Redacción. El proyecto de fotografía de viajes, desde el punto de vista antropológico, ofrece un vasto campo semántico para ayudar a comprender la cultura de un país. Benin, situado en el Golfo de Guinea, entre Nigeria y Togo, es un lugar más que representativo para introducirse en la auténtica África negra.
La exposición se compone de una veintena de fotografías, divididas en dos grupos. Por un lado están los retratos, de pequeño y medio formato, que muestran escarificaciones y tatuajes como signos de identidad y belleza, incluso deidad. Por otro, un grupo de escenas de la vida cotidiana, que si bien se pueden repetir en cualquier país, los entornos son absolutamente diferentes, teniendo como protagonistas la religión animista, el albinismo, la educación o las tareas del campo.
De esta manera, Rocío Garrido, titulada en Fotografía Artística por la propia Escuela de Arte, nos presenta además, una ventana al exterior, un espejo en que se refleja ella misma: su intención estética. Iniciamos de su mano un viaje, donde apreciamos, sobre todo, la inocencia y espontaneidad de las gentes de Benin.
La exposición se podrá visitar en dos periodos que van del 15 al 23 de diciembre de 2016 y del 10 al 20 de enero, ya en 2017.