Rosa Mora. Todos conocemos a jóvenes que en la actualidad destacan en sectores punteros relacionados con ramas del conocimiento de las más diversas. La directrices, no obstante, que marcan las prioridades y la agenda de la mayoría de medios de comunicación hacen que, en muchas ocasiones, el extraordinario talento de estas personas pase desapercibido, quedando eclipsado por historias que suelen marcar la rutina informativa.
En un intento por poner en valor el enorme mérito de personas de nuestra tierra que despuntan en sus carreras profesionales, ponemos hoy el foco de atención en la onubense Lydia Nacimiento Rodríguez, maestra, psicopedagoga y profesora universitaria especializada en el estudio del acoso escolar y ciberacoso. Precisamente en estos momentos, la joven, natural de Isla Cristina, ultima en la Universidad de Sevilla su tesis doctoral, en la que realiza un análisis de las estrategias de afrontamiento que desarrollan las personas que son víctimas de acoso.
A pesar de su juventud, en el currículo de esta joven natural de Isla Cristina destacan ya varios hitos que reflejan su valía y, sobre todo, su profundo amor por una profesión que prácticamente la eligió a ella: con sólo cinco años de edad –nos confiesa Lydia- ya se visualizaba dedicándose a la enseñanza.
La onubense fue distinguida con el Premio ‘Real Maestranza de Caballería de Sevilla’ (2008-2009) otorgado por Su Majestad el Rey Don Juan Carlos por obtener, en la promoción correspondiente, la máxima calificación de todas las titulaciones -diplomaturas y licenciaturas- de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla, por sus estudios de Magisterio, en la especialidad de Educación Especial. Asimismo, Lydia Nacimiento volvía en 2012 a ser reconocida con el prestigioso Premio ‘Real Maestranza de Caballería de Sevilla’ por sus méritos al término de la Licenciatura de Psicopedagogía en la Hispalense. Distinciones que se sumaban a los respectivos Premios Extraordinarios Fin de Carrera obtenidos por la joven profesional.
Por otro lado, a nivel nacional la isleña recibió en 2015 el Tercer Premio Nacional Fin de Carrera a la Excelencia en el rendimiento académico universitario en sus estudios de Psicopedagogía.
Especializada en asuntos relacionados con el ciberacoso, la onubense llegó a esta materia casi de forma casual. Un ámbito de trabajo en el que es ya una referente, habiendo tenido en 2015 la oportunidad de formar parte de un equipo de investigación internacional, que interacciona con expertos de la Flinders University de Australia. En esta universidad de Oceanía realizó Lydia Nacimiento una estancia de investigación, tras ser becada por el Ministerio de Cultura Deporte y Educación. Institución que le financió también en 2014 realizar una estancia en la School of Psychological Sciences and Health, University of Strathclyde en Glasgow, Escocia.
Huelva Buenas Noticias ha conversado con esta onubense, que en la actualidad coordinadora de Programas de Educación Socio-Emocional e intervención para la prevención de la violencia y mejora de la convivencia en CI malyer.
– ¿En qué momento decidiste que querías cursar los estudios de Magisterio? ¿Fue fruto de una decisión vocacional?
– Estudiar magisterio y ser maestra ha sido siempre el sueño de mi vida. Recuerdo cuando era niña y con 5 años me dibujé como maestra en una clase. Desde entonces nunca me he planteado dedicarme a otra cosa que no sea la educación. Trabajar de maestra es algo que me ilusiona y que me hace inmensamente feliz. No me “pesa” estar horas a preparando materiales, ni organizar el horario haciendo un puzle para poder dedicarle el máximo tiempo posible. Siempre he dicho que tengo la suerte de estar enamorada de mi trabajo.
– El estudio sobre el acoso escolar y el ciberacoso ha centrado buena parte de sus investigaciones, ¿Por qué de su interés por estos asuntos?
– En realidad, empezar a trabajar en esa temática parecía casualidad. Aunque yo no creo en las casualidades, así que creo que fue el destino. Empecé a trabajar con un profesor que me iba a dirigir la tesis sobre aspectos de metacognición y dificultades en la lectoescritura, pero justo en ese año se jubiló. Así que empecé a trabajar con Joaquín Mora Merchán, que se dedicaba a temas de prevención de la violencia y es una persona muy reconocida e importante en este campo en nuestro país. En las primeras reuniones compartimos inquietudes profesionales y de ahí surgieron nuestras primeras propuestas, que incluían la temática del ciberacoso y la violencia escolar con una perspectiva centrada en la metacognición y aspectos emocionales
– En 2015 dirigió el equipo de investigación ‘Social-Emotional Learning & Bullying and Cyberbullying: A SpanishPerspective’, perteneciente al centro de Desarrollo de bienestar del alumnado y prevención de la violencia en la Flinders University , en Australia, ¿Cómo surgió tal oportunidad y qué balance hace?
– Todo ello fue fruto de una estancia financiada en parte por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que se incluye dentro de una beca que estoy realizando para la formación de profesores universitariosrealizada en Australia ese mismo año. El balance de lo aprendido allí fue muy positivo: otras perspectivas, nuevas formas de trabajar, nuevos proyectos y un ambiente maravilloso.
– En esta línea, en la actualidad coordina Programas de Educación Socio-Emocional e Intervención para la prevención de la violencia y mejora de la convivencia en CI malyer, ¿Cuál es el objetivo de los mismos?
– La idea de crear esta asociación surgió por una inquietud que teníamos tres compañeras sobre la necesidad de impulsar activamente el bienestar integral social mediante la Conciencia e Innovación personal. Son conceptos que, por separado, habíamos desarrollado desde nuestro ámbito de trabajo (educación, trabajo social, mindfulness y coaching). Concretamente, en nuestra carta de presentación resumimos nuestra misión en los siguientes objetivos que queríamos alcanzar: profesores más competentes gracias a los aprendizajes basados en el pensamiento y al desarrollo social y emocional; alumnos emprendedores, proactivos, responsables, autónomos, con conciencia social y emocional, que puedan alcanzar el éxito en la escuela y en la vida; familias más conscientes de las necesidades actuales y más capaces de afrontar las situaciones cotidianas; generar redes que favorezcan la expansión, fortaleza y continuidad del cambio cognitivo y emocional de menores y sus familias trabajando junto a otros agentes sociales de la zona; mejorar el bienestar a la social desarrollando un Plan de Intervención Integral para la Trasformación Social con acciones conscientes e innovadoras concretas dirigidas a cada colectivo.
– ¿Están siendo implementados estos programas en centros escolares? ¿Qué líneas de actuación contemplan?
– Algunos de estos programas forman parte de proyectos desarrollados desde la Universidad de Sevilla y han sido diseñados e implementados por nuestro equipo de investigación. Fundamentalmente, las líneas de actuación son la prevención de la violencia escolar y el ciberacoso, pero desde una perspectiva positiva, más centrada en el desarrollo de habilidades socio-emocionales que permitan a las personas ser competentes, y poder prevenir el surgimiento de estas situaciones. Desde nuestra asociación, nuestras principales actuaciones han ido orientadas a la transmisión de nuestras experiencias y formas de trabajar para formar a docentes y personas del ámbito educativo y social.
– Actualmente ejerce además como docente en la Universidad de Sevilla.
– Sí, soy profesora del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad de Sevilla. Para mí es una gran oportunidad poder compartir las experiencias aprendidas con los niños con futuros docentes y profesionales de la Psicología. Creo que es importante la conexión existente entre la realidad y la formación.
– A lo largo de su trayectoria académica ha recibido importantes distinciones como el Premio al Mejor Expediente en la Diplomatura de Magisterio y en la Licenciatura dePsicopedagogía, ¿Qué han significado para usted estos reconocimientos?
– Para mí ha sido un orgullo recibirlos y me han brindado la oportunidad de acceder, por ejemplo, a la beca que estoy cursando. Agradezco a todas las entidades que apoyan y reconocen el esfuerzo realizado por los estudiantes.
– Premios que además son el reflejo de mucho trabajo y sacrificio por su parte.
– Así es, pero no sólo por mi parte. Para mí siempre han sido el reflejo de un gran trabajo en equipo. Son el resultado del esfuerzo de mis compañeras, que han tenido que soportar mis exigencias; de mis amigas que han comprendido mis ausencias y me han apoyado; de mi familia, que ha estado siempre a mi lado, apoyándome y ayudándome en todo lo que he necesitado; y de mi pareja, que es uno de los grandes pilares de mi vida y me acompaña en este largo camino.
– En estos momentos se encuentra finalizando su tesis doctoral, ¿Qué asuntos está abordando en el misma?
– La tesis versa sobre las estrategias de afrontamiento que emplean las víctimas de acoso. Hemos creado un modelo predictivo sobre las variables que influyen en la selección de estrategias de afrontamiento, su impacto emocional; así como la consideración de componentes cognitivos y metacognitivos en las mismas.
– ¿Cuáles son sus aspiraciones?
– Quiero ser maestra y seguir investigando. Creo que combinar ambos roles enriquece mucho y permite una retroalimentación en los dos contextos. Hacer programas basándonos solo en la teoría difiere mucho de lo que sucede en la práctica. De la misma forma que, ponerlos en práctica, nos ayuda a ir mejorando esos programas para que vayan ajustándose a la realidad y respondiendo a las necesidades de la educación.
– Muchas gracias.