosno mantienen una tradición ancestral, que tiene asegurado el futuro a través del grupo infantil de Cascabeleros.
La primera romería del año en nuestra provincia ofrece la oportunidad de apreciar la Danza de los Cirochos. Piedras-Alba es la Virgen titular de la misma y la tradición se comparte entre los pueblos de El Almendro y Villanueva de los Castillejos. Tiene lugar a partir de cada domingo de Resurrección. Se danza durante el desarrollo de la romería y también durante la Novena y la Fiesta de la Virgen de la Paz, el 24 de septiembre. Bailan dos grupos de cirochos, entre nueve y siete hombres, con castañuelas, al compás del tamboril y de la flauta, y avanzando unas veces hacia delante y otras hacia atrás, en función de las diferentes ‘mudanzas’.
La romería de San Benito Abad, Patrón de el Cerro del Andévalo data de finales del siglo XIV-principios del XV, aunque no fue hasta 1667 cuando San Benito fue nombrado patrón de la localidad. Una cita donde destaca la referida danza de las lanzas y el tradicional traje de las jamugueras. Se celebra a mediados de marzo en la singular Ermita que tiene el nombre del santo, que data de 1435. La Danza de las Lanzas es interpretada por los sietes lanzaores unidos por sus lanzas de hierro. La Danza de las Lanzas es interpretada por los sietes lanzaores unidos por sus lanzas de hierro. La Folía es bailada o bien por una pareja de dos jamugueras o bien una pareja mixta de jamuguera y lanzaor.
Hinojales aporta al patrimonio de esta provincia, entre otras cosas, la Danza en honor a su Patrona, la Virgen de la Tórtola. Entre finales de abril y principios de mayo de cada año, ante la antiquísima y bella imagen serrana los danzantes, siempre un número impar, que se preparan desde pequeños para este cometido, continúan con la tradición. Su vestimenta se compone de camisa blanca, pantalones bombachos azules con borlas de diferentes colores, dos piezas bordadas sujetas por un cinturón rojo, alpargatas, medias y cinta. También portan un gorro redondo con un pico que va decorado con flores y cintas de colores. Para marcar el ritmo utilizan el tamboril, la gaita y las castañuelas, adornándose estas últimas con cintas de colores.
Una de las romerías más destacadas de la provincia, la de la Virgen de la Peña, de La Puebla de Guzmán, también es testigo de una de las llamadas danzas rituales onubenses. La danza de las espadas, también conocida como danza de la Virgen de la Peña, es ejecutada por tres grupos de danzantes de número impar (mínimo de siete y máximo de once hombres), se interpreta con espadas resaltando la figura del capitán y el rabeón, distinguidos por su indumentaria. Algunas de las figuras y mudanzas que destacan son la pareja o columna, el corro, el arco, el zigzag y la reverencia.
En San Bartolomé de la Torre también contamos con una peculiar Danza de las Espadas. Junto a la procesión de San Bartolomé que se celebra cada 24 de agosto, la Danza de las Espadas, constituye una de las señas de identidad de las fiestas bartolinas. Se trata de un baile que data del siglo XVII y que procede de los habitantes castellonenses y leonenses que ocuparon la localidad en siglos pasados. La primera vez que esta manifestación religiosa se interpretó ante los vecinos de la localidad, se hizo para mostrar reverencia al Marqués de Gibraleón. La Danza de las Espadas tiene una fuerte simbología religiosa y guerrera, prueba de ello es que los danzadores bailan frente a los patrones de la localidad, San Bartolomé y San Sebastián, con espadas traídas desde Toledo.
La localidad ribereña de Sanlucar de Guadiana rinde homenaje cada año a su patrona, la Virgen de la Rábida. En sus fiestas tenemos la oportunidad de admirar otro elemento de riqueza patrimonial inmaterial de la provincia de Huelva, su Danza. La ejecutan dos grupos de danzantes de número impar (nueve u once hombres), con palillos y arquillos (palos de madera forrada con tela y flores de papel con colores rosa, blanco, rojo, azul y amarillo), destacando dentro del grupo el «cabeza» conocido como «la cruz».Algunas de las figuras o mudanzas interpretadas son el «arco de honor», «espiral», y «doble arco». Los símbolos de la danza son la imagen de la Virgen de la Rábida la indumentaria, los arcos ornamentales y mudanzas.
En Villablanca contamos con la Danza de los Palos, también conocida como Danza de los Pastores o Danza de la Virgen. Es una danza ritual en honor a Nuestra Señora de la Blanca que se representa dentro del contexto de la romería de agosto y, con carácter secundario, también en mayo durante la procesión de San Roque. En esta exhibición participan trece danzantes, dos tamborileros y un manigero. Esta danza, que es interpretada con palillos y ‘arcos’, la interpretan tres grupos de danzantes de número impar -de siete a trece danzantes- que participan en distintos momentos festivos: en el traslado del simpecado de la ermita al pueblo.
La Fiesta de San Sebastián, también denominada de las Candelas, en Villanueva de las Cruces, nos ofrece la singular Danza de los Garrotes. Se denomina así porque se realiza con unos garrotes que cada componente sostiene durante todo el baile. El garrote también es otro de los signos que recuerdan a esos pastores que, sin saberlo, fueron dando nacimiento a esta tradición.
El municipio alosnero, uno de los más ricos en tradiciones de Andalucía, también aporta al catálogo patrimonial la Danza de las Espadas en honor a San Antonio de Padua. Esta danza estuvo perdida en el tiempo durante más de cuarenta años, pero actualmente, gracias a la colaboración entre la Hermandad de San Antonio de Padua, la Asociación de Padres de Alumnos y la Concejalía de Cultura se ha recuperado. Compuesta de quince hombres, estos, a son de flauta y tamboril, van engarzando las espadas en honor de San Antonio.
Otra Danza de Espadas, la de Cabezas Rubias, ha conseguido mantenerse en el tiempo, convirtiéndose en un referente identitario para esta localidad andevaleña. En grupo de siete o nueve (siempre impar), los lanzaores acompañan a San Sebastián en su procesión por las principales calles de Cabezas Rubias. También danzan en el pregón y terminan su participación cuando el santo entra en la iglesia y comienza el convite que año tras año corre a cargo de los mayordomos. Junto a esta fiesta, la danza de San Sebastián, también se ejecuta en la romería que se celebra en mayo en los alrededores de la ermita, situada en el cabezo el Buitrón.
En Cumbres Mayores tenemos la Danza del Corpus, organizada por la Hermandad del Santísimo Sacramento, que es ejecutada un número par de danzantes con palillos o castañuelas, teniendo protagonismo el «guion» y el «contraguión» de manera complementaria. Algunas de las mudanzas más significativas son la «cadena», «cadena por dentro», «cadena cruzada», «estirao», «invertido con vueltas», «corro», «angelitos», «cruz», «cruce de espaldas», «cruce de frente» y «caracol». En esta bella localidad serrana también se lleva a cabo la Danza en honor de la Virgen de la Esperanza, de análogas características.
La Cabalgata de Reyes Magos de Higuera de la Sierra permite que miles de visitantes vivan la emoción del más profundo sentido navideño. Las escenas bíblicas con figurantes inmóviles, personas y animales, crean una magia dificil de igualar. Este tradicional evento está a punto de cumplir cien años. Lo hará en 2018.
2 comentarios en «Huelva, el tesoro escondido del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz»
Magnífico artículo con una buena reseña de este inmenso patrimonio cultural de la provincia de Huelva.
Aunque contiene un error: la Romería de San Benito Abad, en El Cerro de Andévalo, tiene lugar el primer domingo del mes de mayo ( sábado anterior, domingo y lunes posterior) de cada año.
En el mes de marzo se realiza una Vigilia, con peregrinación al Santuario.
Museo Etnográfico, ya