Redacción. La Guardia Civil ha intervenido 14.406 artefactos pirotécnicos y se ha propuesto para sanción a un varón por infracción muy grave a la normativa de seguridad ciudadana sobre armas, explosivos, cartuchería y artículos pirotécnicos.
Las actuaciones se llevaron a cabo dentro de los diferentes Dispositivos Operativos que se desarrollan en la provincia de Huelva, por agentes especialistas en Inspecciones Fiscales en establecimientos comerciales para evitar la venta ilegal de artefactos pirotécnicos que proliferan especialmente en esta época del año.
La Guardia Civil tuvo conocimiento de la existencia de un punto de venta ambulante de pirotecnia. Según aportan las investigaciones, el vendedor transportaba el material en su vehículo particular a una de las calles de la localidad de Bollullos Par del Condado sin emplear las oportunas medidas de seguridad, procediendo a la comercialización de los productos en plena vía pública.
Los agentes procedieron al registro del vehículo, hallando en el maletero tres cajas de cartón de grandes dimensiones portando en el interior un gran número de artesfactos pirotécnicos de la categoría II y III entre ellos petardos, cohetes, voladores, fuentes, etc. Al solicitar al vendedor la autorización necesaría para la venta de dichos productos, así como el libro de registro, esta persona no pudo aportar documentación alguna que autorizara su venta.
Una vez identificado el infractor, se procedió al recuento y aprehensión siendo un total de 14.406 de artefactos valorados en 1200 euros aproximadamente, levantando la correspondiente acta de infracción muy grave a la normativa de seguridad ciudadana sobre artículos pirotécnicos. Desde la Guardia Civil recomendamos una serie de precauciones a la hora de comprar y manipular estos productos:
-Adquirir los productos en establecimientos autorizados y que no presenten imperfecciones en envolturas o mechas.
– Utilizar la pirotecnia siempre al aire libre y en lugares despejados.
– Sostener el artefacto con la punta de los dedos, nunca en el interior de la mano y procurar no introducirlo en ningún tipo de recipiente.
– No manipular un producto que no explota, apagar con abundante agua, mantenerse lejos y nunca gastar bromas a personas que podrían sufrir graves daños por quemaduras.
– Se debe evitar que los niños manipulen los artefactos, y si lo hacen deberá hacerse siempre bajo la supervisión de un adulto. Su venta está prohibida a menores de 16 años.